I.Relatos.Aupazaragoza

TENEMOS UN EQUIPO COJONUDO
Luis Gómez Rivas
-“Tenemos un equipo cojonudo”.
Me acuerdo de escucharlo entrar en mi cuarto con la alegría especial
que concede el poder compartir la alegría con otros. Recuerdo como si fuera
hoy un loro grande y negro que tenía “para cintas y para música, tío” donde una
retransmisión múltiple de lo partidos decía que el Zaragoza había levantado un
2-1 al Betis (recuerdo clarísimamente que era el Betis, no por nada en
especial), y había puesto un 3-2. Me acuerdo de la sensación más que del
partido mientras el torrente de palabras que llegaba a mi antena decía que
habíamos marcado. Habían pasado ya los tiempo de la Recopa pero la resaca
de esa tormenta todavía podía hacer naufragar a muchos en las aguas siempre
complicadas de un juego veloz y alegre, que nos hacía perder contra el
Albacete y ganar contra el Madrid. Me acuerdo también de esto como si fuera
hoy, de ganar al Madrid (no muchas veces) .Volver a clase en primaria, hinchar
el pecho de orgullo delante de los vikingos del oportunismo y los millones y
decir con sonrisa picara “¿Qué tal el partido el domingo, tío, lo viste? “,¿No?”,
”¿No lo viste?”. Naturalmente eran pocas veces y nuestras “riñas” acerca de lo
que para aquel entonces consideraba una traición imperdonable, el ser de uno
de los llamados grandes del fútbol naciendo en la ciudad del Ebro y del gol de
Nayim, se arreglaba con un partidillo en el recreo en los que no solía tocar bola
y que normalmente presentaban un ajustado marcador como aquel 19-21
donde marqué un gol. No hay como el fútbol para hacer a la olvidar a la gente
las cosas importantes, como el fútbol.
-“¿Qué prefieres, correr o andar rápido?”
Qué tipo, mi padre. Correr o andar rápido. Que además, siendo tan crío,
más que correr o andar volaba de su mano. Menudo dilema existencial me
planteó y todo por llegar tarde a un juego inventado por los ingleses en el siglo
XIX. Bueno, a este respecto quizás convendría aclarar que el concepto de
“tarde” para mi padre es aproximadamente veinte minutos antes de la hora
convenida, treinta si se trata de un evento con mucha gente. El público se
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