13.07.2013 Views

Apuntes históricos sobre los fueros del antiguo Reino de Valencia

Apuntes históricos sobre los fueros del antiguo Reino de Valencia

Apuntes históricos sobre los fueros del antiguo Reino de Valencia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

con la condición <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r dar ni legar a clérigos, religiosos, o lugares píos, casas,<br />

huertos, viñas, u otras posesiones y hereda<strong>de</strong>s, y sí solo el precio <strong>de</strong> ellas; y si alguno<br />

dispusiese en contravención <strong>de</strong> esta ley, mandó que todos <strong>los</strong> bienes, sitios o raíces<br />

volviesen a <strong>los</strong> más próximos parientes.<br />

Para que <strong>los</strong> monasterios no <strong>de</strong>jasen burladas estas disposiciones por medio <strong>de</strong> las<br />

succesiones testadas o intestadas <strong>de</strong> sus religiosos, estableció y or<strong>de</strong>nó el Rey conquistador,<br />

que <strong>los</strong> lugares religiosos, ni sus individuos, no pudiesen suce<strong>de</strong>r por testamento o ab<br />

intestato en bienes algunos <strong>de</strong> ascendientes, <strong>de</strong>scendientes o trasversales; cuya disposición<br />

<strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse sólo relativa a <strong>los</strong> bienes inmuebles; que son <strong>los</strong> que no pue<strong>de</strong>n pasar a<br />

mano muerta sin privilegio <strong>de</strong> amortización.<br />

No sólo fue prohibida la trasportación <strong>de</strong> bienes sitios a manos muertas, sino también la<br />

hipoteca <strong>de</strong> el<strong>los</strong>; para lo cual acordó especial fuero en que estableció para siempre el<br />

mismo Rey D. Jaime I, que ni entre vivos ni entre muertos, ni por última voluntad, fuese<br />

<strong>de</strong>jada o empeñada, ni en otra manera enagenada, posesión o heredad alguna, casas o<br />

huertos, a lugares religiosos o a clérigos, prohibiendo el que <strong>sobre</strong> dichos bienes pudiera<br />

ninguno imponer censo o tributo a favor <strong>de</strong> la iglesia o lugares religiosos, anulando lo que<br />

se hiciere en contrario. Pero al mismo tiempo concedió, que cualquiera pudiese legar a<br />

asignar <strong>sobre</strong> sus bienes sitios, en testamento o última voluntad, capellanía, aniversario o<br />

cualquiera cosa que fuese dada anualmente por su alma a las iglesias o lugares religiosos;<br />

pero con la condición <strong>de</strong> que <strong>los</strong> bienes raíces permaneciesen siempre con su carga en<br />

personas seculares.<br />

También fue prohibido a <strong>los</strong> clérigos que pudiesen <strong>de</strong>jar, donar o trasportar por manera<br />

alguna bienes sitios o hereda<strong>de</strong>s a personas eclesiásticas o a clérigos, bajo pena <strong>de</strong> nulidad.<br />

Y lo mismo se mandó en cuanto a <strong>los</strong> caballeros que poseyesen bienes sitios, con<br />

prevención a <strong>los</strong> ciudadanos <strong>de</strong> que tampoco vendiesen casas o hereda<strong>de</strong>s a caballeros ni a<br />

clérigos, ni éstos a aquél<strong>los</strong>, no obstante cualquiera privilegio o licencia <strong><strong>de</strong>l</strong> Rey; aunque<br />

esta disposición quedó en parte modificada en 1252.<br />

Por otro privilegio dado en <strong>Valencia</strong> en 1251 se mandó que todos <strong>los</strong> caballeros,<br />

clérigos, religiosos y cualesquiera otras personas sin excepción, fuesen obligados a<br />

contribuir para la construcción y reparo <strong>de</strong> <strong>los</strong> muros y valladares; limpieza y custodia <strong>de</strong> la<br />

ciudad; composición <strong>de</strong> <strong>los</strong> puentes y caminos reales, y monda <strong>de</strong> las acequias.<br />

D. Pedro II estableció la pena <strong>de</strong> comiso en las Cortes que celebraron <strong>los</strong> valencianos el<br />

año 1342, en el caso que la iglesia o persona eclesiástica no vendiese <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un año la<br />

cosa que le fuese <strong>de</strong>jada; y mandó que <strong>los</strong> escribanos <strong><strong>de</strong>l</strong> reino hubiesen <strong>de</strong> <strong>de</strong>nunciar<br />

dichos legados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ocho días al Baile General, o a <strong>los</strong> locales. Después por su<br />

privilegio espedido en 24 <strong>de</strong> Setiembre <strong><strong>de</strong>l</strong> año 1351, también mandó se observase<br />

inconcusamente el fuero 7 <strong>de</strong> Don Jaime I, y que si el a<strong><strong>de</strong>l</strong>anto se hallase que algún lego o<br />

clérigo hubiese <strong>de</strong>jado censos o bienes con <strong>de</strong>stino a aniversarios, capellanías u otros usos<br />

píos, que <strong>de</strong> hecho se hubiesen transferido, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego fuesen ocupados e incorporados a<br />

la corona, sin darles precio alguno, por ser esto lo que <strong>de</strong>bía hacerse en iguales casos, según<br />

<strong>los</strong> Fueros: previniendo a <strong>los</strong> escribanos que, bajo la pena <strong>de</strong> quinientos escudos <strong>de</strong> oro, no

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!