preten<strong>de</strong> sea más que una arri<strong>es</strong>gada «hipót<strong>es</strong>is», como subtitulo <strong>es</strong>te <strong>es</strong>tudio. Esbien probable que la multifacética y variopinta América Latina, aunque perfectamenteintuible, sea profundamente r<strong>es</strong>istente a un diagnóstico único y simplificador.Este pequeño libro pue<strong>de</strong> ser, simplemente, una reflexión en voz alta, sin máspretension<strong>es</strong>, situado en un punto muy localizado <strong>de</strong>l Continente. Soy <strong>de</strong> <strong>es</strong>tomuy consciente, pero no quiero por ello acobardarme y callar por timi<strong>de</strong>z o <strong>de</strong>masiadaexigencia. Es, en todo caso, con toda sencillez, una aportación más, peculiarmenteinterdisciplinar, que quiere unirse al <strong>es</strong>forzado trabajo colectivo que portodas part<strong>es</strong> <strong>es</strong>tamos realizando actualmente en el Continente, no pocas vec<strong>es</strong>incluso en silencio, en <strong>es</strong>ta hora <strong>de</strong> discernimiento callado y reflexivo.En sínt<strong>es</strong>is, lo que preten<strong>de</strong>mos <strong>es</strong>:— Trazar un análisis psico-social <strong>de</strong> la coyuntura <strong>es</strong>piritual latinoamericanaque vivimos.— D<strong>es</strong>cubrir el papel terapéutico privilegiado que la fe religiosa popularpue<strong>de</strong> jugar en <strong>es</strong>ta coyuntura <strong>de</strong> cara a los pobr<strong>es</strong> y a todos sus aliados.— Hacer <strong>de</strong> <strong>es</strong>ta reflexión un aporte mínimo pero real a la conciencia psicológica<strong>de</strong>l Continente en <strong>es</strong>ta hora.Nu<strong>es</strong>tro «lugar social» <strong>es</strong>tá marcado por la opción por los pobr<strong>es</strong>. Cada lugartiene su perspectiva. La nu<strong>es</strong>tra <strong>es</strong> una. Sé que hay otras, contrarias, a las que <strong>de</strong>jo<strong>de</strong> lado. No satisfará nu<strong>es</strong>tra visión a quien<strong>es</strong> miran la historia d<strong>es</strong><strong>de</strong> el otro lado.Este trabajo proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> una monografía <strong>de</strong> licenciatura en psicología. Hasido la Editorial Envío <strong>de</strong>l Instituto Histórico Centroamericano <strong>de</strong> la UniversidadCentroamericana <strong>de</strong> Managua quien con su interés por el texto le ha dado el b<strong>es</strong>oque lo ha d<strong>es</strong>pertado y lo hace salir a la plaza pública, no sin ant<strong>es</strong> ser adaptado,simplificado y liberado <strong>de</strong> términos técnicos y <strong>de</strong> referencias más académicas quepodrían haber dificultado su lectura para el gran público. A la editorial y todo suequipo directivo y trabajador nu<strong>es</strong>tro agra<strong>de</strong>cimiento.José María Vigil, Managua, Pascua <strong>de</strong> R<strong>es</strong>urrección <strong>de</strong> 199618
I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL DE AMÉRICA LATINA EN LOS 90En nu<strong>es</strong>tro trabajo preten<strong>de</strong>mos «partir <strong>de</strong> la realidad», para luegoreflexionar sobre ella y concluir extrayendo algunas pistas <strong>de</strong> acción osugerencias para la praxis. Ese partir <strong>de</strong> la realidad <strong>es</strong> el objetivo <strong>de</strong> <strong>es</strong>taprimera parte.Siendo fundamental e impr<strong>es</strong>cindible nu<strong>es</strong>tro abordaje <strong>de</strong> la praxis,tiene, no obstante, su peculiaridad: no nos acercamos a la realidad <strong>de</strong> <strong>es</strong>ta«hora» <strong>de</strong>l Continente como sociólogos ni como politólogos, sino como psicólogosy como creyent<strong>es</strong>. Y no nos acercamos a ella d<strong>es</strong><strong>de</strong> una pretendidaneutralidad r<strong>es</strong>pecto a todo interés que no sea científico, sino conf<strong>es</strong>andoproclamadamente nu<strong>es</strong>tra comunión con la Causa <strong>de</strong> los pobr<strong>es</strong>, ala que queremos servir explícitamente con <strong>es</strong>te trabajo.Por otra parte, no hablamos aquí como <strong>es</strong>tudiosos que miran la realidadd<strong>es</strong><strong>de</strong> fuera, con fría objetividad, sin involucrarse en ella ni sentirseparte <strong>de</strong> la misma. Ese carácter objetivante <strong>de</strong>l abordaje <strong>de</strong> la realidad <strong>es</strong>táausente en <strong>es</strong>tas páginas. La primera persona <strong>de</strong>l plural aquí utilizada nosignifica una i<strong>de</strong>ntificación personal <strong>de</strong>l autor con cada una <strong>de</strong> las experienciasque aquí se refieren —el autor no ha sufrido en propia carne todolo que aquí se d<strong>es</strong>cribe— pero sí significa que lo ha compartido y ha sidot<strong>es</strong>tigo <strong>de</strong> ello «d<strong>es</strong><strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro».Aquí, pu<strong>es</strong>, no preten<strong>de</strong>mos hacer una enumeración <strong>de</strong> hechos históricosmirados d<strong>es</strong><strong>de</strong> la perspectiva histórica o sociológica —lo cual a<strong>de</strong>másd<strong>es</strong>bordaría las posibilidad<strong>es</strong> <strong>de</strong> un <strong>es</strong>tudio como éste— sino un balanceglobal <strong>de</strong> las repercusion<strong>es</strong> que ha tenido en la «conciencia popularcontinental» lo que llevamos <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los años 90, mirado d<strong>es</strong><strong>de</strong> lacitada perspectiva <strong>de</strong> la psicología y la teología —aunque ésta últimaparezca <strong>es</strong>tar en <strong>es</strong>ta primera parte menos explícitamente pr<strong>es</strong>ente.«No una época <strong>de</strong> cambios, sino un cambio <strong>de</strong> época»Este slogan, que se ha hecho tan popular y tan tópico, expr<strong>es</strong>a perfectamentela realidad social <strong>de</strong> la que queremos partir.D<strong>es</strong><strong>de</strong> hace tiempo la humanidad se ha venido habituando a convivir con loscambios. Los últimos siglos han registrado varias «revolucion<strong>es</strong>»: la antropocéntrica<strong>de</strong>l Renacimiento, la científica <strong>de</strong> los siglos XVI y XVII, la industrial <strong>de</strong>l XVIII…Todos los campos <strong>de</strong> la actividad y <strong>de</strong>l pensamiento humanos han <strong>es</strong>tado sujetosa mutacion<strong>es</strong> constant<strong>es</strong> y profundas. Queriendo d<strong>es</strong>cribir caracterizadamente19
- Page 4 and 5: ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7: ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8: PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11: IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 15 and 16: victoria electoral. Nadie salió a
- Page 17 and 18: alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21: corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23: mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25: ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27: eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29: En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31: populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33: quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35: conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37: una especie de «esquizofrenia» en
- Page 38 and 39: En otros casos el proceso es al rev
- Page 40 and 41: y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43: Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45: ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47: II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49: Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51: La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53: migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55: Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57: antes en un lapso de varias década
- Page 58 and 59: en la etiología ni en la terapia.
- Page 60 and 61: gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63:
Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65:
Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67:
— en el plano del «pensamiento a
- Page 69 and 70:
3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 71 and 72:
— en el diálogo permanente que s
- Page 73 and 74:
Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76:
se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78:
La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80:
caída de las ideologías,crisis de
- Page 81 and 82:
da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 83 and 84:
y una madre de entrañas de miseric
- Page 85 and 86:
to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88:
tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89 and 90:
determinado tipo de discurso, o una
- Page 91 and 92:
dizaje. Son emociones dolorosas apr
- Page 93 and 94:
creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96:
Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98:
utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99 and 100:
entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 101 and 102:
la mente con otras perspectivas. Po
- Page 103 and 104:
Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106:
Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108:
pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110:
Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112:
Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114:
d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116:
¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117 and 118:
mento abundante. Su contenido parec
- Page 119 and 120:
ta», cansada, deseosa de no volver
- Page 121 and 122:
BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123:
Del autorEl Kairós en Centroaméri