Federico J. Mancera ValenciaTesis de Maestrìa - El Colegio de ...

manifestación del fenómeno natural -el cual en el fondo es el causante del
desastre- consigna como fase de emergencia y termina en un momento,...,
denominado reconstrucción, marcado también por el instante en que la autoridad
determina el regreso de la normalidad.
Esta intervención también tiene la implicación de escamoteo de las condiciones reales
de la "vulnerabilidad y el riesgo" de la sociedad, ya que políticamente no conviene
hacer evidente la estructura social y las relaciones sociales que se manifiestan en
marginación y pobreza regional y local, hechos de la verdadera consecuencia del
desastre.
De igual forma esto tiene sentido cuando incluimos los modelos desarrollo neoliberales
(con todo su antecedente histórico del desarrollo del mercado capitalista) impulsados e
impuestos por la economía internacional, que conducen a políticas de exclusión e
impactos ambientales de larga duración 35 . Visto así los "desastres naturales" no son
35 Al respecto existen múltiples ejemplos, el más recurrente y criticado es el de la Revolución Verde que trajo
consigo cambios en las formas de producción agropecuaria, donde las prácticas tradicionales de producción rural
fueron sustituidas por el uso de agroquímicos, pesticidas y herbicidas en todo el mundo "subdesarrollado", que al
paso del tiempo trajeron consigo efectos ambientales no esperados en todos los elementos y tipos de ecosistemas,
el caso más dramático es la desertificación. La degradación ambiental de los desiertos mexicanos se incrementa
por la desertificación. Este proceso generalmente se toma como un concepto homólogo a degradación de la tierra.
Varios especialistas consideran que la evaluación de la degradación de la tierra parte de saber el estado actual,
medir la velocidad y considerar el riesgo inherente de los ocho procesos de degradación del suelo: cubierta
vegetal, erosión hídrica, erosión eólica, salinización, degradación física, degradación biológica, degradación
química e incrementos humanos e industriales.
Con base al análisis de cuatro estudios (CP-UACH,1996; SARCH, 1984; CP-UACH y CONAZA, 1990; UACH-
CONAZA, 1999) sobre los procesos de degradación del suelo en el estado de Chihuahua realizado por la
SEMARNAT. Se puede afirmar que el territorio de Chihuahua tienen un 99.9% de su superficie deteriorada en
mayor y menor grado, identificándose dos procesos de degradación (Domínguez ,2001; 12). De manera específica,
la degradación física del suelo, en Chihuahua, por efecto de erosión hídrica y erosión eólica al año 1990 y sobre el
total del territorio estatal se encontraba bajo una pérdida promedio de 61.8 toneladas por hectárea por año. El peso
promedio de un suelo con aproximadamente 15 cm de espesor y cubriendo la superficie de una hectárea es de
1,950 toneladas y en virtud de que tal pérdida representaría suspender la producción, se podría considerar que
cada 1,950 toneladas de suelo perdido equivale a eliminar una hectárea de la producción (Martínez y
Fernández.1983). Utilizando este criterio y si las estimaciones del suelo perdido en el estado de Chihuahua resultan
correctas, en los treinta años evaluados, en la entidad se ha retirado de la producción un total de 783,570
hectáreas; 26,119 hectáreas por año.
Para evaluar el proceso de degradación del suelo en la entidad del año 1990 a la fecha, existen varios métodos,
como son las observaciones y mediciones directas (áreas piloto o módulos demostrativos), el empleo de técnicas
de teledetección, los modelos matemáticos y los métodos paramétricos. A partir del año 1999 y gracias a la
concertación de un fondo de compensación ecológica celebrada con los promoventes de cambios de utilización de
terrenos forestales; Comisión Federal de Electricidad, Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del
Gobierno del Estado y algunas compañías mineras, se contó con recursos para poner en operación la
instauración de áreas piloto de restauración ecológica donde se realizan mediciones directas de evaluación para
obtener modelos de comportamiento del proceso erosivo en la entidad (Domínguez ,2001; 14).
Para definir los lugares de las áreas piloto demostrativas de restauración ecológica se contó con las aportaciones y
validaciones de un Comité Técnico Estatal de Restauración y Conservación de Suelos y con la opinión favorable
del Consejo Técnico Consultivo Forestal y de Suelos del estado de Chihuahua, quienes se inclinaron por iniciarlas
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