Hoy más que nunca, por <strong>es</strong>a tentación <strong>de</strong> fracaso o <strong>de</strong> acomodación que nosacecha, <strong>de</strong>bemos preguntarnos y r<strong>es</strong>pon<strong>de</strong>r vitalmente: ¿Será que ya no tiene vali<strong>de</strong>zel paradigma <strong>de</strong> la co-humanidad, en igualdad fraterna, en i<strong>de</strong>ntidad<strong>es</strong> libr<strong>es</strong>,en solidaridad complementaria? ¿Será que ya no tiene vali<strong>de</strong>z el paradigma <strong>de</strong>finitivo<strong>de</strong>l Reino? Y, traduciendo <strong>es</strong>os dos paradigmas máximos —que acabansiendo uno solo— en los compromisos prácticos ineludibl<strong>es</strong>, ¿será que ya no tienevali<strong>de</strong>z el paradigma militante <strong>de</strong> la opción por los pobr<strong>es</strong> y la liberación <strong>de</strong> laspersonas y <strong>de</strong> los pueblos? Una vez más y por inercia tradicional, nos <strong>es</strong>tamossometiendo al colonialismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia: <strong>es</strong>ta vez, a un colonialismo económico,social, cultural y «<strong>es</strong>piritual»; sin futuro para nosotros, en el futuro <strong>de</strong> ellos.Espero que <strong>es</strong>te libro, tan incisivamente coyuntural, <strong>de</strong> José María sea comoel grito <strong>de</strong> alerta y <strong>de</strong> <strong>es</strong>peranza <strong>de</strong>l centinela <strong>de</strong> Isaías: ¿«Qué hay <strong>de</strong> la <strong>noche</strong>»,hermanos, hermanas?<strong>Aunque</strong> <strong>es</strong> <strong>de</strong> <strong>noche</strong> todavía, forcemos siempre el Día Nuevo —en la <strong>es</strong>peranza,con utopía, militantemente— contra el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>es</strong>ta <strong>noche</strong>. Para el Día <strong>de</strong>la universal Solidaridad fraterna.PEDRO CASALDÁLIGAObispo <strong>de</strong> São Félix do Araguaia, Mato Grosso, Brasil.15
IntroducciónLos cambios que ha sufrido la coyuntura mundial en los últimos años hansupu<strong>es</strong>to un cambio radical para las perspectivas popular<strong>es</strong>. Todo un horizonte <strong>de</strong>utopías y <strong>es</strong>peranzas parece haberse venido abajo. El «cambio <strong>de</strong> época» ha sido<strong>de</strong>masiado profundo como para no causar una conmoción en la conciencia, en la<strong>es</strong>peranza y hasta en la salud mental <strong>de</strong> grand<strong>es</strong> sector<strong>es</strong> <strong>de</strong> la población. Muchosmilitant<strong>es</strong> políticos, ex-combatient<strong>es</strong>, lí<strong>de</strong>r<strong>es</strong> <strong>de</strong> base, políticos, educador<strong>es</strong> popular<strong>es</strong>,agent<strong>es</strong> <strong>de</strong> pastoral, intelectual<strong>es</strong> han sentido cómo las grand<strong>es</strong> conviccion<strong>es</strong>y utopías que durante muchos años constituyeron el suelo firme sobre el queconstruyeron sus vidas —por las que realizaron acaso hazañas verda<strong>de</strong>ramenteheroicas— han d<strong>es</strong>aparecido bajo sus pi<strong>es</strong>. No pocos, quizá los más débil<strong>es</strong> psicológicamente,o los que más habían arri<strong>es</strong>gado en el empeño, han pagado en supropia carne con crisis y trastornos éticos, psicológicos o sicosomáticos. En <strong>es</strong>asituación se sienten sin un suelo sobre el que apoyarse, enteramente d<strong>es</strong>protegidos,y urgentemente nec<strong>es</strong>itados <strong>de</strong> una reinterpretación <strong>de</strong>l pasado y <strong>de</strong>l pr<strong>es</strong>ente,<strong>de</strong> cara a po<strong>de</strong>r reconstruir la <strong>es</strong>peranza y un sentido que l<strong>es</strong> permita seguirviviendo. La «hora psicológico-<strong>es</strong>piritual» que vive el Continente <strong>es</strong> compleja y<strong>de</strong>licada.Nu<strong>es</strong>tro <strong>es</strong>tudio se sitúa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>es</strong>ta realidad y en <strong>es</strong>ta perspectiva. Quier<strong>es</strong>er en primer lugar una palabra para <strong>es</strong>tos hermanos militant<strong>es</strong>. Y quiere tambiénhacer una aportación mod<strong>es</strong>ta al diálogo y al discernimiento continental sobre losd<strong>es</strong>afíos <strong>de</strong> <strong>es</strong>ta hora que <strong>es</strong>tamos viviendo.Lo subtitulamos como «hipót<strong>es</strong>is psico-teológicas sobre la hora <strong>es</strong>piritual <strong>de</strong>América Latina en los 90». Más que una t<strong>es</strong>is <strong>de</strong>mostrada se trata <strong>de</strong> unas hipót<strong>es</strong>isaventuradas, adivinadas por intuición en el cruce <strong>de</strong> la confluencia entre elanálisis psicosocial y la reflexión teológica.«<strong>Aunque</strong> <strong>es</strong> <strong>de</strong> <strong>noche</strong>», todavía, <strong>es</strong> nec<strong>es</strong>ario velar, no dormir, caminar, ymirar atentamente a las <strong>es</strong>trellas, para ver y agra<strong>de</strong>cer las muchas luc<strong>es</strong> que iluminanla oscuridad. <strong>Aunque</strong> <strong>es</strong> <strong>de</strong> <strong>noche</strong>, po<strong>de</strong>mos hacer <strong>de</strong> ella «una <strong>noche</strong> claracomo el día», porque <strong>es</strong> «<strong>de</strong> <strong>noche</strong> y <strong>de</strong> día a la vez».Escribo d<strong>es</strong><strong>de</strong> Nicaragua, que, si bien ha sido durante años —y en algunamedida sigue siendo todavía— un po<strong>de</strong>roso y emblemático símbolo latinoamericanoy una caja <strong>de</strong> r<strong>es</strong>onancia <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>l Continente, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser unpunto <strong>de</strong> vista concreto y como tal limitado. Siento al <strong>es</strong>cribir «toda la piel <strong>de</strong>América en mi piel», pero ello no garantiza que la visión continental que aquí se17
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¿Pronóstico? La conciencia revolu
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mento abundante. Su contenido parec
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ta», cansada, deseosa de no volver
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BibliografíaAspectos psicológico-
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Del autorEl Kairós en Centroaméri