10.07.2015 Views

Aunque es de noche - Acción Cultural Cristiana

Aunque es de noche - Acción Cultural Cristiana

Aunque es de noche - Acción Cultural Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Una <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión <strong>de</strong> postguerraPienso que el talante <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ivo, «melancólico», que mu<strong>es</strong>tran, con más omenos agu<strong>de</strong>za y cronicidad, tantas personas ex-militant<strong>es</strong> —en Latinoamérica engeneral, y en Nicaragua en particular— pue<strong>de</strong> verosímilmente consi<strong>de</strong>rarse comouna <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión <strong>de</strong> postguerra, mezcla <strong>de</strong> «<strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión reactiva» (como propone JoséMaría) y <strong>de</strong>l «síndrome <strong>de</strong> str<strong>es</strong>s post-traumático» (como explico a<strong>de</strong>lante). En efecto,las guerras <strong>de</strong> «baja intensidad» <strong>de</strong> la administración Reagan contra la revoluciónsandinista y los movimientos <strong>de</strong> liberación <strong>de</strong>l Continente no fueron menosguerras por ser <strong>de</strong> baja intensidad o por haberse dirimido con acuerdos <strong>de</strong> paz ocon proc<strong>es</strong>os electoral<strong>es</strong>. Sin embargo, consi<strong>de</strong>ro que la pérdida <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r o <strong>de</strong>lprotagonismo revolucionario no hubieran «disparado» la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión, en las y losmilitant<strong>es</strong>, <strong>de</strong> no haberse g<strong>es</strong>tado en ellas y ellos —con razón o sin razón, no <strong>es</strong>nec<strong>es</strong>ario juzgarlo aquí— el sentimiento <strong>de</strong> haber sido traicionados y abandonadosa su suerte por las cúpulas dirigent<strong>es</strong> <strong>de</strong> las vanguardias (en el caso <strong>de</strong>Nicaragua, <strong>de</strong>l Frente Sandinista). Sin <strong>es</strong>te agregado <strong>de</strong> «traición», las «<strong>de</strong>rrotas <strong>de</strong>baja intensidad» hubi<strong>es</strong>en podido generar, ciertamente, grand<strong>es</strong> tribulacion<strong>es</strong> masno <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ion<strong>es</strong> y angustias tan profundas. Se nos viene a la memoria la dramatizacióncinematográfica <strong>de</strong> la batalla <strong>de</strong> Falkirk, en la laureada película Braveheart(Corazón Valiente), cuando el héroe <strong>es</strong>cocés William Wallace (Mel Gibson), malheridoy <strong>de</strong>rrotado, corre a caballo a matar al rey inglés Eduardo II Plantagenet,el Zanquilargo, quien <strong>es</strong> <strong>de</strong>fendido por un caballero incógnito que r<strong>es</strong>ulta ser elmismísimo Robert De Bruce, futuro rey <strong>de</strong> Escocia. Wallace logra vencer al caballeroincógnito pero, tras quitarle el casco, para <strong>de</strong>gollarle, al ver ante sí el rostro<strong>de</strong> la traición, queda <strong>es</strong>tupefacto, paralizado, reducido a la impotencia y se acu<strong>es</strong>tapara morir. En la novela que inspiró la película 1 , el autor, Randall Wallace, d<strong>es</strong>cribela <strong>es</strong>cena así: «El caballero quedó a sus pi<strong>es</strong>. Al forcejear con él, Wallace levió la cara: era Roberto <strong>de</strong> Bruce. Guillermo quedó semiaturdido por la sorpr<strong>es</strong>a.La expr<strong>es</strong>ión <strong>de</strong> culpabilidad <strong>de</strong> Roberto lo <strong>de</strong>cía todo: era la traición lo quetenía postrada a Escocia. De Bruce le sostuvo la mirada a Wallace. Vió en él unaexpr<strong>es</strong>ión <strong>de</strong> perplejidad y d<strong>es</strong><strong>es</strong>peración que, por más vidas que vivi<strong>es</strong>e, nopodría olvidar jamás. —¡Atacadme!— gritó De Bruce con rabia. Pero Wallace setambaleaba hacia atrás»Repito que no se trata <strong>de</strong> juzgar aquí si hubo o no traición a la causa popularen las opcion<strong>es</strong> y accion<strong>es</strong> <strong>de</strong> los dirigent<strong>es</strong>. Lo importante <strong>es</strong> que muchas personascomenzaron a sentirse traicionadas y se acostaron para morir —políticamente,e incluso físicamente. (Recuerdo, como en un flashback, los ojos sin brillo,la voz apagada y la moral por el suelo <strong>de</strong> amigos cercanos que fueron muriendopoco a poco como pájaros heridos que habían creído entrever, en la revoluciónsandinista, la aurora <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los cielos.)01 Randal WALLACE, Braveheart, Ed. Planeta, Barcelona, 1995, pp. 189-190.118

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!