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ESPAÑOLES 623
bernador y veedor de los tormentos de las pecadoras ánimas
Yo Celestina, tu más conocida cliéntula, te conjuro por la virtud y
fuerza de estas bermejas letras: por la sangre de aquella nocturna
ave con que están escritas; por la gravedad de aquestos nombres y
signos que en este papel se contienen; por la áspera ponzoña de las
víboras, de que este aceite fué hecho, con el cual uno este hilado, que
vengas sin tardanza á obedescer mi voluntad», etc.
Diciendo vade retro á esta terrorífica evocación, suspendo aquí la
historia de las artes mágicas en España, para continuarla en tiempo
oportuno '.
1 Advertiré, ya que esta nota sola me queda para hacerlo, que además del libro de la fascinación
de D. Enrique de Villena, hay otro, rarísimo y no menos absurdo, que en la portada
dice L;éro Je/ q/o, y en la primera página: Tractatus de fascinatione editus a magistro Didaco
Alvari Chanca, doctore alque medico Regís reginaeque (8.°, letra gótica, sin año ni lugar de
impresión; pero es, indudablemente, del tiempo de los Reyes Católicos. Signat. a-c.iiii.J El
único ejemplar que he visto pertenece á la selecta biblioteca de mi amigo el marqués de Pidal.
Merece reimprimirse.
El Dr. Álvarez Chanca escribió también un libro de alquimia, no menos raro que el del ojo.