Acta Ordinis 2010 N.1 - OFM

42 AN. CXXIX – IANUARII-APRILIS 2010 – N. 12.1. Estar al servicio de los hermanosTeniendo en cuenta nuestras fuentes inspiracionales,para el Ministro, estar al serviciode los hermanos comporta:• Amarlos, nutrirlos y cuidarlos, más que unamadre ama, nutre y cuida de su hijo (cf. Jn21, 15-17; 2R VI, 7), y proveer, “con cuidadosolícito y “como vean que aconseja lanecesidad”, a las necesidades de los hermanos(2R IV, 2-3).• Sentirse cercano a ellos y manifestarles dichacercanía en todo momento: cuando “estásano y puede corresponderle y cuandoestá enfermo y no puede corresponderle”(Adm 24).• Usar misericordia con el hermano que peca(cf. CtaM 9, 11), sin alterarse o turbarsepor su pecado (1R V, 7; cf. Adm 11): “másbien ayuden espiritualmente, como mejorpuedan, al que pecó, ya que no necesitan demédico los sanos, sino los enfermos (cf. Mt20, 25-26)(1R V, 8).• Ver en los miembros de la Fraternidad aun hermano y entablar con él relaciones deigualdad, de fraternidad y de amistad, sindesear, en ningún modo, ser consideradomás que los otros (cf. Adm 19), sino másbien rebajarse (cf. Fil 2, 6-11).• Corregir a los hermanos (cf. 2R X, 1ss) eimponerles “penitencia con misericordia”cuando pecaren (2R VII, 1ss), y comportarsecon dichos hermanos “como mejor le parezcaque conviene según Dios” (1R V, 6).• Distribuir a los hermanos en las provinciasy otros lugares, visitarlos frecuentemente yamonestarlos y animarlos espiritualmente(1R IV, 2).• “La autoridad está siempre al servicio delprogreso espiritual de cada uno” de los hermanosque el Señor le ha confiado (cf. VFC49). Esto significa velar para que ningunose pierda por su culpa (cf. 1R IV, 6). En estecontexto siento el deber de recordar que elsilencio ante el pecado del hermano puedeser causa de que llegue a perderse. Esto haceque “su misión prioritaria consiste en laanimación espiritual, comunitaria y apostólicade su comunidad” (VFC 50).En definitiva, para un Ministro estar al serviciode los hermanos es poner la persona delhermano y su fidelidad a la vocación a la queha sido llamado en el centro de sus preocupaciones,proveyendo “tal como querría que sehiciese con él si se encontrase en caso semejante”(cf. 1R VI, 2-3).Pero este estar al servicio de los hermanosimplica construir fraternidad. “La autoridad[…] está puesta también al servicio de la fraternidad,de su edificación y de la consecución desus fines espirituales y apostólicos” (VFC 48).Mientras se ocupa de asegurar un itinerario espiritualde la persona de cada hermano, ha detrabajar incansablemente por la edificación de lavida fraterna en comunidad (cf. VFC 48. 49). Lamisión prioritaria de un Ministro consiste prioritariamenteen “la animación espiritual, comunitariay apostólica de su comunidad” (VFC 50).Ello significa, entre otras cosas, que el superiorha de ponerse al servicio de la comuniónentre los hermanos, lo que a su vez comporta:• La creación de relaciones interpersonalesprofundas, auténticas y gozosas entre loshermanos, fruto de una vida fraterna queconvierte la comunidad en una “Scholaamoris... donde se aprende a amar Dios y alos hermanos (cf. CVF 25).• Empeñarse en primera persona en que loshermanos estén dispuestos a “llevar losunos las cargas de los otros” (Gál 6, 2) y encultivar algunas cualidades requeridas entoda relación humana, tales como: “educación,amabilidad, sinceridad, control de sí,delicadeza, sentido del humor, espíritu departicipación..., la alegre sencillez, la sinceridady confianza mutuas, la capacidad dediálogo, la adhesión sincera a una benéficadisciplina comunitaria” (CVF 26), recordandosiempre que la comunión se estableceal precio de la reconciliación (cf. PC 15),que comporta morir a uno mismo “para querenazca la vida fraterna” (CVF 25), y quees necesario “un camino de liberación interior”(CVF 21).• Trabajar, incansablemente, en curar las“heridas” causadas por experiencias negativasen la vida comunitaria, en crear puentesentre los hermanos que llevan una vida independiente,al margen de la fraternidad, aestrechar relaciones entre los hermanos queviven bajo un mismo techo, a crear fraternidadentre los hermanos que viven en unamisma comunidad.Esta delicada misión el Ministro sólo la podráejercer si se esfuerza constantemente en viviren estrecha comunión con los hermanos aél confiados. Es verdad que muchas veces nostocará ejercer el servicio de la autoridad en soledady a veces en solitario. De hecho hay situacionesque difícilmente podremos compartircon otros. A veces también tendremos que to-