Panamá, en la parroquia <strong>de</strong> San Miguelito), que por aquel entonc<strong>es</strong>, el programapastoral para comenzar a lanzar una pastoral <strong>de</strong> comunidad<strong>es</strong> <strong>de</strong> base comenzabaplanteando en las homilías dominical<strong>es</strong> enseguida el tema <strong>de</strong> la justicia. Poraquel entonc<strong>es</strong> —me <strong>de</strong>cía <strong>es</strong>te sacerdote— abordar el tema <strong>de</strong> la justicia era ung<strong>es</strong>to que suscitaba inmediatamente el interés <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>l lugar (aunqu<strong>es</strong>uscitara la preocupación o hasta el rechazo <strong>de</strong> los mantenedor<strong>es</strong> <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n). Enla sociedad panameña <strong>de</strong> hace treinta años, como en toda la sociedad latinoamericana<strong>de</strong> aquel entonc<strong>es</strong>, que un sacerdote hablara en la homilía valientemente<strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>l barrio e hiciera alusion<strong>es</strong> a los problemas <strong>de</strong> justicia <strong>de</strong> lacomunidad era algo que suscitaba admiración y convocaba po<strong>de</strong>rosamente laatención. Era algo que sintonizaba con la hora psicológica y <strong>es</strong>piritual <strong>de</strong>lContinente 11 . R<strong>es</strong>pondía a las expectativas social<strong>es</strong> (más inconscient<strong>es</strong> que conscient<strong>es</strong>)<strong>de</strong> la gente.Este mismo sacerdote me <strong>de</strong>cía que el nuevo plan pastoral que acaban <strong>de</strong>redactar para la renovación y extensión <strong>de</strong> las comunidad<strong>es</strong> <strong>de</strong> base insiste expr<strong>es</strong>amenteque en los primeros contactos con la comunidad ha <strong>de</strong> evitarse cuidadosamentetocar cualquier tema relacionado con la justicia y sobre todo con la política;ha <strong>de</strong> comenzarse por temas neutros como la educación <strong>de</strong> los hijos, lasdrogas, el alcoholismo y sólo cuando se haya creado en la comunidad un clima <strong>de</strong>relacion<strong>es</strong> humanas ya consolidado podrá empezar a pasarse, con <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za ytacto, a abordar problemas <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos, primero, y más tar<strong>de</strong> quizátemas <strong>de</strong> justicia; los temas <strong>de</strong> concientización política quizá ya no serán nec<strong>es</strong>arios,porque en <strong>es</strong>te campo ya no hay nadie virgen.¿Qué ha pasado entre uno y otro plan pastoral? Han pasado nada menosque treinta años, treinta años en los que <strong>es</strong>ta sociedad pasó <strong>de</strong> la ignorancia totala la concientización, y <strong>de</strong> la pasión por la justicia <strong>de</strong>rivó a la <strong>de</strong>cepción, pasandopor varias décadas <strong>de</strong> sufrimiento, <strong>de</strong> persecución, repr<strong>es</strong>ión, guerra, muerte,sangre y fracaso impu<strong>es</strong>to. Todo un discurso (justicia, <strong>de</strong>rechos, capitalismo,socialismo, revolución) ha sido d<strong>es</strong>granado día a día junto con experiencias muydolorosas cuya sola evocación revive sentimientos que lastiman el alma. Hoy, unpoco por todas part<strong>es</strong>, se percibe <strong>es</strong>ta «alergia» a lo político; uno no quisierasiquiera oír hablar <strong>de</strong> política no tanto por razon<strong>es</strong> i<strong>de</strong>ológicas (que quizá nos asistanfavorablemente) sino por un aprendizaje emocional. Se trata <strong>de</strong> emocion<strong>es</strong>dolorosas, aprendidas en experiencias negativas, y que se han «distorsionado» encuanto que ahora sobrevienen al sujeto incluso cuando no hay fundamento paraello, por la simple «asociación <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as» en que consiste el fundamento <strong>de</strong>l apren-11 Martín Baró diagnosticaría así aquella hora en 1972: «Sin duda ninguna, América Latina<strong>es</strong>tá iniciando una revuelta; nos encontramos en <strong>es</strong>e punto en que, todavía confusamente, se percibela voluntad <strong>de</strong> todo un pueblo <strong>de</strong> cambiar el rumbo <strong>de</strong> la historia. Quizá no hayamos llegado todavíaal “climax”; pero nos <strong>es</strong>tamos acercando rápidamente a él». Ignacio MARTÍN BARO,Psicodiagnóstico <strong>de</strong> América Latina, UCA, San Salvador 1972, pág. 174-175.97
dizaje. Son emocion<strong>es</strong> dolorosas aprendidas y distorsionadas que nu<strong>es</strong>tros pueblosy sociedad<strong>es</strong> nec<strong>es</strong>itan curar.— Frey Betto ha hecho una crítica al «socialismo real» <strong>de</strong> los país<strong>es</strong> <strong>de</strong>l Esteen el sentido <strong>de</strong> que intentaron «socializar los bien<strong>es</strong> y no la belleza». Y, con laspalabras ya citadas <strong>de</strong> Fernando Rodríguez Retamar, ha recordado que el serhumano tiene «hambre <strong>de</strong> pan y <strong>de</strong> belleza». La búsqueda <strong>de</strong> una justicia igualitariafue realizada con frecuencia con una insistencia casi exclusiva en la socialización<strong>de</strong> los bien<strong>es</strong> material<strong>es</strong>, pr<strong>es</strong>cindiendo <strong>de</strong> <strong>es</strong>e hambre <strong>de</strong> libertad y <strong>de</strong> belleza. S<strong>es</strong>ocializaron los bien<strong>es</strong> pero no se socializó la fantasía, la libertad y la belleza.El neoliberalismo, por el contrario, privatiza los bien<strong>es</strong> material<strong>es</strong> y marginaa los pobr<strong>es</strong>, pero, a cambio, l<strong>es</strong> ofrece gratuitamente una socialización <strong>de</strong> la fantasía;y así, en la chabola más pobre, la televisión invita todos los días a soñar conel modo <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>rosos, socializando <strong>es</strong>e imaginario <strong>de</strong> sueños por elque los pobr<strong>es</strong> comparten por un momento cada día la sensación <strong>de</strong> vivir en elmundo <strong>de</strong> los ricos y los consi<strong>de</strong>ran a éstos como sus mo<strong>de</strong>los, contra quien<strong>es</strong>sería absurdo rebelarse. Así, los pobr<strong>es</strong> acaban haciendo suyo el imaginario y lafantasía burgu<strong>es</strong>a, neoliberal, occi<strong>de</strong>ntal, primermundista, blanca, machista,anglosajona y angloparlante..., y cualquier discurso «popular» o simplemente «diferente»,o «alternativo», se l<strong>es</strong> va haciendo dolorosamente extraño y extrañamentedoloroso: se trata <strong>de</strong> un sentimiento distorsionado casi siempre inconsciente.Estas situacion<strong>es</strong> que acabamos <strong>de</strong> evocar sólo como un ejemplo que a la vez<strong>es</strong> símbolo, son muy comun<strong>es</strong> en todo el Continente. Forman parte <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>iónsocial que vivimos.El latinoamericano medio típico, al que nos <strong>es</strong>tamos refiriendo, que ha sidomilitante o simpatizante con la causa <strong>de</strong> los pobr<strong>es</strong>, aunque no tiene «i<strong>de</strong>as» contrarias(en principio no ha sido todavía con-vencido i<strong>de</strong>ológicamente), sí tiene«sentimientos» contrarios 12 . Siente d<strong>es</strong>eos <strong>de</strong> d<strong>es</strong>cansar, <strong>de</strong> olvidar, <strong>de</strong> no seguirsufriendo, <strong>de</strong> no plantearse problemas cuyo intento <strong>de</strong> solución durante las décadaspasadas ha traído tanto sufrimiento. Ya no quiere sufrir más, y huye. Y huye<strong>de</strong> todo aquello que le pueda siquiera evocar aquellos sufrimientos. Huye, no porrazon<strong>es</strong> i<strong>de</strong>ológicas (que no tiene); huye aun sin razon<strong>es</strong>. O dicho <strong>de</strong> otra manera:huye por razon<strong>es</strong> vital<strong>es</strong>, por un instinto vital con el que inconscientementequiere evitarse sufrimientos. Quisiera d<strong>es</strong>aparecer. No quiere concurrir a aquelloslugar<strong>es</strong> (físicos, cultural<strong>es</strong> o <strong>es</strong>piritual<strong>es</strong>) cargados <strong>de</strong> recuerdos, <strong>de</strong> recuerdos asociadosa sufrimientos. Y la única forma <strong>de</strong> conseguir <strong>es</strong>to <strong>es</strong> refugiarse en la sobrevivenciaindividual, dimitir <strong>de</strong> todo compromiso, y evitar todo aquello (i<strong>de</strong>as, conceptos,actitud<strong>es</strong>, lugar<strong>es</strong>, referencias) que nos evoca o recuerda sentimientosdolorosos antiguos.12 Cfr. el texto aludido en la nota 27 <strong>de</strong>l primer capítulo.98
- Page 4 and 5:
ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7:
ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8:
PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11 and 12:
IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 13 and 14:
I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL D
- Page 15 and 16:
victoria electoral. Nadie salió a
- Page 17 and 18:
alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21:
corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23:
mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25:
ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27:
eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29:
En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31:
populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33:
quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35:
conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37:
una especie de «esquizofrenia» en
- Page 38 and 39:
En otros casos el proceso es al rev
- Page 40 and 41: y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43: Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45: ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47: II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49: Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51: La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53: migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55: Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57: antes en un lapso de varias década
- Page 58 and 59: en la etiología ni en la terapia.
- Page 60 and 61: gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63: Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65: Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67: — en el plano del «pensamiento a
- Page 69 and 70: 3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 71 and 72: — en el diálogo permanente que s
- Page 73 and 74: Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76: se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78: La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80: caída de las ideologías,crisis de
- Page 81 and 82: da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 83 and 84: y una madre de entrañas de miseric
- Page 85 and 86: to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88: tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89: determinado tipo de discurso, o una
- Page 93 and 94: creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96: Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98: utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99 and 100: entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 101 and 102: la mente con otras perspectivas. Po
- Page 103 and 104: Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106: Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108: pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110: Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112: Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114: d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116: ¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117 and 118: mento abundante. Su contenido parec
- Page 119 and 120: ta», cansada, deseosa de no volver
- Page 121 and 122: BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123: Del autorEl Kairós en Centroaméri