<strong>es</strong>ta época se <strong>de</strong>cía, ya por los años 60, que la aceleración que la época mo<strong>de</strong>rnaexperimentaba era tal que ya no siempre le era posible al ser humano actualseguir su ritmo 1 . La velocidad <strong>de</strong>l ritmo <strong>de</strong> los cambios históricos se acelera <strong>de</strong> unmodo «exponencial», se dice comúnmente con una luminosa metáfora matemática.Con tal aceleración, no <strong>es</strong> posible expr<strong>es</strong>ar, fuera <strong>de</strong> la metáfora, cuál pueda serla velocidad <strong>de</strong> cambio que <strong>es</strong>tamos viviendo treinta años más tar<strong>de</strong>, hoy, en laactualidad.En torno al año 89-90 ocurrieron también muchos cambios, que en un primermomento pudieron pasar d<strong>es</strong>apercibidos. Lo que d<strong>es</strong>pués se ha visto con claridad<strong>es</strong> que aquéllos, no fueron simplemente unos cambios más entre otros, <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> la ya casi acostumbrada época <strong>de</strong> cambios, sino unos cambios queprodujeron un cambio <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cambio: un cambio <strong>de</strong> época.Casi <strong>de</strong> golpe, amanecimos en un mundo nuevo. El siglo XXI se anticipóabruptamente. El cambio oficial <strong>de</strong> siglo, lo que se producirá en el paso <strong>de</strong>l 31 <strong>de</strong>diciembre <strong>de</strong> 1999 al primero <strong>de</strong> enero <strong>de</strong>l año 2000, será mucho menos significativo,menos profundo y menos cambiante que lo que ocurrió en torno a losaños 89-90. El verda<strong>de</strong>ro «cambio <strong>de</strong> siglo», el «cambio real <strong>de</strong> época» lo recordarála historia como datado en torno a los años 1989-90.Lo más llamativo <strong>de</strong> los cambios que nos hicieron pasar página histórica —yalo sabemos— fue el <strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong>l llamado socialismo real <strong>de</strong>l Este europeo, juntocon la <strong>de</strong>rrota electoral <strong>de</strong> la revolución sandinista en Nicaragua y el comienzo <strong>de</strong>la reversión <strong>de</strong> los proc<strong>es</strong>os revolucionarios centroamericanos.En pocos m<strong>es</strong><strong>es</strong> cambió el mundo, cambió Centroamérica, cambióNicaragua. Y <strong>es</strong>e cambio <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l cambio se fue d<strong>es</strong>plegando imparablemente<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los 90. Era un tiempo nuevo, un cambio <strong>de</strong> época, unmundo distinto. Sólo poco a poco iríamos d<strong>es</strong>cubriendo todas sus virtualidad<strong>es</strong>, ylas reaccion<strong>es</strong> que produjo fuera y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nosotros. A <strong>es</strong>ta experiencia mundial,tal como fue vivida d<strong>es</strong><strong>de</strong> América Latina, <strong>es</strong> a la que queremos acercarnos.La <strong>de</strong>rrota electoral en NicaraguaPara comenzar el abordaje <strong>de</strong> <strong>es</strong>te cambio <strong>de</strong> época con un simbólico mojónlatinoamericano, vamos a evocar en primer lugar la <strong>de</strong>rrota electoral <strong>de</strong>l FrenteSandinista, el 25 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1990.La <strong>noche</strong> <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1990, al compás <strong>de</strong>l recuento <strong>de</strong> los r<strong>es</strong>ultadoselectoral<strong>es</strong>, supuso un shock para toda Nicaragua. La <strong>noche</strong> <strong>de</strong> aquel díapareció ser la <strong>noche</strong> <strong>de</strong> los tiempos. Amaneceríamos, d<strong>es</strong>velados, a un día nuevo,que d<strong>es</strong>pedía el aroma d<strong>es</strong>concertante <strong>de</strong> su incerteza, su rara novedad. Managuaentera y toda Nicaragua exteriorizaron su extrañeza. No hubo celebracion<strong>es</strong> <strong>de</strong> la01 Concilio Vaticano II, Constitución pastoral sobre la Igl<strong>es</strong>ia en el mundo, nº 5.20
victoria electoral. Nadie salió a la calle. Un silencio elocuente cubrió sus call<strong>es</strong>d<strong>es</strong>iertas. Todos nos hacíamos las mismas preguntas: ¿qué va a pasar?, ¿se acabóla revolución?, ¿continuará?, ¿«aquí no ha pasado nada»?, ¿entramos en una etapanueva?El paso <strong>de</strong> los días y hasta <strong>de</strong> los años iría cont<strong>es</strong>tando nu<strong>es</strong>tras preguntas,a la vez que nos iría d<strong>es</strong>granando, también, una a una, sorpr<strong>es</strong>as y novedad<strong>es</strong> acumuladasen la oscuridad <strong>de</strong> aquella <strong>noche</strong> que había marcado en nu<strong>es</strong>tro país el«cambio <strong>de</strong> época».<strong>Aunque</strong> los primeros análisis que se hicieron afirmaban —intentando digerirla novedad <strong>de</strong> la situación— que «la revolución sigue», que «sólo ha cambiado elgobierno», que ahora vamos a pasar a «gobernar d<strong>es</strong><strong>de</strong> abajo» (o sea: «se ha perdidoel gobierno, no el po<strong>de</strong>r [popular]»), la verdad <strong>es</strong> que pronto nos daríamoscuenta <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>rrota electoral, la pérdida <strong>de</strong> eleccion<strong>es</strong> iba a comportar el d<strong>es</strong>moronamiento<strong>de</strong> muchas realidad<strong>es</strong>. Y, al socaire <strong>de</strong> la sorpr<strong>es</strong>a doméstica, enNicaragua nos fuimos haciendo a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que también en todo el mundo lascosas habían cambiado profundamente.Los principal<strong>es</strong> rasgos <strong>de</strong>l cambioPero para no per<strong>de</strong>r la perspectiva continental, hagamos un elenco <strong>de</strong> losprincipal<strong>es</strong> rasgos <strong>de</strong>l «cambio» evocando solamente los más llamativos, como en«titular<strong>es</strong>», tal como la opinión dominante <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación los pr<strong>es</strong>entahabitualmente:— Se acabó la era <strong>de</strong> los bloqu<strong>es</strong>: hemos llegado a un mundo unipolar,sin contrincante.— Se acabó el ciclo <strong>de</strong> las revolucion<strong>es</strong> antiimperialistas. Hay queconvivir con el Imperio. Ya no tiene sentido hablar <strong>de</strong> «imperio» ni <strong>de</strong>«antiimperialismo».— Se d<strong>es</strong>moronó el socialismo real. No hay alternativa al capitalismo.«Fuera <strong>de</strong>l capitalismo no hay salvación».— Hemos llegado al «final <strong>de</strong> la historia». Todo lo que venga en elfuturo ha <strong>de</strong> ser «más <strong>de</strong> lo mismo», evolucionado o mejorado, pero siempre<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong>l sistema, que ya <strong>es</strong> el <strong>de</strong>finitivo 2 .— Triunfó el capitalismo, en el neoliberalismo. Es el único que produceriqueza. Es el que va a salvar al mundo por el tradicional «efecto cascada»,que primero exige un tiempo <strong>de</strong> almacenamiento <strong>de</strong> riqueza «arriba»,ant<strong>es</strong> <strong>de</strong> que rebose y se <strong>de</strong>rrame hacia abajo…— Se impone el «mercado total», que se ha evi<strong>de</strong>nciado como lamejor fórmula económica. Todo <strong>es</strong> objeto <strong>de</strong> merca<strong>de</strong>o, todo se compra y02 «Ha llegado el or<strong>de</strong>n óptimo, el punto último <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l mundo. Sólo nos queda perfeccionarlo conseguido, <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlo y fomentarlo». Francis FUKUYAMA, The End of History, enThe National Inter<strong>es</strong>t, 16/1989.21
- Page 4 and 5: ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7: ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8: PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11 and 12: IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 13: I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL D
- Page 17 and 18: alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21: corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23: mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25: ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27: eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29: En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31: populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33: quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35: conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37: una especie de «esquizofrenia» en
- Page 38 and 39: En otros casos el proceso es al rev
- Page 40 and 41: y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43: Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45: ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47: II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49: Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51: La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53: migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55: Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57: antes en un lapso de varias década
- Page 58 and 59: en la etiología ni en la terapia.
- Page 60 and 61: gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63: Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65:
Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67:
— en el plano del «pensamiento a
- Page 69 and 70:
3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 71 and 72:
— en el diálogo permanente que s
- Page 73 and 74:
Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76:
se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78:
La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80:
caída de las ideologías,crisis de
- Page 81 and 82:
da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 83 and 84:
y una madre de entrañas de miseric
- Page 85 and 86:
to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88:
tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89 and 90:
determinado tipo de discurso, o una
- Page 91 and 92:
dizaje. Son emociones dolorosas apr
- Page 93 and 94:
creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96:
Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98:
utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99 and 100:
entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 101 and 102:
la mente con otras perspectivas. Po
- Page 103 and 104:
Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106:
Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108:
pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110:
Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112:
Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114:
d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116:
¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117 and 118:
mento abundante. Su contenido parec
- Page 119 and 120:
ta», cansada, deseosa de no volver
- Page 121 and 122:
BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123:
Del autorEl Kairós en Centroaméri