En otros casos el proc<strong>es</strong>o <strong>es</strong> al revés: la persona ha sufrido en otra parte lad<strong>es</strong>trucción <strong>de</strong> su cosmovisión, y acu<strong>de</strong> a alguna conf<strong>es</strong>ión prot<strong>es</strong>tante —o a verda<strong>de</strong>ras«sectas»— para suplir con fundamentalismos, milagrería y fanatismos, loque no encuentra en el interior <strong>de</strong> su mundo d<strong>es</strong>truido.Ya nadie duda <strong>de</strong> que el mapa religioso conf<strong>es</strong>ional <strong>de</strong> América Latina <strong>es</strong>tácambiando —o ha cambiado— profundamente en su configuración numérica.«Cada hora cuatrocientos latinoamericanos entran en una secta evangélica» 42 . Yen <strong>es</strong>te sentido no cabe duda <strong>de</strong> que los «nuevos movimientos religiosos», y aunlas mismas sectas, <strong>es</strong>tán cumpliendo un papel 43 : <strong>es</strong>tán ayudando a su modo a«sobrevivir» <strong>es</strong>piritualmente a los pobr<strong>es</strong>, en <strong>es</strong>te momento oscuro y sin horizonte.Sólo en <strong>es</strong>os grupos religiosos encuentran muchos pobr<strong>es</strong> una forma <strong>de</strong> capearel temporal actual. Estos grupos religiosos l<strong>es</strong> dan una experiencia religiosafuerte, que agarra a la persona muy d<strong>es</strong><strong>de</strong> lo afectivo y experiencial, lo alejan <strong>de</strong>lcampo frustrante <strong>de</strong> lo i<strong>de</strong>ológico y analítico, y lo trasladan a un mundo <strong>es</strong>piritualistaque satisface el hambre «no sólo <strong>de</strong> pan», sino <strong>de</strong> «pan y <strong>de</strong> belleza» 44 , d<strong>es</strong>entido sobre todo; los pobr<strong>es</strong> recuperan ahí el sentido que todo ser humanonec<strong>es</strong>ita para vivir, y que no encuentran en las Igl<strong>es</strong>ias históricas.Para nosotros, <strong>es</strong>te fenómeno religioso no <strong>es</strong> sólo ni principalmente religioso,sino cultural, psicológico, político y hasta i<strong>de</strong>ológico. Y, habida cuenta <strong>de</strong> la«hora <strong>es</strong>piritual» que atravi<strong>es</strong>a el Continente, se trata <strong>de</strong> un fenómeno que tienetodavía mucho futuro.El cristianismo carismático o pentecostalPara reflejar el cuadro lo más realistamente posible, hay que referirse a otrotipo <strong>de</strong> cristianismo que se <strong>es</strong>tá extendiendo en los últimos años en todo elmundo, y también, concretamente, en América Latina. Nos referimos al cristianismopentecostal 45 , llamado con frecuencia «carismático» en el mundo católico.Sus raíc<strong>es</strong> arrancan ya <strong>de</strong> los años 60 y su lugar <strong>de</strong> nacimiento <strong>es</strong> EstadosUnidos. Actualmente su expansión alcanza a todos los continent<strong>es</strong>. En Asia el42 Gregorio SMUTKO, «La actividad misionera <strong>de</strong> la Igl<strong>es</strong>ia 1965-1990», «Sen<strong>de</strong>ros», SanJosé <strong>de</strong> Costa Rica, 37 (jul 1990) 61-70.43 Refiriéndose no a las sectas sino a las religion<strong>es</strong> <strong>de</strong>l mundo en general, el Centro«Cristianisme i Justícia» <strong>de</strong> Barcelona <strong>es</strong>cribe: «Sería legítimo pensar que las religion<strong>es</strong> <strong>de</strong> la tierra formanparte <strong>de</strong> la r<strong>es</strong>pu<strong>es</strong>ta <strong>de</strong> Dios a los pecados <strong>de</strong>l cristianismo histórico y que, por tanto, la pluralidad<strong>de</strong> religion<strong>es</strong> forma parte hoy <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> Dios»: Universalidad <strong>de</strong> Cristo. Universalidad<strong>de</strong>l pobre, Sal Terrae, Santan<strong>de</strong>r 1995, pág. 10. Lo que se dice aquí <strong>de</strong> las religion<strong>es</strong> en general, sepue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, asistidos por una razón histórica muy concreta en lo que hemos vivido y <strong>es</strong>tamos viviendoen <strong>es</strong>tos últimos años, <strong>de</strong> la proliferación <strong>de</strong> «nuevos movimientos religiosos» en América Latina.44 Como han dicho con frase célebre el cubano Fernán<strong>de</strong>z Retamar y el brasileño Fray Bettocon ocasión <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong> las causas <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong>l socialismo real.45 BOUDEWIJNSE, B., (coord.) Algo más que opio. Una lectura antropológica <strong>de</strong>l pentecostalismolatinoamericano y caribeño, DEI, San José 1991.44
80% <strong>de</strong> los cristianos son carismáticos. Los movimientos apostólicos <strong>de</strong> <strong>es</strong>ta línea(Renovación carismática, Neocatecúmenos <strong>de</strong> Kiko Argüello y otros menos conocidos)se han extendido notablemente por todo el mundo. El auge y el crecimientoque tuvieron en años pasados las comunidad<strong>es</strong> <strong>de</strong> base ha sido ahora remplazadoen parte por la eferv<strong>es</strong>cencia carismática o pentecostal <strong>de</strong> los cristianoslatinoamericanos.El talante psicológico <strong>de</strong> <strong>es</strong>ta nueva <strong>es</strong>piritualidad <strong>es</strong> introvertido, <strong>es</strong>piritualista,ahistórico, cultualista, poco amante <strong>de</strong> lo racional y <strong>de</strong> lo analítico y muy f<strong>es</strong>tivo.Ya no tiene como principal referente al mundo y a la historia, sino al «mundoreligioso». Huye <strong>de</strong> los análisis racional<strong>es</strong> e i<strong>de</strong>ológicos, y se refugia en los afectosy los sentimientos. Ve pr<strong>es</strong>ente por todas part<strong>es</strong> tanto al Espíritu <strong>de</strong> Dios como al<strong>es</strong>píritu <strong>de</strong>l mal, con su actuación multiforme, y se d<strong>es</strong>entien<strong>de</strong> <strong>de</strong>l compromisosocial y político.La vuelta <strong>de</strong> lo sagradoTodos <strong>es</strong>tos fenómenos hay que enmarcarlos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un fenómeno <strong>de</strong>alcance mundial, que solemos llamar la «vuelta <strong>de</strong> lo sagrado». Durante muchotiempo Europa y el primer mundo en general han <strong>es</strong>tado experimentando el fenómeno<strong>de</strong> la secularización 46 , y han pensado que se trataba <strong>de</strong> un fenómeno mundial,universal 47 e irreversible. Pero el tiempo mostró que la secularización no eratan extendida como se pensaba, y que quedaba reducida a unos <strong>de</strong>terminadosambient<strong>es</strong> universitarios, intelectual<strong>es</strong>, <strong>de</strong> élite. Si bien el primer mundo vive hoyen un ambiente generalizado <strong>de</strong> increencia, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> <strong>es</strong>tar también él sometidoa la invasión <strong>de</strong> un nuevo renacer religioso 48 que se viene registrando tambiénd<strong>es</strong><strong>de</strong> hace varias décadas.Los fenómenos a que nos <strong>es</strong>tamos refiriendo bajo la d<strong>es</strong>ignación <strong>de</strong>l «cambio<strong>de</strong> época» han afectado también a <strong>es</strong>ta vuelta a lo religioso. La quiebra <strong>de</strong> proyectospolíticos, el hundimiento <strong>de</strong> cosmovision<strong>es</strong> que para muchas personashabían repr<strong>es</strong>entado su forma connatural y pacífica <strong>de</strong> mirar el mundo, el ocaso<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías y el rechazo <strong>de</strong> los «grand<strong>es</strong> relatos» ha producido en el colectivosocial un vacío y una incertidumbre tan grand<strong>es</strong> que se ha incentivado pordoquier la revalorización <strong>de</strong> lo sagrado y <strong>de</strong> lo religioso precisamente como antídoto<strong>de</strong>l vacío y la incertidumbre. «No sólo <strong>de</strong> pan vive el hombre», dice el evangelio.El ser humano nec<strong>es</strong>ita, mucho ant<strong>es</strong> que <strong>de</strong>l pan, <strong>de</strong> un sentido para vivir,46 El libro clásico fue el <strong>de</strong> Harvey COX, The secular city, New York 1966. Luego, el mismoautor <strong>es</strong>cribiría La fi<strong>es</strong>ta <strong>de</strong> los locos, Con un cierto rumor <strong>de</strong> Dios y Retour <strong>de</strong> Dieu.47 Dejemos constancia <strong>de</strong> una disi<strong>de</strong>ncia lúcida ya en los primeros años, en los años <strong>de</strong>l boom<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as sobre la secularización: nos referimos al libro <strong>de</strong> Andrew GREELEY, El hombre no secular,Gredos, Madrid.48 João Batista LIBÂNIO, Na era dos milagr<strong>es</strong>, «Ave Maria» (março 1996) 14-15, São Paulo.45
- Page 4 and 5: ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7: ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8: PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11 and 12: IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 13 and 14: I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL D
- Page 15 and 16: victoria electoral. Nadie salió a
- Page 17 and 18: alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21: corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23: mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25: ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27: eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29: En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31: populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33: quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35: conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37: una especie de «esquizofrenia» en
- Page 40 and 41: y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43: Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45: ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47: II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49: Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51: La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53: migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55: Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57: antes en un lapso de varias década
- Page 58 and 59: en la etiología ni en la terapia.
- Page 60 and 61: gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63: Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65: Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67: — en el plano del «pensamiento a
- Page 69 and 70: 3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 71 and 72: — en el diálogo permanente que s
- Page 73 and 74: Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76: se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78: La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80: caída de las ideologías,crisis de
- Page 81 and 82: da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 83 and 84: y una madre de entrañas de miseric
- Page 85 and 86: to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88: tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89 and 90:
determinado tipo de discurso, o una
- Page 91 and 92:
dizaje. Son emociones dolorosas apr
- Page 93 and 94:
creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96:
Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98:
utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99 and 100:
entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 101 and 102:
la mente con otras perspectivas. Po
- Page 103 and 104:
Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106:
Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108:
pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110:
Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112:
Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114:
d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116:
¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117 and 118:
mento abundante. Su contenido parec
- Page 119 and 120:
ta», cansada, deseosa de no volver
- Page 121 and 122:
BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123:
Del autorEl Kairós en Centroaméri