Federico J. Mancera ValenciaTesis de Maestrìa - El Colegio de ...

Presas al 28% de su capacidad total" (El Diario; 14 /05/ 1999).
Apenas tienen 22% de su capacidad. Rápido descenso en niveles de las presas
en el estado (El Heraldo; 22/05/ 2001).
Volverán a abrir el próximo año. Cerrarán todas las presas al finalizar el ciclo
agrícola (El Heraldo; 22/06/01).
Es decir, ante esta condición de sequía, las primeras lluvias que se perciben y que dan
noticia para mostrar y difundir un notorio crecimiento en las presas, se condiciona a
una explicación necesaria y esperada, que las sequías terminaron y con ello la posible
escasez de agua potable. Esta percepción está muy generalizada en las poblaciones
urbanas del semidesierto y desierto chihuahuense.
La comprensión de este proceso cultural no es fácil, lo cierto es que a ello contribuyen
los discursos políticos, el manejo de la información periodística y la desinformación e
información del sistema escolar.
A pesar de lo anterior, podemos recurrir a las interpretaciones sociales y
antropológicas, especialmente al concepto de consciente colectivo; en donde las
sociedades urbanas viven en constante crecimiento poblacional y que por aliviar la
condición de urbe ante el desierto, de su vulnerabilidad sedentaria y crecimiento
desorbitado, se recurre a estos esquemas virtuales de permanente abasto de agua.
Cabe hacer notar, que "el 85 % del total de la población del estado se concentra en
las zonas más áridas del territorio, al este de la isoyeta 400 (figura 1), en la zona de la
franja noroeste-sureste, en tanto que sólo el 15 % de la población habita la zona
serrana en donde la precipitación es mayor" (Almazán, 2001).
1.3.1.2 La aridez
"La aridez acaba por ser una condición muy apreciada"
Pierre Gourou
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