(No quiero <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que <strong>es</strong>ta distorsión <strong>de</strong>l pensamiento <strong>es</strong> concretamentela <strong>es</strong>encia <strong>de</strong> lo que J<strong>es</strong>ús llama el «pecado contra el Espíritu Santo», <strong>es</strong>eque no se perdonará ni en <strong>es</strong>ta vida ni en la otra, que no consiste en ninguna blasfemia,sino en adjudicar al diablo lo que <strong>es</strong> la obra liberadora <strong>de</strong> J<strong>es</strong>ús...) 2 .«Triunfó el capitalismo neoliberal»Con toda naturalidad ya muchos latinoamericanos que hace unos años militabanen la izquierda reconocen que «triunfó el capitalismo neoliberal». A base <strong>de</strong> oírloy <strong>de</strong> sentirlo como un supu<strong>es</strong>to <strong>de</strong> la visión hegemónica neoliberal misma, muchoslatinoamericanos han acabado introyectándolo. Y <strong>es</strong>ta introyección nos hace ciegosa la realidad. Una realidad que habla <strong>de</strong>l fracaso histórico <strong>de</strong>l capitalismo.Nadie niega —ni los mismos neoliberal<strong>es</strong>— que el capitalismo ha tenido históricamentedos grav<strong>es</strong> problemas: la explotación y creciente marginación <strong>de</strong> lospobr<strong>es</strong> y el <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> la naturaleza. Estos dos problemas, ya legendariamentehistóricos, no sólo no han sido nunca superados, sino que se han agravado, y sehan agravado <strong>es</strong>candalosamente incluso en los país<strong>es</strong> d<strong>es</strong>arrollados con el repunteneo-liberal. La brecha entre los pobr<strong>es</strong> y los ricos se acrecienta más y más,haciendo temer incluso por la <strong>es</strong>tabilidad <strong>de</strong> la paz mundial.Pero muchos latinoamericanos han introyectado <strong>de</strong> tal modo su «fracaso i<strong>de</strong>ológico»,que quedan ciegos al fracaso <strong>de</strong>l capitalismo, y comienzan a ver la pobrezasimplemente como una realidad ingenua, inevitable, marginal, quizá inclusocoyuntural, no como algo <strong>es</strong>tructural, como producto <strong>es</strong>encial <strong>de</strong>l capitalismo. Elcapitalismo habría triunfado; la pobreza sería simplemente un acci<strong>de</strong>nte d<strong>es</strong>agradableque en nada contra<strong>de</strong>ciría el «triunfo» <strong>de</strong>l capitalismo. Pero <strong>es</strong>to <strong>es</strong> unavisión distorsionada <strong>de</strong> la realidad.«La teología <strong>de</strong>l dios <strong>de</strong> la guerra y <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r»Muchos latinoamericanos, incluso latinoamericanos que se sienten buenoscristianos, tienen introyectada una imagen <strong>de</strong> Dios que no dudaríamos en calificarcomo «Dios <strong>de</strong> la guerra». Es una imagen «<strong>de</strong>teriorada» <strong>de</strong> Dios, un dios que <strong>es</strong>tácon el más fuerte, con el que vence. Si alguien vence <strong>es</strong> porque Dios <strong>es</strong>tá con él;si alguien pier<strong>de</strong> <strong>es</strong> porque Dios lo abandonó y no <strong>es</strong>tá con él. Si nu<strong>es</strong>tro proyectohistórico fracasó <strong>es</strong> que algo hicimos mal, <strong>es</strong> que tuvimos la culpa.En la misma Biblia Dios ha ido «corrigiendo a Dios». El Señor <strong>de</strong> los ejércitos,el ben<strong>de</strong>cidor <strong>de</strong> los grand<strong>es</strong> rebaños y cosechas plenas, el dios <strong>de</strong> los amigosque culpabilizan a Job 3 fue haciéndose cada vez más el «go’el» <strong>de</strong> los injusticiados002 Cfr. Mt 12, 31ss y paralelos.003 De aquellos amigos <strong>de</strong> Job que no podían creer que Job no hubiera pecado, porque suenfermedad era para ellos la «prueba».89
y una madre <strong>de</strong> entrañas <strong>de</strong> misericordia, hasta hacerse el Dios pobre, niño, marginado,perseguido, crucificado y <strong>de</strong>rrotado en J<strong>es</strong>ús <strong>de</strong> Nazaret. D<strong>es</strong><strong>de</strong> que J<strong>es</strong>úsr<strong>es</strong>ucitó d<strong>es</strong>pués <strong>de</strong> haber muerto en la cruz, abandonado <strong>de</strong> Dios mismo, ser<strong>de</strong>rrotado ya no <strong>es</strong> una señal cierta <strong>de</strong> haber perdido el favor <strong>de</strong> Dios, porque Diosmismo comparte su suerte con los vencidos. Más bien, quien sigue a J<strong>es</strong>ús, <strong>de</strong>beráprobar la hiel y el vinagre <strong>de</strong>l fracaso histórico. Dios no nos prometió el triunfohistórico sino el <strong>es</strong>catológico. Pensar lo contrario <strong>es</strong> tener una imagen distorsionada<strong>de</strong> Dios.«La aceptación acrítica <strong>de</strong>l vocabulario»El vocabulario no <strong>es</strong> neutro. Las palabras y los conceptos, las categoríasenca<strong>de</strong>nan el pensamiento, introducen solapadamente toda una cosmovisión, sonportador<strong>es</strong> <strong>de</strong> todo un imaginario social.En una hora <strong>de</strong> hegemonía neoliberal, parte <strong>de</strong>l pensamiento distorsionadose nos introyecta simplemente por las palabras y categorías neoliberal<strong>es</strong> en bogaque aceptamos ingenuamente, sin suficiente crítica. Así, cuando hablamos, segúnla expr<strong>es</strong>ión al uso, <strong>de</strong> la «década perdida». Nu<strong>es</strong>tra «década perdida», <strong>de</strong> hechoha sido para la banca internacional la «década mejor ganada». Wall Street tiene losdatos convincent<strong>es</strong>: ésa fue la década <strong>de</strong> mayor<strong>es</strong> ingr<strong>es</strong>os sostenidos en la bancamundial.O como cuando hablamos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia, dando la mayor parte <strong>de</strong> las vec<strong>es</strong>por supu<strong>es</strong>to que <strong>es</strong> verda<strong>de</strong>ramente <strong>de</strong>mocracia la <strong>de</strong>mocracia simplemente formalo electoral, sin ver que no hay <strong>de</strong>mocracia real sin <strong>de</strong>mocracia económica ysocial. Nosotros no po<strong>de</strong>mos aceptar que <strong>es</strong>tamos en <strong>de</strong>mocracia ni que la <strong>de</strong>mocraciasea equiparada al capitalismo. Si <strong>de</strong> hecho, con nu<strong>es</strong>tro solo lenguaje, lo<strong>es</strong>tamos aceptando, <strong>es</strong> que un caballo <strong>de</strong> Troya se nos introdujo cland<strong>es</strong>tinamentepor el vocabulario y <strong>es</strong>tá d<strong>es</strong>truyendo, distorsionando nu<strong>es</strong>tro pensamiento crítico.«No hay salida»Se nos quiere inculcar una «cultura <strong>de</strong> la d<strong>es</strong><strong>es</strong>peranza», o una «teología <strong>de</strong> lainevitabilidad». Hay que renunciar —se nos dice <strong>de</strong> mil formas cada día— a todointento <strong>de</strong> transformar el sistema, incluso a todo intento <strong>de</strong> <strong>es</strong>capar. Y para <strong>es</strong>o,nada mejor que introyectar en sus víctimas la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la imposibilidad <strong>de</strong>l cambio:«no hay salida» 4 , no <strong>es</strong> posible intentar otra cosa.Que «no hay salida», en realidad <strong>es</strong> algo que se viene diciendo hace muchotiempo en nu<strong>es</strong>tro Continente. Los indígenas, acosados por los conquistador<strong>es</strong>,ya lo sintieron. Pero hace bien poco tiempo, al comienzo <strong>de</strong>l ciclo que terminó004 Franz HINKELAMMERT, Sobre la sociedad que dice <strong>de</strong> sí no tener salida, «Diakonía»,71 (septiembre 1994) 45-49, Managua.90
- Page 4 and 5:
ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7:
ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8:
PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11 and 12:
IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 13 and 14:
I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL D
- Page 15 and 16:
victoria electoral. Nadie salió a
- Page 17 and 18:
alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21:
corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23:
mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25:
ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27:
eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29:
En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31:
populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33: quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35: conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37: una especie de «esquizofrenia» en
- Page 38 and 39: En otros casos el proceso es al rev
- Page 40 and 41: y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43: Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45: ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47: II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49: Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51: La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53: migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55: Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57: antes en un lapso de varias década
- Page 58 and 59: en la etiología ni en la terapia.
- Page 60 and 61: gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63: Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65: Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67: — en el plano del «pensamiento a
- Page 69 and 70: 3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 71 and 72: — en el diálogo permanente que s
- Page 73 and 74: Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76: se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78: La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80: caída de las ideologías,crisis de
- Page 81: da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 85 and 86: to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88: tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89 and 90: determinado tipo de discurso, o una
- Page 91 and 92: dizaje. Son emociones dolorosas apr
- Page 93 and 94: creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96: Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98: utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99 and 100: entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 101 and 102: la mente con otras perspectivas. Po
- Page 103 and 104: Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106: Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108: pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110: Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112: Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114: d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116: ¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117 and 118: mento abundante. Su contenido parec
- Page 119 and 120: ta», cansada, deseosa de no volver
- Page 121 and 122: BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123: Del autorEl Kairós en Centroaméri