14.04.2014 Views

I.Relatos.Aupazaragoza

I.Relatos.Aupazaragoza

I.Relatos.Aupazaragoza

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

de goleador pero todo el mundo le tiene cariño. Mi padre y yo nos caímos hacia<br />

atrás de júbilo. Escribo esto y casi se me caen las lágrimas de recordarlo. Que<br />

alegría, que ilusión indescriptible. Termina el primer tiempo y la grada no para<br />

de cantar el himno agitando las bufandas en un mosaico precioso. Recordemos<br />

que estábamos a casi cuarenta grados pero la gente le daba igual. Nosotros<br />

llevábamos bufandas muy antiguas porque no teníamos dinero para<br />

comprarnos una conmemorativa de la final. Ahora esas bufandas las guardo en<br />

el trastero de mi casa como si fueran un tesoro. En el descanso todo el mundo<br />

fue al baño sofocado por la calor y animar con el bufandeo hasta la<br />

extenuación. Todo se acumulaba y la emoción estaba a flor de piel. Recuerdo<br />

la escena de los lavabos como si fuera ayer. Todas las generaciones juntas<br />

tirando agua como si fuera una fiesta. Abuelos y nietos con padres e hijos<br />

cantando empapándose de agua para refrescarse cantando. Hacía un eco<br />

ensordecedor en el lavabo y pitaban los oídos pero aún así la gente seguía<br />

gritando poseída. Es cuando me di cuenta que ese partido lo íbamos a ganar.<br />

Llegamos otra vez a nuestros asientos y les guardamos el sitio y las mochilas a<br />

nuestros nuevos amigos para que fueran ellos ahora al servicio. No sin antes<br />

darnos un abrazo como si nos conociéramos de toda la vida. Empezó la<br />

segunda la tarde y estaba claro lo que iba a pasar. El Zaragoza se dedicaría<br />

aguantar a la heroica y salir al contraataque. Al ponerse el partido de esa<br />

manera los hinchas gallegos despertaron pero como dijo Galdós, “Zaragoza no<br />

se rinde” y no nos dejamos amedrentar. Volvió a su asiento mi amigo con su<br />

padre y nos volvimos a quitar las camisetas juntos para agitarlas en el aire<br />

mientras cantábamos. Parecía que éramos un náufrago de una isla, que hace<br />

eso para que un barco lo vea y lo rescate. Nosotros en cambio queríamos que<br />

nuestro equipo nos viera para que supieran que estábamos a muerte con ellos.<br />

Los segundos 45 minutos fueron un acoso. El Celta salió en tromba y el<br />

Zaragoza a defender. Los rusos y Gustavo López dejaron clara su calidad, pero<br />

como dice el Ligallo, no hay que reblar. Los blanquillos se defendieron con<br />

uñas y dientes y Yordi gol metió el tercero. Ese delantero que sus carencias<br />

con los pies las contrarrestaba con la cabeza. Uno a tres. La gente emocionaba<br />

cantaba el alirón. El árbitro pitó el final del partido.<br />

- 144 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!