23.10.2014 Views

Revista completa en formato PDF 7930Kb - Revista de Educación

Revista completa en formato PDF 7930Kb - Revista de Educación

Revista completa en formato PDF 7930Kb - Revista de Educación

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

- Por último, t<strong>en</strong>drás que ll<strong>en</strong>ar<br />

un saco <strong>de</strong> embustes tan gran<strong>de</strong>s que<br />

nadie diga que pued<strong>en</strong> haber sido<br />

verdad.<br />

El pastor salió muy afligido <strong>de</strong>l<br />

palacio, p<strong>en</strong>sando que <strong>de</strong> nada le<br />

había servido el acertijo, cuando se<br />

<strong>en</strong>contró con una hechicera, que le<br />

dijo:<br />

- ¿Por qué estás tan ap<strong>en</strong>ado,<br />

hombre?<br />

El pastor le contó todo lo que<br />

había pasado, y las cosas que ahora le<br />

pedían que hiciera, y ella le dijo:<br />

- No te apures por eso, que yo te<br />

ayudaré. Toma esta flauta y sal mañana<br />

con las ci<strong>en</strong> liebres. No t<strong>en</strong>gas preocupación<br />

<strong>de</strong> que corran por don<strong>de</strong><br />

les dé la gana. Cuando sea por la<br />

tar<strong>de</strong>, no ti<strong>en</strong>es más que tocar la flauta<br />

y todas acudirán corri<strong>en</strong>do adon<strong>de</strong><br />

tú estés.<br />

Así lo hizo el pastor. A las ocho <strong>de</strong><br />

la mañana se fue con sus ci<strong>en</strong> liebres<br />

y <strong>en</strong> todo el día no se preocupó <strong>de</strong><br />

ellas. Cuando se fue haci<strong>en</strong>do <strong>de</strong><br />

noche, tocó la flauta y al instante se<br />

pres<strong>en</strong>taron todas y se fueron tras él<br />

hasta el palacio.<br />

La princesa y todo el mundo se<br />

quedaron maravillados y <strong>de</strong>cían:<br />

«¿Cómo se las arreglará éste para no<br />

per<strong>de</strong>r ni una liebre <strong>en</strong> el campo?».<br />

Al día sigui<strong>en</strong>te el rey mandó a<br />

uno <strong>de</strong> sus criados, a ver si conseguía<br />

quitarle aunque fuera una sola liebre.<br />

El criado se puso a <strong>de</strong>cirle al pastor<br />

que le compraba una liebre por tanto<br />

y cuanto y el pastor <strong>de</strong>cía que no<br />

t<strong>en</strong>ía ningún interés <strong>en</strong> v<strong>en</strong><strong>de</strong>r, y que<br />

no v<strong>en</strong><strong>de</strong>ría por nada <strong>de</strong>l mundo. El<br />

rey <strong>en</strong>tonces <strong>de</strong>cidió ir él mismo, disfrazado<br />

<strong>de</strong> al<strong>de</strong>ano. Pero el pastor lo<br />

reconoció y no dijo nada. El rey le<br />

preguntó que cuánto quería por una<br />

liebre, y <strong>en</strong>tonces el pastor le dijo:<br />

- No quiero dinero, sino que me<br />

dé usted un beso <strong>en</strong> el ojo <strong>de</strong>l culo.<br />

El rey al pronto se ll<strong>en</strong>ó <strong>de</strong> indignación,<br />

pero luego p<strong>en</strong>só que merecía<br />

la p<strong>en</strong>a, con tal <strong>de</strong> que su hija no<br />

tuviera que casarse con un pastor. De<br />

manera que fue y le dio un beso <strong>en</strong> el<br />

ojo <strong>de</strong>l culo, y el pastor <strong>en</strong>tonces le<br />

<strong>en</strong>tregó una liebre.<br />

Pero cuando el rey ya regresaba a<br />

su palacio con la liebre <strong>en</strong> los brazos,<br />

el pastor tocó su flauta y la liebre<br />

pegó un brinco y salió corri<strong>en</strong>do<br />

hasta don<strong>de</strong> estaba el muchacho.<br />

El rey <strong>en</strong>tonces dijo:<br />

- Está bi<strong>en</strong>. Ya has superado la primera<br />

prueba. Ahora te <strong>en</strong>cerraremos<br />

<strong>en</strong> una habitación con ci<strong>en</strong> panes,<br />

para que te los comas <strong>en</strong> un solo día.<br />

Otra vez se puso el pastor muy<br />

triste, hasta que se le apareció la<br />

hechicera y le dijo:<br />

- No te preocupes, hombre. Sólo<br />

ti<strong>en</strong>es que tocar la flauta y v<strong>en</strong>drán las<br />

aves y se comerán los ci<strong>en</strong> panes.<br />

Y así lo hizo el pastor. Tocó la<br />

flauta y al mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong>traron por la<br />

v<strong>en</strong>tana muchos pájaros <strong>de</strong> todas clases,<br />

que se comieron los ci<strong>en</strong> panes<br />

sin <strong>de</strong>jar migaja.<br />

El rey mandó <strong>en</strong>tonces que <strong>en</strong>cerraran<br />

<strong>de</strong> nuevo al pastor con ci<strong>en</strong><br />

fanegas <strong>de</strong> trigo mezcladas con ci<strong>en</strong> <strong>de</strong><br />

cebada, a ver si era capaz <strong>de</strong> separar<br />

los granos <strong>en</strong> una sola noche. El pastor<br />

se puso otra vez muy triste, pero se le<br />

apareció la hechicera y le dijo:<br />

- Tú toca la flauta y échate a dormir,<br />

que pronto v<strong>en</strong>drán las hormigas<br />

a separar el grano <strong>de</strong> trigo <strong>de</strong>l grano<br />

<strong>de</strong> cebada. Y efectivam<strong>en</strong>te, cuando el<br />

pastor <strong>de</strong>spertó por la mañana vio<br />

dos montones a un lado y a otro <strong>de</strong> la<br />

habitación, cada uno <strong>de</strong> una cosa.<br />

Conque se pres<strong>en</strong>tó ante el rey y<br />

ante toda la corte y dijo que ya había<br />

superado las tres pruebas.<br />

- Sí –dijo el rey–. Pero te queda<br />

ll<strong>en</strong>ar un saco <strong>de</strong> embustes tan gran<strong>de</strong>s<br />

que nadie diga que pued<strong>en</strong> haber<br />

sido verdad.<br />

160

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!