IngenierÃa y Pensamiento - Universidad de Sevilla
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perfeccionamiento <strong>de</strong> los procesos metalúrgicos, y quinto con ingenieros<br />
constructores para la marina…” 11 . Habían sido creadas ya escuelas hacía<br />
décadas para subsanar todas estas necesida<strong>de</strong>s, y la que Fourcroy presentaba a la<br />
Convención era un proyecto <strong>de</strong> unificación, <strong>de</strong> centralización <strong>de</strong> recursos <strong>de</strong>l<br />
profesorado y <strong>de</strong> organización para conseguir que toda la formación <strong>de</strong> los<br />
ingenieros franceses fuera lo más uniforme posible.<br />
Para conseguirlo era necesario diseñar un programa <strong>de</strong> estudios don<strong>de</strong><br />
estuvieran recogidas las ciencias que podrían <strong>de</strong>nominarse revolucionarias,<br />
sencillamente porque podían estar mejor que otras al servicio <strong>de</strong> la República.<br />
En boca <strong>de</strong> Fourcroy esas ciencias eran las matemática y la física (entendida<br />
como física y química). Los alumnos <strong>de</strong> la École que <strong>de</strong>bían ser adiestrados en<br />
estas ciencias podrían llegar a obtener una acreditación para trabajar al servicio<br />
<strong>de</strong>l estado. En realidad, Fourcroy hacía una recopilación <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s<br />
reconocida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía décadas, aunque la propuesta tenía la novedad <strong>de</strong><br />
concentrar la formación en un conjunto <strong>de</strong> conocimientos muy coherentes, con<br />
la esperanza <strong>de</strong> conseguir una homogeneización <strong>de</strong> los caracteres políticos a<br />
través <strong>de</strong> la normalización que imponían las ciencias.<br />
Se aprobó la ley <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> unos pocos días <strong>de</strong> discusión porque nadie<br />
pretendía oponerse a las propuestas <strong>de</strong> Fourcroy. La organización <strong>de</strong> la escuela<br />
requirió <strong>de</strong> algunos meses <strong>de</strong> trabajo, pero en febrero <strong>de</strong> 1795 ya estaban<br />
preparados los Programmes <strong>de</strong> l’Enseignement Polytecnique <strong>de</strong> l’École<br />
Centrale <strong>de</strong> Travaux Publiques. Ya aparecía la palabra polytecnique que se fue<br />
imponiendo progresivamente hasta ser <strong>de</strong>finitoria <strong>de</strong> la escuela. Ya no era una<br />
escuela <strong>de</strong> mera tecnología especializada sino <strong>de</strong> un conjunto enciclopédico <strong>de</strong><br />
tecnologías que necesitaban una cimentación científica común. Sin duda, la<br />
referencia a las ciencias fue la mayor revolución en la organización <strong>de</strong> la<br />
enseñanza para los ingenieros <strong>de</strong> entonces. Jean-Baptiste Biot nos da cuenta <strong>de</strong><br />
ese nuevo espíritu en su historia <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong>l período revolucionario: “se<br />
tenía un objetivo triple, formar ingenieros para los diferentes servicios,<br />
diseminar en la sociedad civil hombres ilustrados, y excitar los talentos que<br />
podrían hacer avanzar las ciencias” 12 . Las palabras <strong>de</strong> Biot son muy elocuentes<br />
11 Fourcroy, op. cit., p. 5.<br />
12 J. B. Biot, Essai sur l’histoire générale <strong>de</strong>s sciences pendant la révolution française. París,<br />
1803, p. 59.<br />
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