Federico J. Mancera ValenciaTesis de Maestrìa - El Colegio de ...
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influencia tajante y <strong>de</strong>terminante en la actividad, carácter y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los humanos y<br />
humanas que viven condiciones geográficas específicas. Así, el <strong>de</strong>sierto en sus<br />
condiciones <strong>de</strong> paisaje sereno y espacioso, como un mar sin agua, lleno <strong>de</strong> silencios y<br />
<strong>de</strong> soleda<strong>de</strong>s, es posible y <strong>de</strong> manera permanente, acce<strong>de</strong>r a condiciones <strong>de</strong><br />
espiritualidad singular. Asimismo, la interpretación <strong>de</strong> aspereza uniforme que se le da a<br />
este tipo <strong>de</strong> naturaleza, posibilita un pensamiento general, unívoco y monoteísta. <strong>El</strong><br />
monoteísmo es origen <strong>de</strong> la negación <strong>de</strong> lo diverso, <strong>de</strong> las otreda<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> la<br />
dominación <strong>de</strong> lo homogéneo y <strong>de</strong> la igualdad, fundamentos filosóficos <strong>de</strong> la<br />
globalidad. Es <strong>de</strong>cir, la homogeneidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>siertos, posibilitaron la<br />
homogeneización teológica.<br />
Por otra parte, el <strong>de</strong>sierto en el medioevo connota otras i<strong>de</strong>as y concepciones, algunas<br />
<strong>de</strong> ellas contradictorias y paradójicas, que consi<strong>de</strong>ramos que permanecen aún en la<br />
estructura <strong>de</strong> los aprendizajes sociales y colectivos <strong>de</strong> la sociedad chihuahuense, las<br />
que parecieran diluidas y saturadas junto con los aprendizajes escolares, sin embargo,<br />
aunque no estamos en condiciones <strong>de</strong> confirmar esto, sí nos parece que las i<strong>de</strong>as que<br />
clara la influencia darwiniana. De esta manera Huntington, creía que sólo ciertos climas eran propicios para la<br />
"civilización" (Arnold, 2000: 34). Por tanto, solo ciertas razas con características que le otorgan ambientes propicios<br />
para las civilizaciones, es posible que estas sean estables y <strong>de</strong>sarrollables: "cuando el hombre blanco emigra a<br />
climas menos estimulantes que los natales, parece per<strong>de</strong>r energía tanto física como mental" (Huntington, 1915.<br />
citado por Arnold, op.cit.).<br />
Esta i<strong>de</strong>a ya anteriormente fue plasmada por Montesquieu quien afirmaba que: "el clima i<strong>de</strong>al para la civilización<br />
era el <strong>de</strong> aquellos lugares don<strong>de</strong> los veranos eran tibios pero no tórridos, y en don<strong>de</strong> los inviernos eran tonificantes<br />
pero no <strong>de</strong>masiado rigurosos. Las naciones favorecidas con tales climas poseían un alto grado <strong>de</strong> fuerza <strong>de</strong><br />
voluntad y energía, capacidad para el progreso y para gobernar a los <strong>de</strong>más" (Bassols, 1983; 25). Así, las<br />
posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> "progreso" <strong>de</strong> las civilizaciones en Aridoamérica frente a las civilizaciones Mesoamericanas se ven<br />
reducidas. De hecho, los contextos arqueológicos son menospreciados arqueológica y antropológicamente ante la<br />
magnitud <strong>de</strong> la organización cultural-social y piramidal <strong>de</strong>l sur. Tampoco es comparable las culturas se<strong>de</strong>ntarias<br />
agrícolas <strong>de</strong> Mesoamérica con las cazadoras-recolectoras <strong>de</strong> Aridoamérica.<br />
Paul Kirchhoff, quien sustentó esta división espacial cultural, posiblemente no incluyó en su análisis la condición <strong>de</strong><br />
raza, pero el aspecto discursivo <strong>de</strong> la ari<strong>de</strong>z y lo seco está presente, lo que equivale a una connotación <strong>de</strong>terminista<br />
<strong>de</strong> tipo climático-cultural. Pero, no solo eso, Kirchoff al hacer una clasificación geográfica <strong>de</strong> las culturas indígenas<br />
americanas, método que le permitió sustentar su regionalización; agrupó diferentes características culturales<br />
comunes (cultivo, cerámica, técnicas y producción agrícola, sacrificios humanos, adornos y vestimenta, etc.), para<br />
<strong>de</strong>finir superáreas: “la zona <strong>de</strong> los cultivadores inferiores <strong>de</strong> Norteamérica, el Sureste y el Suoeste (en el entendido<br />
<strong>de</strong> The Greater Southwets o la Norteamérica árida) son Superáreas; y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> los cultivadores<br />
superiores se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>limitar una superárea, Mesoamérica” (Kirchoff, sf :2). Es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un análisis económicoproductivo<br />
se <strong>de</strong>staca la supremacía cultural <strong>de</strong> los se<strong>de</strong>ntarios con respecto a los nomádicos, pero <strong>de</strong> paso<br />
también le otorga la condición inferior, al mal entendido <strong>de</strong>sierto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> ari<strong>de</strong>z. Empero, estamos<br />
seguros que tendrá otra significación el estudiar las culturas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su propia perspectiva y condición ambiental,<br />
pues es muy relativa la posición <strong>de</strong> ubicar en niveles <strong>de</strong> inferior o superior a culturas que bajo condiciones naturales<br />
<strong>de</strong>sarrollan estrategias y conceptualizaciones muy distintas.<br />
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