ConclusiónDe vuelta <strong>de</strong> Emaús, aunque <strong>de</strong> <strong>noche</strong>...Hace varios años que vengo sintiendo que el texto <strong>de</strong> los discípulos <strong>de</strong> Emaús(Lc 24, 13-35) expr<strong>es</strong>a muy bien el papel <strong>de</strong> la fe cristiana en <strong>es</strong>ta hora <strong>es</strong>piritualconcreta <strong>de</strong> América Latina. Voy a servirme <strong>de</strong> él para reducir a una sínt<strong>es</strong>is simbólicael mensaje sustancial <strong>de</strong> <strong>es</strong>te <strong>es</strong>tudio.Como <strong>es</strong> sabido, los discípulos <strong>de</strong> Emaús no son ante todo unos discípuloshistóricos concretos, sino principalmente un símbolo. No nos inter<strong>es</strong>aría lo que l<strong>es</strong>pudiera pasar o lo que pudieran haber sentido en aquel misterioso encuentro conJ<strong>es</strong>ús, si no fuera porque expr<strong>es</strong>an <strong>de</strong> alguna manera algo pr<strong>es</strong>ente en cada uno<strong>de</strong> nosotros: una dimensión profunda <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong> la <strong>es</strong>peranza cristianas frentea la <strong>noche</strong> oscura <strong>de</strong> la d<strong>es</strong><strong>es</strong>peranza y la frustración.Los discípulos <strong>de</strong> Emaús, más que ir a Emaús 1 , huían <strong>de</strong> Jerusalén. Heridoel pastor, se dispersaban las ovejas (cfr Mt 26,31). No querían saber ya <strong>de</strong> lo quehabían vivido en Jerusalén. Allí todo acabó mal. «Lo <strong>de</strong> J<strong>es</strong>ús el Nazareno» (24,19) había sido un d<strong>es</strong>astre. Habían ellos <strong>de</strong>positado sus ilusion<strong>es</strong> en J<strong>es</strong>ús. Habíanpensado, con tantos otros, que «él iba a ser el liberador <strong>de</strong> Israel» (24,21).Probablemente lo aclamaron entrando triunfante en Jerusalén los días <strong>de</strong> laPascua. Debieron pensar que el Reino <strong>es</strong>taba por llegar <strong>de</strong> un momento a otro.Todo el pueblo <strong>es</strong>taba «en ansiosa <strong>es</strong>pera», como nos dice Lucas en otra parte d<strong>es</strong>u evangelio (3,15). Pero toda <strong>es</strong>ta <strong>es</strong>peranza se frustró, y ellos emprendieron lavuelta a su al<strong>de</strong>a, a la seguridad <strong>de</strong> su casa, a la privacidad <strong>de</strong>l hogar.Frustración, d<strong>es</strong>encanto, <strong>de</strong>cepción... eran los sentimientos que l<strong>es</strong> embargaban.Estaban «<strong>de</strong> vuelta», <strong>de</strong> vuelta <strong>de</strong> Jerusalén y <strong>de</strong> vuelta <strong>de</strong> todo. Huían.Aturdidos por la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión, sólo querían olvidar 2 . «Todo ha sido un sueño», dirían,como la Magdalena <strong>de</strong>l J<strong>es</strong>ucristo Superstar; «<strong>es</strong> hora <strong>de</strong> d<strong>es</strong>pertar a la vidareal y <strong>de</strong>jarse <strong>de</strong> utopías»...«Comentaban lo sucedido mientras conversaban y discutían» (24, 14-15). Noera una conversación cualquiera. Era una conversación «fijada» sobre lo sucedido,sobre «lo que pasó», como un trauma que queda grabado en el alma e impi<strong>de</strong> airear01 De hecho Emaús no parece ser un lugar real, una al<strong>de</strong>a conocida, «a dos leguas <strong>de</strong>Jerusalén».02 La amn<strong>es</strong>ia, voluntaria e involuntaria, <strong>es</strong> uno <strong>de</strong> los rasgos <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión.Cfr. supra.107
la mente con otras perspectivas. Po<strong>de</strong>mos imaginar a los dos discípulos caminando,queriendo <strong>es</strong>pantar los fantasmas <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> su m<strong>es</strong>ías, pero sucumbiendoacorralados al acecho e insistencia <strong>de</strong> sus recuerdos, «dándole vueltas tambiénen su corazón» (Lc 2, 51) a todo ello. Esa conversación —quizá más bien un«monólogo a dúo»— no <strong>de</strong>jaría <strong>de</strong> ser la prolongación <strong>de</strong> su «autocharla» o selftalk,enca<strong>de</strong>nada a unos pensamientos <strong>de</strong>teriorados y negativos...Anónimo, disfrazado, d<strong>es</strong>conocido, «J<strong>es</strong>ús mismo en persona se l<strong>es</strong> acercó,y se puso a caminar con ellos. Pero <strong>es</strong>taban cegados y no podían re-conocerlo»(24, 15-16) 3 . «Estaban cegados»; no haría falta imaginar ninguna intervenciónsobrehumana para explicar <strong>es</strong>ta ceguera; <strong>es</strong> típico <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión la merma <strong>de</strong> laactividad psíquica y <strong>de</strong> la capacidad i<strong>de</strong>atoria 4 .«¿Qué conversación <strong>es</strong> <strong>es</strong>a que se traen Vds. por el camino?» (24, 17).Inter<strong>es</strong>ante <strong>es</strong>ta pedagogía que Lucas atribuye a J<strong>es</strong>ús: comienza acercándosea ellos, metiéndose en su camino, poniéndose a la altura <strong>de</strong> su marcha y preguntando,inter<strong>es</strong>ándose por «su conversación»... Quiere que le compartan su<strong>es</strong>tado <strong>de</strong> ánimo, su d<strong>es</strong><strong>es</strong>peranza, y no quiere hablar ni dar una lección ant<strong>es</strong> <strong>de</strong><strong>es</strong>cuchar, ant<strong>es</strong> <strong>de</strong> saber cuál<strong>es</strong> son las preguntas concretas que ellos se hacen...Teológicamente <strong>es</strong> la dinámica <strong>de</strong> la encarnación. Psicológicamente <strong>es</strong> una terapia<strong>de</strong> catarsis: J<strong>es</strong>ús quiere <strong>es</strong>cuchar lo que ya sabe porque quiere que los discípulosse expr<strong>es</strong>en, que arrojen por su boca y dibujen con toda su alma la amarguray la <strong>de</strong>cepción que sienten, su incredulidad y su cansancio.D<strong>es</strong>pués <strong>de</strong> <strong>es</strong>cucharlos atentamente J<strong>es</strong>ús toma la palabra y, apoyándose enla Escritura, l<strong>es</strong> interpreta todo lo sucedido. L<strong>es</strong> da una nueva interpretación,sobre la que ellos tenían, <strong>de</strong> los hechos acaecidos en Jerusalén.Ellos interpretaban la muerte <strong>de</strong> J<strong>es</strong>ús como un d<strong>es</strong>astre, como un fracaso,como el triunfo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l mal sobre el hombre justo J<strong>es</strong>ús. Compartían la<strong>noche</strong> oscura <strong>de</strong> los pobr<strong>es</strong> <strong>de</strong> todos los tiempos, que ven frustradas sus <strong>es</strong>peranzaspor la fuerza avasalladora <strong>de</strong>l mal que triunfa sobre el bien a lo largo <strong>de</strong> la historia.Ellos interpretaban los hechos como la inexplicable <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l justo J<strong>es</strong>ús.Y po<strong>de</strong>mos pensar que, con <strong>es</strong>a interpretación, toda su conversación (su «autocharla»colectiva) podría reducirse a un círculo vicioso <strong>de</strong> pensamientos negativos,autoculpabilizador<strong>es</strong>, d<strong>es</strong>truidor<strong>es</strong> <strong>de</strong> la auto<strong>es</strong>tima, <strong>de</strong>preciador<strong>es</strong> <strong>de</strong> la utopía quehabía predicado el ma<strong>es</strong>tro galileo ahora d<strong>es</strong>aparecido...Pero J<strong>es</strong>ús l<strong>es</strong> da «otra» interpretación. L<strong>es</strong> invita a corregir su visión, a educarsus ojos. Hay otra forma <strong>de</strong> mirar. J<strong>es</strong>ús l<strong>es</strong> da t<strong>es</strong>timonio <strong>de</strong> ella y se la ofrece.Las cosas no son así, como ellos las ven. En lo profundo, son <strong>de</strong> otra manera.Es verdad —l<strong>es</strong> dirá J<strong>es</strong>ús— que los hechos, los hechos brutos, en sí mismos,parecen dar la razón a la fuerza y aparentan negar la fuerza <strong>de</strong> la razón. Es <strong>de</strong>cir,03 Estoy utilizando ahora la traducción <strong>de</strong> MATEOS-SCHÖKEL <strong>de</strong> La nueva Biblia <strong>es</strong>pañola.04 Cfr. supra los síntomas principal<strong>es</strong> <strong>de</strong> los <strong>es</strong>tados <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ivos.108
- Page 4 and 5:
ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7:
ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8:
PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11 and 12:
IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 13 and 14:
I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL D
- Page 15 and 16:
victoria electoral. Nadie salió a
- Page 17 and 18:
alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21:
corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23:
mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25:
ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27:
eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29:
En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31:
populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33:
quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35:
conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37:
una especie de «esquizofrenia» en
- Page 38 and 39:
En otros casos el proceso es al rev
- Page 40 and 41:
y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43:
Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45:
ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47:
II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49:
Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51: La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53: migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55: Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57: antes en un lapso de varias década
- Page 58 and 59: en la etiología ni en la terapia.
- Page 60 and 61: gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63: Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65: Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67: — en el plano del «pensamiento a
- Page 69 and 70: 3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 71 and 72: — en el diálogo permanente que s
- Page 73 and 74: Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76: se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78: La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80: caída de las ideologías,crisis de
- Page 81 and 82: da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 83 and 84: y una madre de entrañas de miseric
- Page 85 and 86: to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88: tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89 and 90: determinado tipo de discurso, o una
- Page 91 and 92: dizaje. Son emociones dolorosas apr
- Page 93 and 94: creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96: Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98: utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99: entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 103 and 104: Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106: Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108: pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110: Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112: Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114: d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116: ¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117 and 118: mento abundante. Su contenido parec
- Page 119 and 120: ta», cansada, deseosa de no volver
- Page 121 and 122: BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123: Del autorEl Kairós en Centroaméri