I.Relatos.Aupazaragoza

La ceremonia de recogida de trofeo fue preciosa y ahora sí recuerdo
esa felicidad que me desbordaba. Era mi primera final con quince años y me
sentía el más afortunado del mundo. La vuelta mi padre y yo volvimos
dándonos muchos abrazos y al llegar a Zaragoza nos despedimos de nuestros
compañeros de viaje no sin antes darnos los teléfonos. Cuando llegamos a
casa mi madre no dio un par de besos a cada uno y nos dio la enhorabuena.
Ahora si que estoy llorando porque mi padre ya no está. Se lo llevó un cáncer.
Pero las cosas no van tan mal. Oposité y ahora soy profesor de escuela.
No somos ricos pero no nos falta de nada y por cierto soy padre. Tengo ganas
de que mi hijo crezca para contarle como fue esa final y enseñarle fotos de su
abuelo para que lo conozca. Ya le he comprado el equipaje del Real Zaragoza
porque si mi padre y mi abuelo fueron zaragocistas mi hijo lo será también. Los
amigos que hice en Sevilla se llaman Carlos padre e hijo, y nos hemos hecho
tan amigos que a Carlos hijo lo invité a mi boda. Ya veis que además de ganar
una copa gané un gran amigo. En estos tiempos tan malos para el
zaragocismo, recuerdo ese día y los abrazos cálidos de mi padre que ya no
está.
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