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Una introducción a la teoría literaria - Exordio

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sobre <strong>la</strong> crítica, <strong>la</strong> consecuencia es que también es un ―no tema‖.<br />

Quizá haya que buscar en otra parte <strong>la</strong> unidad de los estudios literarios. Quizá <strong>la</strong> crítica<br />

<strong>literaria</strong> y <strong>la</strong> teoría <strong>literaria</strong> se refieran exclusivamente a cualquier forma de hab<strong>la</strong>r (por supuesto, a<br />

cierto nivel de ―competencia‖) sobre un objeto l<strong>la</strong>mado literatura. Quizá sea el objeto, no el método,<br />

lo que distingue y delimita el discurso. Mientras el objeto permanezca re<strong>la</strong>tivamente estable,<br />

podemos pasar tranqui<strong>la</strong>mente y sin desorientarnos del método biográfico al mitológico y al<br />

semiótico. Pero, como asenté en <strong>la</strong> Introducción <strong>la</strong> literatura carece de esa estabilidad. La unidad del<br />

objeto es tan ilusoria como <strong>la</strong> unidad del método. ―La literatura‖, como dijo alguna vez Ro<strong>la</strong>nd<br />

Barthes, ―es lo que se enseña‖.<br />

Quizá esta falta de unidad metodológica en los estudios literarios no deba preocuparnos<br />

más de <strong>la</strong> cuenta. Al fin y al cabo se pasaría de atrevido quien quisiera definir <strong>la</strong> geografía o <strong>la</strong><br />

filosofía, o estableciera diferencias bien marcadas entre <strong>la</strong> sociología y <strong>la</strong> antropología, o definiera <strong>la</strong><br />

―historia‖ sin más ni más. Quizá debiéramos ensalzar <strong>la</strong> pluralidad de métodos críticos, adoptar<br />

una posición tolerantemente ecuménica y alegrarnos porque nos liberamos de <strong>la</strong> tiranía que<br />

ejercería un procedimiento único. Sin embargo, antes de ponernos excesivamente eufóricos,<br />

debemos fijarnos en que aquí también aparecen ciertos problemas. Por principio de cuentas, no<br />

todos estos métodos son mutuamente compatibles. Por muy liberales y generosos que deseemos<br />

ser, es probable que el tratar de combinar estructuralismo, fenomenología y psicoanálisis nos lleve a<br />

un co<strong>la</strong>pso nervioso en vez de a una bril<strong>la</strong>nte carrera <strong>literaria</strong>. Los críticos que hacen ostentación de<br />

su pluralismo, usualmente pueden hacerlo porque los diferentes métodos en que están pensando<br />

no son tan diferentes después de todo. Además, algunos de esos ―métodos‖ a duras penas podrían<br />

considerarse como tales. A muchos críticos literarios les desagrada hasta <strong>la</strong> idea de método y<br />

prefieren trabajar a base de vislumbres y corazonadas, de intuiciones y percepciones súbitas. Quizá<br />

tenga ventajas el hecho de que esta forma de proceder no se haya todavía introducido en <strong>la</strong><br />

medicina o en <strong>la</strong> ingeniería aeronáutica, pero aun así no debería tomarse completamente en serio<br />

esta modesta forma de descartar el método pues <strong>la</strong>s vislumbres y corazonadas que uno pueda tener<br />

dependerán de una estructura de supuestas intuiciones, a menudo tan tenaz como <strong>la</strong> de cualquier<br />

estructuralista. Es realmente notable que tal ―crítica intuitiva‖, basada no en el ―método‖ sino en <strong>la</strong><br />

―sensibilidad inteligente‖, a menudo parece no intuir; pongamos por caso <strong>la</strong> presencia de valores<br />

ideológicos en <strong>la</strong> literatura. Sin embargo, no hay razón —lo reconocen estos mismos críticos— para<br />

que no se intuya esa presencia. Se tiene <strong>la</strong> impresión de que algunos críticos tradicionales sostienen<br />

que otras personas son partidarias de <strong>la</strong>s teorías pero que ellos prefieren leer <strong>la</strong> literatura<br />

linealmente. Es decir, ninguna predilección ni teórica ni ideológica se interpone entre ellos y el<br />

texto: no es ideológico describir como resignación madura el mundo de <strong>la</strong>s últimas obras de George<br />

Eliot, pero sí lo es afirmar que da muestras de evasión y de compromiso. Es, por lo tanto, difícil<br />

discutir con esos críticos sobre preconcepciones ideológicas porque el poder que <strong>la</strong> ideología ejerce<br />

sobre ellos queda c<strong>la</strong>rísimo en el hecho de estar convencidos de <strong>la</strong> ―inocencia‖ o ―pureza‖ de su<br />

forma de leer. Leavis fue ―doctrinal‖ cuando atacó a Milton, pero no C. S. Lewis cuando lo<br />

defendió. Los críticos feministas son quienes insisten en confundir <strong>la</strong> literatura con <strong>la</strong> política al<br />

examinar <strong>la</strong>s imágenes novelescas del sexo, y no los críticos convencionales que obran<br />

políticamente al argüir que <strong>la</strong> C<strong>la</strong>rissa de Richardson es en gran parte culpable de que <strong>la</strong> hayan<br />

vio<strong>la</strong>do.<br />

Aún sí, el hecho de que algunos métodos críticos sean menos metódicos que otros hasta<br />

cierto punto pone en aprietos a los pluralistas que creen que en todo se encuentra algo de verdad.<br />

(Este pluralismo teórico también tiene su corre<strong>la</strong>to político: el buscar comprender todos los puntos<br />

de vista muy a menudo sugiere que uno se encuentra desinteresadamente por encima de esas cosas<br />

o en el justo medio, y que desea resolver criterios opuestos dentro de un consenso que implica<br />

rechazar esta verdad <strong>la</strong> solución de ciertos conflictos se hal<strong>la</strong> únicamente en un <strong>la</strong>do). La crítica<br />

<strong>literaria</strong> se parece a un <strong>la</strong>boratorio donde parte del personal está sentado ante los tableros que<br />

contro<strong>la</strong>n los aparatos y vestido con batas b<strong>la</strong>ncas, mientras que los demás juegan a cara o cruz con<br />

una moneda o hacen cosas de este tipo. Los aficionados elegantes chocan con los profesionales<br />

inflexibles, y al cabo de unos cien años de ―letras inglesas‖ aún no se decide a cual campo pertenece<br />

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