Federico J. Mancera ValenciaTesis de Maestrìa - El Colegio de ...

En otras palabras pareciera que la naturaleza no cambiara en calidad y en cantidad.
Se ignora y se escamotea colectivamente la condición de desertificación estatal, la
disminución de los acuíferos y de la calidad de agua de los mismos. De tal forma que
los recursos hídricos (usados y explotados de manera coyuntural para cubrir las
necesidades de consumo urbano y agrícola) aparecen en la "con-ciencia" de la
población como algo inagotable, que a pesar de eso que llaman sequía, ésta es
resuelta mediante un recurso técnico-científico que los gobiernos federal y estatal
tienen que financiar y resolver.
Por eso se afirmaba en otro momento, que el colectivo urbano chihuahuense y en
menor medida la población rural, gestan un imaginario a-geográfico, de no lugar, en
relación a las características ecosistema de desierto en que habita.
Para la segunda interpretación es distinta (colectiva e individualmente), tanto para las
zonas urbanas como rurales.
Para las zonas urbanas, no existe una preocupación a excepción de los recortes
"naturales" de agua potable en épocas de estiaje. No así para los de las áreas rurales
(especialmente para las áreas de cultivo de temporal), pues existe la incertidumbre de
la abundante, escasa o nula precipitación, dicho de otra forma, el agua no está ligada
solamente al aspecto de consumo, (el cual posee mayor preocupación en las áreas de
cultivo de riego) sino también para los aspectos que tienen implicados lo procesos
productivos de subsistencia y de carácter simbólico.
Por ello, el concepto fundamental de la hidrología, el ciclo hidrológico (Aparicio,
1999:17), es convertido en casi un mito, que socialmente es aceptado como de eterno
retorno, el cual debe ser considerado, insistimos, en forma diferencial para las
poblaciones de las zonas rurales y urbanas.
1. 6 Conceptualización y análisis de los desastres socionaturales.
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