Una introducción a la teorÃa literaria - Exordio
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texto significa‖ y ―lo que significa para mí‖. Mi exposición sobre lo que Macbeth pudo haber querido<br />
decir dentro de <strong>la</strong>s condiciones culturales de su época no pasa de ser mi exposición, inevitablemente<br />
influida por mi propio lenguaje y por mis marcos de referencia cultural. Nunca podría, acudiendo<br />
exclusivamente a mis propios recursos, llegar a saber en forma absolutamente objetiva lo que en<br />
realidad Shakespeare tenía en <strong>la</strong> mente. La objetividad absoluta así, no pasa de ser una ilusión.<br />
Hirsch no busca esa objetividad absoluta, en gran parte porque sabe que no puede alcanzar<strong>la</strong> y que<br />
debe contentarse con reconstruir <strong>la</strong> ―probable‖ intención del autor. Por otra parte, no presta<br />
atención a <strong>la</strong>s únicas formas en que puede proceder dicha reconstrucción dentro de sus marcos de<br />
significado y percepción condicionados históricamente. Este ―historicismo‖ es, precisamente, el<br />
b<strong>la</strong>nco de su polémica. Así, como Husserl, ofrece una forma de conocimiento intemporal y<br />
sublimemente desinteresada. Que su propio trabajo diste mucho de ser desinteresado, que crea<br />
estar salvaguardando de ciertas ideologías contemporáneas el significado de <strong>la</strong>s obras <strong>literaria</strong>s, son<br />
algunos de los factores que inducen a ver con desconfianza tales afirmaciones.<br />
La hermenéutica de Heidegger y de Gadamer, entre otros, es un b<strong>la</strong>nco que Hirsch no<br />
pierde de vista. Opina que <strong>la</strong> insistencia de esos pensadores en que el significado siempre es<br />
histórico abre <strong>la</strong> puerta al re<strong>la</strong>tivismo total. Basándose en este argumento, lo que una obra <strong>literaria</strong><br />
signifique el lunes puede no coincidir con lo que signifique el martes. Resulta interesante especu<strong>la</strong>r<br />
sobre <strong>la</strong> razón por <strong>la</strong> cual Hirsch temió tanto esta posibilidad. Para detener <strong>la</strong>s sandeces re<strong>la</strong>tivistas<br />
regresa a Husserl y arguye que el significado no cambia porque sigue siendo siempre el acto<br />
intencional de un individuo en un momento dado. En un sentido bastante obvio esto es falso. Si en<br />
ciertas circunstancias le digo a usted: ―Cierre <strong>la</strong> puerta‖, y después de que lo hizo añado con<br />
impaciencia: ―Por supuesto, quise decir que abriera <strong>la</strong> ventana‖, tendría usted sobrada razón para<br />
contestar que <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras ―cierra <strong>la</strong> puerta‖ significan lo que significan, sea cual fuere el significado<br />
que yo haya intentado asignarles. Esto no equivale a decir que no puedan imaginarse contextos,<br />
dentro de los cuales ―cierre <strong>la</strong> puerta‖ adquiera un significado totalmente diverso al normal. Por<br />
ejemplo, podrían ser una manera metafórica de decir: ―Ponga fin a <strong>la</strong>s negociaciones‖. El<br />
significado de esas pa<strong>la</strong>bras, o de cualesquiera otras, por ningún concepto es inmutable. Con algún<br />
ingenio quizá pudieran inventarse contextos dentro de los cuales significaran mil cosas diferentes.<br />
Pero si un ventarrón se mete a mi alcoba y lo único que llevo puesto es un pantalón de baño, su<br />
significado probablemente quedaría c<strong>la</strong>ro dadas <strong>la</strong>s circunstancias en que se pronuncian, y si no se<br />
me enredó <strong>la</strong> lengua o fui víctima de una distracción inexplicable, sería absurdo asegurar: ―En<br />
realidad quise decir ‗abra <strong>la</strong> ventana‘‖. Este es un caso en el cual, evidentemente, el significado de<br />
mis pa<strong>la</strong>bras no está determinado por mis intenciones personales y en el cual no puedo decidir sin<br />
más ni más que mis pa<strong>la</strong>bras signifiquen tal o cual cosa (error cometido por Humpty-Dumpty, el<br />
personaje de Alicia en el País de <strong>la</strong>s Maravil<strong>la</strong>s). El significado del lenguaje es una cuestión de carácter<br />
social. En un sentido verdadero, el lenguaje pertenece a mi sociedad antes de pertenecerme a mí.<br />
Esto es lo que Heidegger entendió y lo que Hans-Georg Gadamer trata extensamente en<br />
Verdad y Método. Opina Gadamer que <strong>la</strong>s intenciones del autor nunca agotan el significado de una<br />
obra <strong>literaria</strong>. A medida que <strong>la</strong> obra pasa de contexto en contexto, cultural o histórico, se pueden<br />
extraer de el<strong>la</strong> nuevos significados quizá nunca previstos ni por el autor ni por el público lector de<br />
su época. Hirsch aceptaría esto en un sentido, relegándolo al terreno de <strong>la</strong> "significación‖. Para<br />
Gadamer, esta inestabilidad forma parte del propio carácter de <strong>la</strong> obra. Cualquier interpretación<br />
debe tomar en cuenta <strong>la</strong> situación (es, por tanto, situacional); queda mode<strong>la</strong>da y sujeta por los<br />
criterios históricos ricamente re<strong>la</strong>tivos de una cultura en particu<strong>la</strong>r no existe posibilidad de conocer<br />
un texto literario ―tal cual es‖. Hirsch encuentra desconcertante este escepticismo de <strong>la</strong><br />
hermenéutica heideggeriana, contra el cual dirige sus movimientos de retaguardia.<br />
Según Gadamer, toda interpretación de una obra de otros tiempos consiste en un diálogo<br />
entre el pasado y el presente. Ante una de esas obras se escucha su voz, un tanto extraña, con sabia<br />
pasividad heideggeriana, permitiéndole cuestionar lo que hoy en día nos interesa o preocupa.<br />
Ahora bien, lo que <strong>la</strong> obra nos ―diga‖ dependerá del tipo de preguntas que podamos dirigirle desde<br />
<strong>la</strong> favorable posición en que estemos colocados históricamente. También dependerá de nuestra<br />
habilidad para reconstruir <strong>la</strong> ―pregunta‖ a <strong>la</strong> que <strong>la</strong> obra ―da respuesta‖, pues <strong>la</strong> obra es también un<br />
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