en la etiología ni en la terapia. En algún sentido, para el conductismo, el ser humanoy el animal son idénticos: sujetos apren<strong>de</strong>dor<strong>es</strong> <strong>de</strong> conductas; la conciencia no<strong>es</strong> relevante en <strong>es</strong>a perspectiva.Por su parte, el cognitivismo <strong>es</strong>taría en el extremo contrario: la conciencia <strong>es</strong>para él el lugar casi único don<strong>de</strong> se dan cita los mecanismos psicológicos fundamental<strong>es</strong>,<strong>de</strong> forma que tanto la enfermedad como su curación, se juegan en elcampo <strong>de</strong> la conciencia.Decíamos que conductismo y cognitivismo —por <strong>es</strong>to que acabamos <strong>de</strong><strong>de</strong>cir— han sido pr<strong>es</strong>entados frecuentemente como interpretacion<strong>es</strong> antagónicas.Hoy día no se piensa en forma tan disyuntiva; se consi<strong>de</strong>ra más bien que entreuno y otro hay toda una gradación <strong>de</strong> posicion<strong>es</strong>, como un continuum entre dospolos extremos, repr<strong>es</strong>entados por el conductismo puro (sin mezcla <strong>de</strong> cognitivismo)y el cognitivismo puro (sin mezcla <strong>de</strong> conductismo). Hoy día casi no son relevant<strong>es</strong>las posturas conductistas y cognitivistas «puras» 14 .Es voz común d<strong>es</strong><strong>de</strong> hace tiempo que el conductismo ce<strong>de</strong> lugar al cognitivismoen muchos lugar<strong>es</strong>. En efecto, «los últimos avanc<strong>es</strong> en la psicología conductualhan hecho hincapié en la importancia <strong>de</strong> las cognicion<strong>es</strong> en el paciente» 15 .El énfasis creciente en la re<strong>es</strong>tructuración o modificación <strong>de</strong> las cognicion<strong>es</strong> serefleja en el trabajo <strong>de</strong> Arnold Lazarus (1972), quien afirma que «pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirseque la mayor parte <strong>de</strong> los <strong>es</strong>fuerzos terapéuticos se centran en la corrección <strong>de</strong> lasi<strong>de</strong>as erróneas» 16 .Habiéndonos <strong>de</strong>tenido en el apartado anterior en la perspectiva <strong>de</strong> un conductismoen principio puro, queremos abordar ahora la perspectiva <strong>de</strong> un cognitivismoen teoría también puro, aunque sólo sea por razon<strong>es</strong> metodológicas.Aproximación a los fundamentos <strong>de</strong> la psicología cognitivistaEn una primera aproximación cognitivista, po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ióncomo un caso particular <strong>de</strong> <strong>es</strong>trés o <strong>de</strong> emocion<strong>es</strong> disfuncional<strong>es</strong>. Y el cognitivismotiene una interpretación propia <strong>de</strong> <strong>es</strong>tas disfuncion<strong>es</strong> fisiológicas o emocional<strong>es</strong>.Para el cognitivismo puro el aprendizaje no entra en sus planteamientos a lahora <strong>de</strong> buscar la etiología <strong>de</strong> la disfunción; <strong>es</strong> más bien la conciencia, el mundo<strong>de</strong> los pensamientos y las interpretacion<strong>es</strong> el que juega el papel primordial: «lo qu<strong>es</strong>e piensa conduce a lo que se siente».14 «En el grupo <strong>de</strong> los conductistas cognitivos parece que existe un continuo, con los conductistasque admiten sólo una pizca <strong>de</strong> cognición, en uno <strong>de</strong> los extremos, y la práctica <strong>de</strong> los cognitivistasque sólo admiten una pizca <strong>de</strong> lo conductual, en el otro extremo». Cfr. M. MAHONEY yA. FREEMAN, Cognición y psicoterapia. Cognición y d<strong>es</strong>arrollo humano, Paidós, Buenos Air<strong>es</strong>1988, pág. 226.15 BECK, A.T. y otros, Terapia cognitiva <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión, D<strong>es</strong>clée <strong>de</strong> Brouwer, Bilbao51983, pág. 18.16 Arnold LAZARUS, Behavior therapy and beyond, Nueva York, McGraw-Hill 1972, pág. 165.65
La primera fórmula interpretativa <strong>de</strong>l <strong>es</strong>trés fue la <strong>de</strong> Stanley Schachter consu «Teoría <strong>de</strong> la atribución». En 1962 Schachter y Singer realizaron un experimentoclásico que tuvo una gran influencia en la forma <strong>de</strong> ver las emocion<strong>es</strong> porparte <strong>de</strong> los psicólogos:Administraron una dosis <strong>de</strong> adrenalina a un sujeto al que se había dichoque el fármaco era Suproxin, una nueva vitamina compu<strong>es</strong>ta. D<strong>es</strong>pués, seintroducía al sujeto en una sala <strong>de</strong> <strong>es</strong>pera durante unos 15 ó 20 minutos. Unindividuo, que supu<strong>es</strong>tamente también había recibido Suproxin, entraba en lamisma sala <strong>de</strong> <strong>es</strong>pera. Al poco rato <strong>de</strong> la inyección <strong>de</strong> adrenalina el sujetoexperimentaba la típica activación <strong>de</strong>l sistema nervioso: temblor<strong>es</strong> <strong>de</strong> manos,taquicardia y aumento <strong>de</strong> la r<strong>es</strong>piración. Mientras la adrenalina <strong>es</strong>taba haciendosu efecto, el sujeto que no había recibido la dosis empezaba a comportarse<strong>de</strong> una <strong>de</strong> las dos maneras siguient<strong>es</strong>: o bien <strong>de</strong> una forma progr<strong>es</strong>ivamentecolérica, o bien <strong>de</strong> forma mucho más eufórica y alegre. Durante <strong>es</strong>teperíodo el sujeto era vigilado a través <strong>de</strong> un cristal <strong>de</strong> una sola dirección, <strong>de</strong>manera que su conducta podía ser observada y registrada sistemáticamente.Se comprobó que aquellos sujetos que habían <strong>es</strong>tado con el individuo coléricose comportaron coléricamente, mientras que aquellos que habían <strong>es</strong>tadocon el individuo eufórico se comportaban eufóricamente 17 .Del experimento —que también contaba con otras variacion<strong>es</strong>— Schachter<strong>de</strong>dujo que:— la emoción no <strong>es</strong> un suc<strong>es</strong>o meramente fisiológico: las activacion<strong>es</strong> fisiológicaspor sí mismas no producen emocion<strong>es</strong>;— un <strong>es</strong>tado <strong>de</strong> activación fisiológica para el que la persona no tiene unaexplicación inmediata, lleva a la persona a evaluarlo e interpretarlo; y <strong>es</strong> la interpretaciónconcreta que la persona adopte en cada caso lo que <strong>de</strong>termina la r<strong>es</strong>pu<strong>es</strong>taemocional.Es <strong>de</strong>cir: las cognicion<strong>es</strong> son la mediación <strong>de</strong>cisiva <strong>de</strong>l mundo emocional.Efectivamente, «lo que se piensa conduce a lo que se siente».La teoría cognitiva red<strong>es</strong>cubre así y pone en primer plano algo que la sabiduríapopular ha expr<strong>es</strong>ado en forma no científica pero con certera intuición ensus refran<strong>es</strong> popular<strong>es</strong>:— En negativo: «Ojos que no ven, corazón que no siente»; «el que no sabe<strong>es</strong> como el que no ve».— Y también, aunque más <strong>de</strong> lejos: «Dime con quién andas y te diré quién er<strong>es</strong>».El <strong>es</strong>tudio <strong>de</strong> Schachter tiene important<strong>es</strong> aplicacion<strong>es</strong> para el tratamiento<strong>de</strong> varias formas <strong>de</strong> angustia emocional. Sugiere que se pue<strong>de</strong> lle-17 M. McKAY - M. DAVIS - P. FANNING, Técnicas cognitivas para el tratamiento <strong>de</strong>l<strong>es</strong>trés, Martínez Roca, Barcelona 1985, pág. 10.66
- Page 4 and 5:
ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7:
ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8: PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11 and 12: IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 13 and 14: I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL D
- Page 15 and 16: victoria electoral. Nadie salió a
- Page 17 and 18: alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21: corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23: mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25: ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27: eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29: En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31: populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33: quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35: conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37: una especie de «esquizofrenia» en
- Page 38 and 39: En otros casos el proceso es al rev
- Page 40 and 41: y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43: Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45: ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47: II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49: Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51: La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53: migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55: Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57: antes en un lapso de varias década
- Page 60 and 61: gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63: Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65: Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67: — en el plano del «pensamiento a
- Page 69 and 70: 3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 71 and 72: — en el diálogo permanente que s
- Page 73 and 74: Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76: se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78: La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80: caída de las ideologías,crisis de
- Page 81 and 82: da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 83 and 84: y una madre de entrañas de miseric
- Page 85 and 86: to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88: tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89 and 90: determinado tipo de discurso, o una
- Page 91 and 92: dizaje. Son emociones dolorosas apr
- Page 93 and 94: creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96: Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98: utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99 and 100: entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 101 and 102: la mente con otras perspectivas. Po
- Page 103 and 104: Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106: Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108: pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110:
Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112:
Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114:
d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116:
¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117 and 118:
mento abundante. Su contenido parec
- Page 119 and 120:
ta», cansada, deseosa de no volver
- Page 121 and 122:
BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123:
Del autorEl Kairós en Centroaméri