I.Relatos.Aupazaragoza

navarro en el minuto 25 decidí que ya tenía suficiente. Una afrenta como tantas
sufridas desde el año 2008.
Aprovechando que tenía el ordenador encendido me dispuse a ordenar
las fotos de las vacaciones de los últimos años. Tras las de Alemania le tocaba
el turno a las de Rusia, viaje que empezaba en San Petersburgo y finalizaba en
Moscú, 7 días más tarde. Fotos del museo del Hermitage, de la Perspectiva
Nevsky, de la Iglesia de la Sangre Derramada, fotos de jóvenes rusas que
paseaban aprovechando el sol de septiembre. (Sí, teníamos la costumbre de
fotografiar de forma discreta en todos los viajes la belleza de las mujeres
autóctonas. Mención especial para aquellas berlinesas-si es que lo eran- que
se dedicaban al oficio más viejo del mundo).
No puede ser, pensé, esa chica que está en el centro de ese grupo se
parece a…. Pasé a la siguiente foto, pero era de una de esas cúpulas de
iglesias rusas. Como a la vuelta de cada viaje teníamos la costumbre de
intercambiarnos las fotos entre todos, decidí echar un vistazo a las de Rafael. Y
ya no me quedó la más mínima duda, él había hecho tres fotos y en dos de
ellas se apreciaba con nitidez el bello rostro de Yekaterina; en la tercera
aparecía de cuerpo entero junto a 6 jóvenes más. Inmediatamente le telefoneé
y descolgó echando pestes del partido y sugiriendo la posibilidad de fusilar al
amanecer al equipo contra las tapias del cementerio de Torrero, opción que no
me pareció en modo alguno descabellada. Le expuse lo que yo creía que había
visto y una hora y media más tarde me llamó y me confirmó que sí, que era ella
sin posibilidad de error.
El resto vino rodado. En las fotos se apreciaban, aparte de aquellas
muchachas rusas vestidas de forma un tanto provocativa aunque elegante, los
rótulos de un conocido hotel de la ciudad. Sí, se trataba del hotel del famoso
escándalo de aquellos empresarios españoles tan importantes, cuyos nombres
no salieron jamás a la luz, que quisieron celebrar uno de los suculentos
contratos anteriores a la crisis con caviar, champán, mujeres y quizás otras
sustancias. Parece ser que alguno se excedió en el trato con alguna de
aquellas chicas. Se intentó presentar denuncias, aunque el asunto quedó
rápidamente en el olvido porque había mucho en juego y se usó la mejor
mordaza que se conoce: el dinero. Las fechas de las fotos y del escándalo
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