06.06.2015 Views

Historia-de-los-heterodoxos-espanioles-1-menendez-pelayo

Historia-de-los-heterodoxos-espanioles-1-menendez-pelayo

Historia-de-los-heterodoxos-espanioles-1-menendez-pelayo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

582 HETERODOXOS<br />

.<br />

abriese, si no quería ver en sus dias la España <strong>de</strong>struida por gente bárbara. »<br />

Los pormenores <strong>de</strong> la entrada <strong>de</strong> D. Rodrigo se habían ido enriqueciendo<br />

más y más, hasta parar en la pluma <strong>de</strong>l buen Lozano : «L/egaron<br />

á una cuadra muy hermosa, labrada <strong>de</strong> primoroso artificio, y en medio<br />

<strong>de</strong>lla estaba una estatua <strong>de</strong> bronce, <strong>de</strong> espantable y formidable estatura,<br />

puestos <strong>los</strong> pies sobre un pilar <strong>de</strong> hasta tres codos <strong>de</strong> alto, y con una maza <strong>de</strong><br />

armas que tenia en las manos, estaba hiriendo en la tierra con fieros golpes».<br />

Basta <strong>de</strong> trascribir absurdos <strong>de</strong> <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia, aunque amenicen estas<br />

páginas. Si alguna prueba más necesitáramos <strong>de</strong> que la cueva toledana<br />

fué consi<strong>de</strong>rada en la Edad Media como aula <strong>de</strong> ciencias ocultas,<br />

nos la ofrecería D. Juan Manuel en el bellísimo cuento <strong>de</strong> don<br />

Illán y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>án <strong>de</strong> Santiago. vTeítia el <strong>de</strong>án muy gran voluntad <strong>de</strong> saber<br />

el arte <strong>de</strong> la nigromancia, y vínose en<strong>de</strong> á Toledo para apren<strong>de</strong>r con don<br />

Illán. Y D. Ulan, <strong>de</strong>spués que mandó á su criada a<strong>de</strong>rezar las perdices,<br />

llamó al <strong>de</strong>án, é entraron amos por ima escalera <strong>de</strong> piedra muy bien<br />

labrada, y fueron <strong>de</strong>scendiendo por ella muy grand pieza en guisa que parecían<br />

tan bajos que pasaba el rio Tajo sobre el<strong>los</strong>. É <strong>de</strong>sque fueron en<br />

cabo <strong>de</strong> la escalera, fallaron tma posada muy hiena en una cámara mucho<br />

apuesta que ahí avia, do estaban <strong>los</strong> libros y el estudio en que avian <strong>de</strong> leer» '<br />

Del resto <strong>de</strong>l cuento no hay para qué tratar aquí: es el bellísimo<br />

apólogo que reprodujo Alarcon en La Prueba <strong>de</strong> las Promesas. El <strong>de</strong>án<br />

<strong>de</strong> Santiago, en aquella especie <strong>de</strong> sueño, pasa á Obispo, á Car<strong>de</strong>nal,<br />

á Papa, y jamás cumple á su maestro D. Illán sus repetidas promesas.<br />

El sueño vuela cuando D, Illán manda asar las perdices. ¡Moralidad<br />

profunda, que pone á la vez <strong>de</strong> resalto la ingratitud humana,<br />

y lo <strong>de</strong>leznable y transitorio <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> la vida!<br />

El Arzobispo Silíceo, <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> poner término á las hablillas <strong>de</strong>l<br />

vulgo, hizo registrar la cueva, sin que pareciese en ella otra cosa<br />

que gran<strong>de</strong>s murciélagos, y tapiarla <strong>de</strong>spués -. Todavía en el siglo<br />

pasado se mostraban en Toledo unas casas arruinadas, que <strong>de</strong>cían<br />

haber pertenecido á D. Enrique <strong>de</strong> Villena,<br />

maestro en ellas <strong>de</strong> arte<br />

mágica; pero ésta <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> ser tradición postiza y mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong>l tiempo<br />

en que toda magia se atribuyó á D. Enrique.<br />

Otro ejemplo <strong>de</strong> ello tenemos en la Cueva <strong>de</strong> Salamanca, cuyas noticias<br />

son breves y confusas. Hasta el siglo XVI no tuvo el estudio<br />

salmantino la fama y notoriedad suficientes para que la tradición le<br />

añadiera cátedras <strong>de</strong> magia. Burlas y <strong>de</strong>vaneos <strong>de</strong> estudiantes, gente<br />

curiosa y alegre, que convertía en juego las artes mágicas, fueron<br />

1 El con<strong>de</strong> Lucanor. {Escritores en prosa anteriores al si¿;lo XV. Biblioteca Riva<strong>de</strong>neyra.)<br />

2 Asi lo cuenta Lozano.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!