Federico J. Mancera ValenciaTesis de Maestrìa - El Colegio de ...

A pesar de que estas concepciones surgen de los desiertos del Medio Oriente, de Asia
y los ubicados en el Mediterráneo, que ecológica y culturalmente son distintos, de
alguna manera están presentes para nuestro entorno natural, ya sea negando nuestra
condición de semidesierto (el cual es predominante: 82% del territorio del estado de
Chihuahua), en términos ecológicos y culturales, o bien apropiándolo y sirviendo como
un discurso clásico y común para permitir la continuidad de los estados discursivos
clásicos del 'desarrollo', 'civilización' y 'progreso' frente a la naturaleza de los desiertos,
tema que se revisará en el capítulo 2.
1.3.1 Interpretaciones y conocimientos colectivos
ecológicos de los desiertos
"En algún rincón del universo,
hubo una vez una estrella
sobre la cual unos animales inteligentes
inventaron el conocimiento.
Fue el minuto más arrogante y
mentiroso de la historia universal"
Friedrich Nietzsche
Dos ejemplos de cómo nos permite la pedagogía social de los desiertos entender las
interpretaciones colectivas de ellos, son la precipitación y la aridez. Dos variables de
las ciencias naturales que se han utilizado para clasificar y nombrar a los desiertos y
que tienen como repercusión una enseñanza y por tanto un aprendizaje social de los
mismos, que en lo colectivo se traducen en imaginarios sociales.
1.3.1.1 La precipitación
Las lluvias en los desiertos y en los semidesiertos son muy irregulares en espacio, en
tiempo y en cantidad, y en esta medida se encuentran sus semejanzas, sus diferencias
y también las reservas que hay que tomar al utilizar la palabra "desierto". Por ejemplo,
el desierto de "Yuma, Arizona, recibió solamente 25 mm de lluvia en 1899, pero más de
280 mm en 1905,...; en Heluán, Egipto, a partir de septiembre de 1933, cayeron en tres
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