Para una higiene psicológica <strong>de</strong> la <strong>es</strong>peranzaAgenda Latinoamericana’93Como existe la higiene física, también hay una higiene mental y psicológica.La falta <strong>de</strong> higiene física, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser mortificante para uno mismo y paralos <strong>de</strong>más, produce normalmente enfermedad<strong>es</strong> físicas. La falta <strong>de</strong> higiene mentaly psicológica, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> no <strong>de</strong>jar vivir felic<strong>es</strong> al individuo ni a los que le ro<strong>de</strong>an,comporta también el ri<strong>es</strong>go <strong>de</strong> enfermedad<strong>es</strong> psicológicas.La <strong>es</strong>peranza no <strong>es</strong> una simple <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> mi voluntad personal, ni <strong>es</strong> tampocoun puro don <strong>de</strong> Dios ajeno enteramente a mi r<strong>es</strong>ponsabilidad. Es más bienuna combinación <strong>de</strong> ambos aspectos. Pero muchas vec<strong>es</strong> lo que más influye en eltono <strong>de</strong> nu<strong>es</strong>tra <strong>es</strong>peranza <strong>es</strong> el manejo a<strong>de</strong>cuado o d<strong>es</strong>acertado que <strong>de</strong>mos a losfactor<strong>es</strong> que diariamente acosan a nu<strong>es</strong>tra <strong>es</strong>peranza. No basta <strong>de</strong>cidir tener <strong>es</strong>peranza(voluntarismo) ni basta poner la confianza en Dios (<strong>es</strong>piritualismo). Es nec<strong>es</strong>ariatambién la «higiene <strong>de</strong> la <strong>es</strong>peranza».Somos ser<strong>es</strong> social<strong>es</strong>. No somos islas. Aun en las <strong>de</strong>cision<strong>es</strong> más individual<strong>es</strong><strong>es</strong>tamos influenciados. El ambiente social, el horizonte en que se mueve lasociedad marca también nu<strong>es</strong>tro propio horizonte <strong>es</strong>piritual. Las sociedad<strong>es</strong>humanas también tienen sus horas altas y sus horas bajas. Y en cada hora todos<strong>es</strong>tamos marcados por <strong>es</strong>e tono psicológico que vive la sociedad. No se pue<strong>de</strong>tener la misma <strong>es</strong>peranza en una hora <strong>de</strong> exultación social o en otra hora <strong>de</strong><strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión social.Estamos en una hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión. La <strong>es</strong>peranza <strong>de</strong> los pobr<strong>es</strong> <strong>es</strong>tá amenazadagravemente en <strong>es</strong>ta hora. Muchas cosas han cambiado en el mundo, muchasutopías y <strong>es</strong>peranzas se han inviabilizado. Hemos entrado en la «<strong>noche</strong> oscura <strong>de</strong>los pobr<strong>es</strong>». Muchos militant<strong>es</strong> se han visto conmovidos hasta lo más hondo <strong>de</strong> suser al ver quebrarse <strong>es</strong>peranzas que creían <strong>es</strong>tar tocando ya con la mano. Algunoshan perdido las utopías <strong>de</strong> referencia, <strong>de</strong> forma que ya no saben realmente cuál<strong>es</strong> el sentido <strong>de</strong> su vida. Otros han entrado en crisis personal<strong>es</strong>, con <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ion<strong>es</strong>psicológicas y hasta síntomas psicosomáticos. Otros, finalmente, huyen <strong>de</strong>l problema<strong>de</strong>rivando al individualismo, al acomodamiento, al pragmatismo.En <strong>es</strong>ta hora psicológica <strong>de</strong> la sociedad todos <strong>es</strong>tamos psicosocialmente procliv<strong>es</strong>a la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión, a la d<strong>es</strong>movilización, a la huida. Es el condicionamiento psicosocial<strong>de</strong> <strong>es</strong>ta hora. Los castigos que han sufrido nu<strong>es</strong>tras utopías han sido tanfuert<strong>es</strong> que la sociedad misma, como un todo, <strong>es</strong>tá como <strong>es</strong>carmentada, «<strong>de</strong> vuel-127
ta», cansada, d<strong>es</strong>eosa <strong>de</strong> no volver a enfrentar los problemas, como queriendoolvidar y huir hacia actitud<strong>es</strong> no conflictivas, gratificant<strong>es</strong>, consoladoras.Los que habían pu<strong>es</strong>to los motivos <strong>de</strong> sus <strong>es</strong>peranzas en los avanc<strong>es</strong> logradosse han quedado sin motivos al ver <strong>de</strong>rrumbarse <strong>es</strong>os avanc<strong>es</strong>. Los que habíanoptado por los pobr<strong>es</strong> porque eran los inexorabl<strong>es</strong> «vencedor<strong>es</strong> <strong>de</strong> mañana» sehan quedado sin fundamento <strong>de</strong> su opción al ver que los pobr<strong>es</strong> se han quedadoen ser simplemente, una vez más, los «per<strong>de</strong>dor<strong>es</strong> <strong>de</strong> hoy». Sólo los que tenían la<strong>es</strong>peranza apoyada sobre fundamentos al abrigo <strong>de</strong> los avatar<strong>es</strong> históricos mantienenhoy alta la <strong>es</strong>peranza.Una cierta corriente psicológica explica la <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión como la reacción <strong>de</strong> unorganismo que se siente tan golpeado y castigado por los <strong>es</strong>tímulos negativos <strong>de</strong>lambiente que le ro<strong>de</strong>a, al margen <strong>de</strong> que actúe <strong>de</strong> un modo u otro, que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> noactuar, huir, para evitar seguir recibiendo <strong>es</strong>os castigos. Las transformacion<strong>es</strong> ocurridasen los últimos años en el mundo <strong>de</strong> cara a las <strong>es</strong>peranzas <strong>de</strong> los pobr<strong>es</strong> hansido un fuerte castigo a sus <strong>es</strong>peranzas. El castigo ha sido tan gran<strong>de</strong> y los <strong>es</strong>tímulosnegativos tan continuados, que muchos militant<strong>es</strong> ya no se palpan su <strong>es</strong>peranza.Y <strong>es</strong>ta situación, que en algunos se manifi<strong>es</strong>ta hasta psicosomáticamente,<strong>de</strong> alguna manera nos afecta a todos, aun a los que nos creemos a salvo, porqu<strong>es</strong>e trata <strong>de</strong> una «hora psicológica» que flota en el ambiente y que nosotros r<strong>es</strong>piramosaun sin darnos cuenta.En <strong>es</strong>ta situación global, <strong>es</strong> más que nunca importante llevar una a<strong>de</strong>cuadahigiene <strong>de</strong> la <strong>es</strong>peranza, para protegerla lo más posible <strong>de</strong> la enfermedad y hasta<strong>de</strong> la muerte.En primer lugar no se <strong>de</strong>be echar leña al fuego. Eso <strong>es</strong> lo que se hace cuandola persona no se da cuenta <strong>de</strong> que sólo cultiva pensamientos negativos. Nuncamira lo positivo, lo que incluso las peor<strong>es</strong> situacion<strong>es</strong> pue<strong>de</strong>n tener <strong>de</strong> beneficioso.Los militant<strong>es</strong> que se enquistan en los análisis negativos y en las <strong>es</strong>peranzasfrustradas sin tratar <strong>de</strong> buscar otros aspectos positivos, tar<strong>de</strong> o temprano caen enla <strong>de</strong>pr<strong>es</strong>ión, arrojan la toalla.En segundo lugar <strong>es</strong> importante aprovechar las consoladoras leccion<strong>es</strong> <strong>de</strong> lahistoria. Nos pue<strong>de</strong> parecer que se han hundido ahora las <strong>es</strong>peranzas <strong>de</strong> los pobr<strong>es</strong>,pero un análisis <strong>de</strong>tallado <strong>de</strong> la historia evi<strong>de</strong>ncia que <strong>de</strong> ninguna manera <strong>es</strong>ta hora<strong>de</strong>l mundo <strong>es</strong> la peor. A lo más podremos <strong>de</strong>cir que ésta <strong>es</strong> una <strong>de</strong> tantas horas bajasque el Pueblo ha vivido. Y <strong>es</strong> difícil pensar que ésta sea la hora más baja.En tercer lugar <strong>es</strong> importante también fortalecerse con el recuerdo <strong>de</strong> loshéro<strong>es</strong> y sobre todo los mártir<strong>es</strong>, los t<strong>es</strong>tigos, que no son sólo los que dieron suvida por la Causa, que como tal<strong>es</strong> han <strong>de</strong> ser recordados perennemente, sinotodos los t<strong>es</strong>tigos, todos aquellos que en situacion<strong>es</strong> semejant<strong>es</strong> a las que hoy vivimos,viéndose marginados, d<strong>es</strong>preciados o incomprendidos, supieron aguardarcon paciencia el paso <strong>de</strong>l invierno, sin abdicar <strong>de</strong> sus conviccion<strong>es</strong> ni hurtarse aloprobio que por ellas tuvieron que soportar. Si tantos supieron aguantar durante128
- Page 4 and 5:
ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7:
ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8:
PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11 and 12:
IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 13 and 14:
I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL D
- Page 15 and 16:
victoria electoral. Nadie salió a
- Page 17 and 18:
alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21:
corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23:
mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25:
ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27:
eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29:
En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31:
populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33:
quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35:
conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37:
una especie de «esquizofrenia» en
- Page 38 and 39:
En otros casos el proceso es al rev
- Page 40 and 41:
y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43:
Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45:
ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47:
II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49:
Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51:
La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53:
migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55:
Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57:
antes en un lapso de varias década
- Page 58 and 59:
en la etiología ni en la terapia.
- Page 60 and 61:
gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63:
Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65:
Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67:
— en el plano del «pensamiento a
- Page 69 and 70: 3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 71 and 72: — en el diálogo permanente que s
- Page 73 and 74: Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76: se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78: La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80: caída de las ideologías,crisis de
- Page 81 and 82: da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 83 and 84: y una madre de entrañas de miseric
- Page 85 and 86: to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88: tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89 and 90: determinado tipo de discurso, o una
- Page 91 and 92: dizaje. Son emociones dolorosas apr
- Page 93 and 94: creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96: Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98: utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99 and 100: entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 101 and 102: la mente con otras perspectivas. Po
- Page 103 and 104: Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106: Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108: pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110: Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112: Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114: d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116: ¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117: mento abundante. Su contenido parec
- Page 121 and 122: BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123: Del autorEl Kairós en Centroaméri