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Una introducción a la teoría literaria - Exordio

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cualquier cosa. Después de todo ¿qué podría detenernos? Literalmente no tiene fin el número de<br />

contextos que pueden idearse para que <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras adquieran significados diferentes. En otro<br />

sentido, <strong>la</strong> idea no pasa de ser una simple fantasía nacida en <strong>la</strong> mente de quienes han pasado<br />

demasiado tiempo en <strong>la</strong>s au<strong>la</strong>s. Dichos textos pertenecen al conjunto de una lengua, tienen<br />

complicados nexos con otras prácticas lingüísticas, por mucho que <strong>la</strong>s trastornen y violen. En<br />

realidad, el lenguaje no es algo con lo cual podamos hacer lo que nos venga en gana. Si no puedo<br />

leer <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ruiseñor sin pensar en <strong>la</strong> felicidad que me proporcionaría el abandonar <strong>la</strong> gran<br />

ciudad y so<strong>la</strong>zarme en <strong>la</strong> naturaleza, es c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra ejerce su poder para mí o sobre mí, que<br />

no se evapora como por arte de magia cuando <strong>la</strong> encuentro en un poema. Esto es parte de lo que<br />

significa que <strong>la</strong> obra <strong>literaria</strong> restringe <strong>la</strong>s interpretaciones que de el<strong>la</strong> hacemos, o que su<br />

significado, hasta cierto punto, se hal<strong>la</strong> inmanente en el<strong>la</strong>. El lenguaje es un campo de fuerzas<br />

sociales que nos mode<strong>la</strong>n profundamente. Es un desvarío académico considerar <strong>la</strong> obra <strong>literaria</strong><br />

como una palestra de infinitas posibilidades que van más allá de el<strong>la</strong> misma.<br />

Sin embargo, al interpretar un poema se tiene más libertad -esto es importante- que al<br />

interpretar un aviso del metro londinense. Hay más libertad porque en el segundo caso el lenguaje<br />

forma parte de una situación práctica que tiende a excluir ciertas interpretaciones del texto y a<br />

legitimar otras. Como ya vimos, se trata de una coerción significativa pero por ningún concepto<br />

absoluta. En el caso de <strong>la</strong>s obras <strong>literaria</strong>s se presentan a veces situaciones prácticas que excluyen<br />

ciertas interpretaciones pero autorizan otras, a <strong>la</strong>s que se da el nombre de mentores. La institución<br />

académica, el conjunto de formas socialmente legitimadas de leer <strong>la</strong>s obras sirven de freno. Por<br />

supuesto, esas formas autorizadas nunca son ―naturales‖, pero tampoco son simple y l<strong>la</strong>namente<br />

académicas: se re<strong>la</strong>cionan con formas de evaluación e interpretación que predominan en el conjunto<br />

de una sociedad. Actúan cuando leo en el tren una nove<strong>la</strong> popu<strong>la</strong>r, y no sólo cuando leo un poema<br />

en un au<strong>la</strong> universitaria. Con todo, leer una nove<strong>la</strong> no es lo mismo que leer los letreros de una<br />

carretera, porque el lector no recibe un contexto prefabricado que hace inteligible el lenguaje. <strong>Una</strong><br />

nove<strong>la</strong> que principia con estas pa<strong>la</strong>bras: ―Lok iba corriendo a toda velocidad‖ dice implícitamente<br />

al lector: ―Lo invito a imaginar un contexto en el cual tenga sentido decir ‗Lok iba corriendo a toda<br />

velocidad‘‖. 9 La nove<strong>la</strong> e<strong>la</strong>borará poco a poco el contexto, o bien, si se prefiere, el lector lo irá<br />

e<strong>la</strong>borando poco a poco para <strong>la</strong> nove<strong>la</strong>. Pero aun en este caso no habría total libertad interpretativa.<br />

Como hablo una lengua determinada, <strong>la</strong>s aplicaciones sociales de pa<strong>la</strong>bras como ―corriendo‖ rigen<br />

los intentos por hal<strong>la</strong>r contextos apropiados de significado. Sin embargo, no encuentro una barrera<br />

como <strong>la</strong> que impone el letrero que dice: ―Prohibida <strong>la</strong> entrada‖. Esta es una de <strong>la</strong>s razones por <strong>la</strong>s<br />

cuales <strong>la</strong> gente a menudo se hal<strong>la</strong> en profundo desacuerdo sobre el significado del lenguaje tratado<br />

en forma ―<strong>literaria</strong>‖.<br />

Al principio de este libro puse en duda <strong>la</strong> idea de que <strong>la</strong> ―literatura‖ sea un objeto<br />

inalterable. Dije también que los valores literarios cuentan con bastante menos garantías de lo que a<br />

veces se piensa. Vimos ya que no es tan fácil como suele creerse enc<strong>la</strong>var <strong>la</strong> obra <strong>literaria</strong> dentro de<br />

un molde. La intención del autor es un c<strong>la</strong>vo que podría fijar su significado, pero ya expusimos<br />

algunos de los problemas que encierra esta táctica (al discutir <strong>la</strong>s teorías de E. D. Hirsch).<br />

Encontramos otro c<strong>la</strong>vo en <strong>la</strong> ―estrategia interpretativa‖ de Fish, una especie de aptitud que<br />

probablemente tienen los lectores (al menos los que recibieron formación académica). Es sin duda<br />

cierto que existe una institución académica que se encarga de determinar cuales interpretaciones<br />

están por lo general permitidas. En <strong>la</strong> ―institución <strong>literaria</strong>‖ quedan incluidos los editores, los jefes<br />

de redacción, los correctores y los cronistas, además de los académicos. Ahora bien, dentro de <strong>la</strong><br />

institución <strong>la</strong>s diversas interpretaciones quizá luchen entre sí, lo cual quedaría sin explicar en el<br />

modelo que propone Fish, pues en <strong>la</strong> lucha no participarían sólo tal o cual interpretación de<br />

Hölderlin, sino diversas categorías, diversos procedimientos convencionales y <strong>la</strong>s propias<br />

estrategias de interpretación. Probablemente pocos maestros o cronistas aplicarían sanciones a una<br />

9 Cf. T. A. van Dijk, Some Aspects of Textual Grammars: A Study in Theoretical Linguistics and Poetics (La Haya, 1972).<br />

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