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Una introducción a la teoría literaria - Exordio

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toda <strong>la</strong> conducta humana consiste en <strong>la</strong> evitación del dolor y en <strong>la</strong> obtención del p<strong>la</strong>cer: es una<br />

forma de lo que en filosofía se denomina hedonismo. La razón por <strong>la</strong> cual <strong>la</strong> gran mayoría de <strong>la</strong><br />

gente lee poemas, nove<strong>la</strong>s y obras de teatro es porque le producen p<strong>la</strong>cer. Se trata de algo tan obvio<br />

que rara vez se menciona en <strong>la</strong>s universidades. Bien sabemos que es difícil seguir teniendo gusto<br />

por <strong>la</strong> literatura después de haber pasado varios años estudiándo<strong>la</strong> en <strong>la</strong>s universidades (en todo<br />

caso en <strong>la</strong> mayoría de el<strong>la</strong>s). Muchos cursos universitarios de literatura parecen concebidos para<br />

evitar que se alcance ese gusto, ese p<strong>la</strong>cer. Quienes después de padecer esos cursos aun pueden<br />

gozar con una obra <strong>literaria</strong> deben considerarse o héroes o maniáticos. Como vimos en páginas<br />

anteriores, el hecho de que leer literatura sea por lo general una actividad p<strong>la</strong>centera presenta un<br />

problema serio para quienes ven ante todo en <strong>la</strong> lectura una ―disciplina‖ académica: era<br />

indispensable que <strong>la</strong> lectura en cierta forma inspirara temor y desanimara a fin de que <strong>la</strong>s letras<br />

inglesas pudieran hacerse acreedoras al título de respetables parientes de los clásicos. Mientras<br />

tanto, fuera de los recintos universitarios <strong>la</strong> gente seguía devorando nove<strong>la</strong>s románticas, históricas<br />

o espeluznantes sin tener <strong>la</strong> menor idea de <strong>la</strong>s ansiedades académicas.<br />

Es sintomático de esta curiosa situación que el término ―gusto‖ o ―p<strong>la</strong>cer‖ insinúe<br />

trivialidad: es una pa<strong>la</strong>bra mucho menos seria que el término ―serio‖. Decir que un poema nos<br />

causa intenso p<strong>la</strong>cer parece, como juicio crítico, menos aceptable que afirmar nos pareció<br />

moralmente profundo. Es difícil no sentir que <strong>la</strong> comedia es más superficial que <strong>la</strong> tragedia. Entre<br />

los puritanos de Cambridge que hab<strong>la</strong>n desange<strong>la</strong>damente de ―seriedad moral‖ y los hidalgos<br />

oxfordianos a quienes George Eliot les parece ―divertido‖, parece que hay poco espacio para una<br />

teoría más adecuada acerca del p<strong>la</strong>cer. Pues bien, el psicoanálisis proporciona, entre otras cosas,<br />

precisamente esa teoría: su bien colmado arsenal intelectual se dedica a <strong>la</strong> investigación de<br />

cuestiones fundamentales como qué produce y qué no produce p<strong>la</strong>cer a <strong>la</strong> gente, cómo puede<br />

disminuir su infelicidad y hacer que aumente su felicidad. Si el freudismo es una ciencia interesada<br />

en el análisis impersonal de <strong>la</strong>s fuerzas psíquicas, es una ciencia comprometida con <strong>la</strong> emancipación<br />

de los seres humanos de lo que frustra su realización y su bienestar. Es una teoría al servicio de <strong>la</strong><br />

práctica transformante, y en esa medida sí presenta un paralelo con <strong>la</strong> política radical. Reconoce que<br />

el p<strong>la</strong>cer y el desagrado son cuestiones complejas en extremo, diferentes de los juicios de los críticos<br />

literarios tradicionales para quienes el hab<strong>la</strong>r de p<strong>la</strong>ceres o repugnancias personales es sólo una<br />

expresión re<strong>la</strong>tiva al ―gusto‖ que no es posible analizar más a fondo.<br />

Para críticos así, el decir que a usted le agradó un poema constituye el punto final de <strong>la</strong><br />

argumentación, pero para otro tipo de crítico es ahí mismo donde principia <strong>la</strong> argumentación.<br />

Con esto no se sugiere que el psicoanálisis por sí mismo suministre <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ve de ciertos<br />

problemas re<strong>la</strong>tivos al valor literario y al gusto. Ciertos trozos nos agradan o desagradan no sólo a<br />

causa del juego inconsciente de impulsos que provocan en nosotros, sino a causa de ciertos<br />

compromisos y predilecciones conscientes que compartimos. Existe una compleja interacción entre<br />

estas dos regiones, <strong>la</strong> cual debe demostrarse en el examen detal<strong>la</strong>do de un texto literario en<br />

particu<strong>la</strong>r. 10 Los problemas literarios re<strong>la</strong>tivos al valor y al gusto parecerían encontrarse en <strong>la</strong>s<br />

proximidades del punto de unión del psicoanálisis, de <strong>la</strong> lingüística y de <strong>la</strong> ideología, pero hasta <strong>la</strong><br />

fecha es una cuestión poco estudiada. No obstante, sabemos lo suficiente para sospechar que es<br />

mucho más fácil decir por qué a alguien le agradan ciertas disposiciones de vocablos de lo que ha<br />

creído <strong>la</strong> crítica <strong>literaria</strong> convencional.<br />

Hay algo aun más importante: es posible que mediante una comprensión más cabal del<br />

p<strong>la</strong>cer o del desagrado que los lectores encuentran en <strong>la</strong> literatura se pueda arrojar una luz no fuerte<br />

pero sí significativa sobre problemas serios re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong> felicidad y a <strong>la</strong> infelicidad. <strong>Una</strong> de <strong>la</strong>s<br />

tradiciones más fecundas nacidas de los libros de Freud es una que se hal<strong>la</strong> muy alejada de lo que<br />

pueda preocupar a un Lacan: se trata de un tipo de obra psicoanalítico-política enfocada a <strong>la</strong><br />

felicidad como factor que afecta a toda una sociedad. En este aspecto se destacan <strong>la</strong>s obras del<br />

psicoanalista alemán Wilhelm Reich, <strong>la</strong>s de Herbert Marcuse y <strong>la</strong>s de otros miembros de <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada<br />

10 Consúltese mi ensayo “Poetry, Pleasure and Politics: Yeats´s „Easter 1916‟”, en <strong>la</strong> revista Formations (Londres,<br />

aparecerá próximamente).<br />

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