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contaminación y de los efectos conocidos que ese nivel de
contaminación puede producir.
3.1.3.1 Marcas, leyendas y propagandas
El Artículo 14 establece que “toda información que se dé al consumidor acerca
de los componentes y propiedades de los bienes y servicios que se ofrezcan al
público deberá ser veraz y suficiente. Están prohibidas…, las marcas, las
leyendas y la propaganda comercial que no correspondan a la realidad, así
como las que induzcan o puedan inducir a error respecto de la naturaleza, el
origen, el modo de fabricación, los componentes, los usos, el volumen, peso o
medida, los precios, la forma de empleo, las características, las propiedades, la
calidad, la idoneidad o la cantidad de los bienes o servicios ofrecidos. “
3.1.3.2 Propaganda con imágenes
Por su parte, el Artículo 15 establece que “cuando la propaganda comercial
de un bien o de un conjunto de bienes se haga utilizando imágenes del bien
o del conjunto…, aparezcan películas, fotografías o dibujos del bien o del
conjunto de bienes, la cantidad de uno u otro, contenida dentro de envase o
empaque, deberá ser, como mínimo, la que aparezca en las imágenes
empleadas en la propaganda. En caso contrario, el productor responderá por
inducción a error al consumidor respecto de la cantidad.”
3.1.3.3 Precios
El Artículo 20 habla de los precios que se fijan en los bienes mismos y cómo
la indicación del precio fijado por los productores, proveedores o
expendedores debe estar en “el empaque, el envase o el cuerpo del bien o
en etiquetas adheridas a cualquiera de ellos.” Aunque esta ley aplica a los
bienes textualmente. Los precios de un espectáculo público deberían estar
fijados en algunos de los medios utilizados para su difusión para garantizar
uniformidad en el mensaje al consumidor. Sin embargo, en la normatividad
estudiada, no se encontró ningún Artículo que haga esta referencia.
3.1.3.4 Calidad e idoneidad
El Artículo 23 establece la responsabilidad de los proveedores o
expendedores sobre su bien o servicio en cuanto a la calidad e idoneidad del
mismo. La mala o deficiente calidad del bien o servicio, se demuestra con el
daño que ello cause.
En caso de mala calidad o deficiencia de bienes o servicios que no requieran
de un registro que garantice unas normas técnicas oficializadas, como es el
caso de los espectáculos públicos, se determinará si dicho bien o servicio “no
corresponde a las exigencias ordinarias y habituales del mercado, a juicio de
la autoridad competente (Superintendencia de Industria y Comercio)”
(Artículo 25). “La autoridad competente impondrá al productor, en ejercicio
del poder de policía, aún en forma concurrente, las siguientes sanciones
[relevantes para espectáculos públicos]:
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