Una introducción a la teorÃa literaria - Exordio
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excepcional de <strong>la</strong> vida psíquica del paciente dentro de una situación en <strong>la</strong> cual puede intervenir.<br />
(Entre otras, una de <strong>la</strong>s razones por <strong>la</strong>s que los psicoanalistas deben hacerse analizar es porque,<br />
dentro de límites razonables, conviene que conozcan sus propios procesos inconscientes y puedan<br />
resistir, hasta donde sea posible, el peligro de "contratransferir" sus propios problemas a los de sus<br />
pacientes). Por virtud de este drama de <strong>la</strong> transferencia, y de <strong>la</strong> penetración e intervenciones que<br />
permite al analista los problemas del paciente se redefinen gradualmente en función de <strong>la</strong> situación<br />
analítica. Paradójicamente, en este sentido los problemas que se manejan en el consultorio no<br />
coinciden nunca exactamente con los problemas de <strong>la</strong> vida real del paciente; quizá tienen algo de <strong>la</strong><br />
re<strong>la</strong>ción "novelesca" que el texto literario tiene con los materiales tomados de <strong>la</strong> vida real a los cuales<br />
transforma. Nadie sale del consultorio curado exactamente de los problemas con los que entró.<br />
Es probable que el paciente se resista a dejar entrar al analista a su inconsciente empleando un buen<br />
número de técnicas bien conocidas, pero si todo marcha bien el proceso transferencial permitirá que<br />
sus problemas se abran paso y lleguen a <strong>la</strong> conciencia. Al disolver <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de transferencia en el<br />
momento adecuado el analista podrá abrigar esperanzas de liberar al paciente de esos problemas.<br />
Para describir este proceso también puede decirse que el paciente logra recordar partes de su vida<br />
que ha reprimido: puede hacer un re<strong>la</strong>to nuevo y más completo sobre sí mismo, que facilita <strong>la</strong><br />
interpretación y da sentido a <strong>la</strong>s perturbaciones que lo aquejan. Entonces logra su efecto <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada<br />
"curva par<strong>la</strong>nte".<br />
Quizá <strong>la</strong> mejor forma de resumir <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor del psicoanálisis se encuentre en uno de los lemas<br />
de Freud: "El ego estará donde antes estaba el id". Donde hombres y mujeres se hal<strong>la</strong>ban<br />
dominados por fuerzas paralizantes que no comprendían, ahora reinará <strong>la</strong> razón y el dominio de sí<br />
mismo. Ese lema hace que Freud parezca más racionalista de lo que realmente fue. Aun cuando<br />
alguna vez haya comentado que, en fin de cuentas, nada puede resistir a <strong>la</strong> razón y a <strong>la</strong> experiencia,<br />
estaba muy lejos de subestimar lo que pueden lograr <strong>la</strong> astucia y <strong>la</strong> obstinación de <strong>la</strong> mente. En<br />
conjunto, su apreciación de <strong>la</strong> capacidad humana es conservadora y pesimista, estamos dominados<br />
por el afán de p<strong>la</strong>cer y por <strong>la</strong> aversión a cuanto nos lo pueda frustrar. En libros posteriores ve a <strong>la</strong><br />
especie humana <strong>la</strong>nguideciendo en garras de un aterrador impulso hacia <strong>la</strong> muerte, de un<br />
masoquismo primario que el ego desata sobre sí mismo. La meta final de <strong>la</strong> vida es <strong>la</strong> muerte, un<br />
retorno a un estado dichosamente inanimado donde el ego ya no puede ser <strong>la</strong>stimado. Eros -<strong>la</strong><br />
energía sexual- es <strong>la</strong> fuerza que construye <strong>la</strong> historia, pero se hal<strong>la</strong> encerrado en una trágica<br />
contradicción con Tánatos o el impulso hacia <strong>la</strong> muerte. Luchamos por pasar ade<strong>la</strong>nte pero<br />
constantemente somos empujados hacia atrás, esforzándonos por tornar a un estado en que aun no<br />
éramos conscientes. El ego es una unidad <strong>la</strong>mentable y precaria, golpeada por el mundo externo,<br />
f<strong>la</strong>ge<strong>la</strong>da por <strong>la</strong>s crueles reconvenciones del superego, acosada por <strong>la</strong>s exigencias avaras e<br />
insaciables del id. La compasión de Freud por el ego es compasión por <strong>la</strong> especie humana, sobre <strong>la</strong><br />
cual pesan <strong>la</strong>s exigencias casi intolerables de una civilización edificada sobre <strong>la</strong> represión del deseo<br />
y <strong>la</strong> postergación del p<strong>la</strong>cer. Desdeñaba <strong>la</strong>s proposiciones utópicas para cambiar esta condición,<br />
pero aun cuando muchos de sus puntos de vista sociales eran convencionales y autoritarios, miraba<br />
con indulgencia ciertos intentos por abolir o al menos reformar <strong>la</strong>s instituciones de <strong>la</strong> propiedad<br />
privada y del Estado nacional. Obraba así porque estaba profundamente convencido de que <strong>la</strong><br />
sociedad se hizo tiránicamente represiva. Como dice en El porvenir de una ilusión, si una sociedad no<br />
se ha desarrol<strong>la</strong>do más allá del punto en el cual <strong>la</strong> satisfacción de un grupo de sus miembros<br />
depende de <strong>la</strong> superación de otro, se comprende que los suprimidos abriguen una profunda<br />
hostilidad por una cultura cuya existencia fue posible gracias al trabajo que ellos desarrol<strong>la</strong>ron,<br />
pero en cuyas riquezas tienen una participación mínima. ―No hace falta decir‖, observa Freud, ―que<br />
una civilización que deja insatisfechos a un número tan grande de sus integrantes y los empuja a <strong>la</strong><br />
revuelta, ni tiene ni merece perspectivas de <strong>la</strong>rga vida‖.<br />
<strong>Una</strong> teoría tan compleja y original como <strong>la</strong> de Freud está sujeta a imp<strong>la</strong>cables controversias.<br />
El freudismo ha sido atacado en muchos terrenos y no debe pensarse que está libre de problemas.<br />
Estos se p<strong>la</strong>ntean, por ejemplo, sobre <strong>la</strong> forma en que deberían ponerse a prueba sus doctrinas,<br />
sobre lo que debe considerarse favorable o adverso a sus afirmaciones. Como dijo un conductista<br />
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