Federico J. Mancera ValenciaTesis de Maestrìa - El Colegio de ...
Federico J. Mancera ValenciaTesis de Maestrìa - El Colegio de ...
Federico J. Mancera ValenciaTesis de Maestrìa - El Colegio de ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
jardín <strong>de</strong>l edén. Se asocia también con el océano, espacio <strong>de</strong>sconocido y, por tanto,<br />
"morada casi infernal <strong>de</strong> los muertos" (í<strong>de</strong>m: 26).<br />
Así también, el <strong>de</strong>sierto es el lugar don<strong>de</strong> se refugia inevitablemente el <strong>de</strong>monio, pues<br />
es su hogar. En Tobías 8:3 se encuentra que: "<strong>El</strong> <strong>de</strong>monio en cuanto olió aquel humo<br />
(provocado por el corazón e hígado <strong>de</strong>l pez puesto en brasas), huyó al Egipto superior,<br />
don<strong>de</strong> el ángel le ató", dicho rito se efectuaba porque <strong>de</strong> acuerdo a la "leyenda popular<br />
<strong>de</strong> que los <strong>de</strong>monios habitaban los <strong>de</strong>siertos" (Nacar y Colunga, 1968; 1564). Esta<br />
interpretación será retomada cuando analicemos sus vinculaciones con los términos<br />
secar y seco.<br />
d. <strong>El</strong> <strong>de</strong>sierto como paraíso y libertad. <strong>El</strong> <strong>de</strong>sierto, paradójicamente y a pesar <strong>de</strong> lo<br />
antes dicho, es apreciado como espacio maravilloso, principalmente para los ascetas,<br />
monjes y sacerdotes, ya que, el <strong>de</strong>sierto es el encuentro con Dios. He aquí la paradoja.<br />
Siendo el hogar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio es ahí don<strong>de</strong> se busca al supremo. De esta manera es<br />
don<strong>de</strong> se asegura la posibilidad <strong>de</strong> la libertad, <strong>de</strong> la salvación, "un rincón <strong>de</strong>l paraíso",<br />
"el <strong>de</strong>sierto se experimenta, según opinión <strong>de</strong> san Jerónimo, como un segundo<br />
bautismo" (í<strong>de</strong>m, 29), obviamente si se sale airoso <strong>de</strong> las tentaciones. También es<br />
consi<strong>de</strong>rado como símbolo <strong>de</strong> las buenas intenciones entre el pueblo (Israel), el<br />
hombre y Dios (Nacar y Colunga, 1968; 1607). De igual forma, en la:<br />
visión paradisíaca <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto, no hay que olvidar la familiaridad que tenía con los<br />
animales salvajes quienes vivían en el <strong>de</strong>sierto o se retiraban a él. Esto<br />
correspon<strong>de</strong> al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> san Antonio y <strong>de</strong> san Pablo y, cómo en el Occi<strong>de</strong>nte no<br />
había leones, el oso, el ciervo, la ardilla, son los amigos y los interlocutores <strong>de</strong> los<br />
anacoretas,.....Este es el <strong>de</strong>sierto asilo, el refugio en el refugio,...es el lugar <strong>de</strong><br />
todas las carisma y todas las teofanías (I<strong>de</strong>m, 29-30).<br />
No obstante, también encontramos que el <strong>de</strong>sierto está plagado <strong>de</strong> fieras (Isaías 13:21:<br />
citado por Bransby, 1977) y plagados <strong>de</strong> serpientes (Mar. 1:13: I<strong>de</strong>m).<br />
Esta relación humana con las fieras y animales, en general, nos evocan los principios<br />
<strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los Franciscanos. La que también tiene que ver con la oposición que<br />
40