Una introducción a la teorÃa literaria - Exordio
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depende de <strong>la</strong> interpretación del lector, y que pueden interpretarse en un sinnúmero de formas,<br />
quizá opuestas entre sí. Lo paradójico de todo esto es que mientras mayor información proporciona<br />
<strong>la</strong> obra es también mayor su grado de indeterminación. Aquello de secret b<strong>la</strong>ck and midnight hags, de<br />
Shakespeare, en cierto sentido precisa el tipo de "brujas" de que se trata, <strong>la</strong>s hace más determinadas,<br />
pero por ser tan sugerentes, los tres adjetivos evocan diversas respuestas en diversos lectores;<br />
además, el texto se hizo menos determinado al intentar aumentar su grado de determinación.<br />
Según <strong>la</strong> teoría de <strong>la</strong> recepción, el proceso de lectura es siempre dinámico, es un movimiento<br />
complejo que se desarrol<strong>la</strong> en el tiempo. La obra <strong>literaria</strong>, en sí misma, sólo existe en <strong>la</strong> forma que el<br />
teórico po<strong>la</strong>co Roman Ingarden l<strong>la</strong>ma conjunto de ―esquemas‖ o direcciones generales que el lector<br />
debe actualizar. Para hacerlo, el lector aportará a <strong>la</strong> lectura ciertas "precomprensiones", un tenue<br />
contexto de creencias y expectativas del cual se evaluarán <strong>la</strong>s diversas características de <strong>la</strong> obra. Al<br />
proceder <strong>la</strong> lectura, estas expectativas se ven modificadas por aquello de lo cual nos vamos<br />
enterando, de manera que el círculo hermenéutico -el movimiento de <strong>la</strong> parte al todo y viceversacomienza<br />
a girar. Al esforzarse por extraer del texto un sentido coherente, el lector elige y organiza<br />
sus elementos en todos consistentes, para lo cual excluye unos y anticipa otros más, y "concretiza"<br />
ciertos elementos en cierta forma. El lector procurará unir diversas perspectivas dentro de <strong>la</strong> obra, o<br />
pasar de perspectiva en perspectiva para edificar una "ilusión" integrada. Aquello de lo cual nos<br />
enteramos en <strong>la</strong> página uno se desvanecerá y, en <strong>la</strong> memoria, se convertirá en "escorzo", que, a su<br />
vez, se verá radicalmente condicionado por lo que posteriormente se descubra. La lectura no<br />
constituye un movimiento rectilíneo, no es una serie meramente acumu<strong>la</strong>tiva, nuestras<br />
especu<strong>la</strong>ciones iniciales generan un marco de referencias dentro del cual se interpreta lo que viene a<br />
continuación; lo cual, retrospectivamente, puede transformar lo que en un principio entendimos,<br />
subrayando ciertos elementos y atenuando otros. Al seguir leyendo abandonamos suposiciones,<br />
examinamos lo que habíamos creído, inferimos y suponemos en forma más y más compleja; cada<br />
nueva frase u oración abre nuevos horizontes, a los cuales confirma, reta o socava lo que viene<br />
después. Simultáneamente leemos hacia atrás y hacia ade<strong>la</strong>nte, prediciendo y recordando, quizá<br />
conscientes de otras posibilidades del texto que nuestra lectura había invalidado. Más aun, esta<br />
complicada actividad se realiza al mismo tiempo en muchos niveles, pues el texto tiene "fondos" y<br />
―primeros p<strong>la</strong>nos‖, diversos puntos de vista narrativos, más de un estrato de significado entre los<br />
cuales nos movemos sin cesar.<br />
Wolfang Iser, perteneciente a <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada escue<strong>la</strong> de recepción estética de Constanza, cuyas<br />
teorías he discutido ampliamente, hab<strong>la</strong> en The Act of Reading (1978) de <strong>la</strong>s "estrategias" que los<br />
textos ponen en práctica, y de los ―repertorios" de temas y alusiones familiares que contienen.<br />
Desentrañar todo eso presupone estar familiarizado con <strong>la</strong>s técnicas y prácticas convencionales que<br />
despliega una obra determinada; hace falta algún dominio de sus ―códigos‖, es decir, de <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s<br />
que sistemáticamente rigen <strong>la</strong> forma en que da expresión a sus significados. Recuérdese una vez<br />
más el letrero del metro de Londres al que me referí a <strong>la</strong> Introducción: "Hay que llevar en brazos a<br />
los perros por <strong>la</strong> escalera mecánica". Para comprender este aviso no bastará, ni con mucho, leer<br />
sencil<strong>la</strong>mente <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras una tras otra. Hace falta, por ejemplo, saber que esas pa<strong>la</strong>bras pertenecen<br />
a lo que podría denominarse un ―código de referencia‖. El letrero no es sólo un trozo de lenguaje<br />
decorativo cuya finalidad consista en entretener a los pasajeros, sino algo que debe referirse a <strong>la</strong><br />
conducta de perros y pasajeros de verdad en una escalera mecánica. Debo movilizar mis<br />
conocimientos sociales generales para comprender que <strong>la</strong>s autoridades colocaron el aviso, que estas<br />
autoridades tienen poder para castigar a los transgresores, que el aviso va dirigido implícitamente a<br />
mí como miembro del público, nada de lo cual resulta evidente en <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras del letrero. Es decir,<br />
tengo que basarme en ciertos códigos y contextos sociales para comprender debidamente el aviso.<br />
Hace también falta que los re<strong>la</strong>cione con ciertos códigos o prácticas convencionales re<strong>la</strong>cionadas<br />
con <strong>la</strong> lectura, <strong>la</strong>s cuales me dicen que <strong>la</strong> "escalera mecánica" a que se refiere el letrero esta escalera y<br />
no alguna que se halle en Paraguay, que "hay que llevar en brazos" significa "hay que llevar ahora",<br />
etc. Debo reconocer que por el "género" al cual pertenece el letrero resulta muy improbable que<br />
realmente <strong>la</strong> ambigüedad de <strong>la</strong> que hablé en <strong>la</strong> Introducción sea deliberada. No es fácil distinguir<br />
entre código "social" y código "literario": concretizar "<strong>la</strong> escalera" como "esta escalera", adoptar un<br />
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