I.Relatos.Aupazaragoza

Tras discutir con María, y comenzar a redactar la citación, solicitando la
identificación de todos los trabajadores, el partido concluyó, y el Real Zaragoza
había fracasado. Estaba en segunda. La gente hacía esfuerzos por no llorar, ya
que no bajaba un equipo, descendía una ciudad entera.
En ese instante observó como Manolo, con el delantal de cocina que
delataba su faena, comenzó a llorar desconsoladamente en su hombro.
Luis pensó que su tristeza era por la sanción que le podía caer al clan
familiar, cuando, de repente, comenzó a decir entre dientes: "Con la plantilla
que teníamos...".
Luis, de improviso, se marchó del bar sin decir nada, y sencillamente
pensó: el dolor se respeta.
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