No queremos <strong>de</strong>cir que el marxismo, como un todo, no tenga ya algo que<strong>de</strong>cir en la América Latina <strong>de</strong> los 90 2 . Pero sí nos parece evi<strong>de</strong>nte que la <strong>es</strong>peranza<strong>es</strong>trictamente 3 marxista no tiene ya futuro en <strong>es</strong>ta América Latina <strong>de</strong> los 90.Si aquella <strong>es</strong>peranza se fundamentaba en aquellas certezas que hoy ya no existen,¿en qué podría seguir apoyándose la <strong>es</strong>peranza marxista?Los cristianos, en cuanto tal<strong>es</strong>, aun los cristianos marxistas, no apoyaban su<strong>es</strong>peranza en las «certezas científicas» marxistas ni en ninguna otra certeza «científica».Por <strong>es</strong>o, hoy, cuando <strong>es</strong>tas certezas, sobre todo las marxistas, han sucumbidoa la crisis <strong>de</strong> los 90, los cristianos pue<strong>de</strong>n continuar caminando a<strong>de</strong>lante consu <strong>es</strong>peranza. Aquellas certezas científicas no constituían la base <strong>de</strong> su <strong>es</strong>peranza.Ellos apoyaban su <strong>es</strong>peranza en la «certeza utópica» <strong>de</strong> su fe cristiana. D<strong>es</strong>pués <strong>de</strong>los acontecimientos históricos <strong>de</strong>l «cambio <strong>de</strong> época» a los que nos hemos referidoen el primer capítulo, los cristianos siguen diciendo, como ant<strong>es</strong>: «sé <strong>de</strong> quiénme he fiado» (2 Tm 1, 12).Hoy día, los cristianos coherent<strong>es</strong> —que no son todos— siguen caminandoutópicamente y siguen teniendo <strong>es</strong>peranza, y <strong>es</strong>peranza verda<strong>de</strong>ra, porque, hoycomo ayer, no se apoyan en «certezas científicas»: tampoco en las certezas científicasneoliberal<strong>es</strong> <strong>de</strong> la <strong>es</strong>cuela <strong>de</strong> Chicago, ante las que muchos cristianos —inclusoteólogos, obispos y miembros <strong>de</strong> la más alta oficialidad <strong>de</strong> las Igl<strong>es</strong>ias— hansucumbido; <strong>de</strong>rrotados éstos por la «d<strong>es</strong><strong>es</strong>peranza» neoliberal, <strong>es</strong>tán convencidos<strong>de</strong> que el capitalismo <strong>es</strong> la salvación, y <strong>de</strong> que los pobr<strong>es</strong> nunca lograrán recomponersu Causa; ellos quieren mucho a los pobr<strong>es</strong>, pero sólo mientras éstos permanezcan<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l <strong>es</strong>quema y <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> los ricos, el sistema neoliberal. Ydigo que han sido «<strong>de</strong>rrotados por la d<strong>es</strong><strong>es</strong>peranza neoliberal» porque sólo <strong>es</strong>peran«más <strong>de</strong> lo mismo», <strong>es</strong> <strong>de</strong>cir, el «final <strong>de</strong> la historia». Pero <strong>es</strong>te filón nos d<strong>es</strong>viaría<strong>de</strong> nu<strong>es</strong>tro tema; <strong>de</strong>jémoslo para otro libro, y volvamos a la cu<strong>es</strong>tión.3.1 Dimensión cognitiva <strong>de</strong> la religiosidadAl pr<strong>es</strong>entar en las páginas anterior<strong>es</strong> los planteamientos <strong>de</strong> la <strong>es</strong>cuela psicológicacognitivista hemos tenido ocasión <strong>de</strong> ver la importancia que lo cognitivoen general tiene en la vida <strong>de</strong>l ser humano. Mientras <strong>es</strong>tá vivo, vive en un actopermanente <strong>de</strong> cognición. Y lo vive —<strong>de</strong>cíamos— a tr<strong>es</strong> nivel<strong>es</strong>:02 Cfr. Y. CALVEZ, ¿Qué quedará <strong>de</strong>l marxismo?, RELaT nº 81, en http://www.uca.ni/koinonia/relat/81.htm;A. TAMAYO, ¿Qué nos queda a los cristianos <strong>de</strong> Karl Marx?, RELaT nº 82-83, en: http://www.servicioskoinonia.org/relat/82-83.htm. SCHAFF, Adam, Humanismo ecuménico,Trotta, Madrid 1993, p. 49ss.03 Con <strong>es</strong>te adverbio <strong>es</strong>toy limitando el concepto a la <strong>es</strong>peranza que tenía su base y su fundamentoen aquellas certezas científicas; <strong>es</strong>toy excluyendo la <strong>es</strong>peranza cristiana y la <strong>es</strong>peranza <strong>de</strong>aquellos otros militant<strong>es</strong> que, marxistas o no, fundamentaban su <strong>es</strong>peranza no en certezas científicassino en motivos <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> utopía.76
— en el diálogo permanente que sostiene consigo mismo (diálogo en el queconsiste la vida psíquica y mental), por el que va conociendo y re-conociendo larealidad, conceptualizando, enjuiciando y «etiquetando» cada uno <strong>de</strong> los momentosdiscretos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>curso <strong>de</strong> la realidad;— en el «constructo personal», la repr<strong>es</strong>entación interior, la re-construcciónmental que cada ser humano lleva en sí mismo, <strong>de</strong>l que se sirve para or<strong>de</strong>nar sumundo y <strong>es</strong>tructurarlo;— en el «imaginario social» que comparte una <strong>de</strong>terminada sociedad, imaginarioque, cumpliendo el mismo objetivo que el constructo personal, expr<strong>es</strong>a ladimensión comunitaria y social <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong>l ser humano.Bien, pu<strong>es</strong> con todo <strong>es</strong>to tiene mucho que ver la fe y la reflexión religiosa.(Hagamos notar aquí, <strong>de</strong> entrada, que lo que digamos sobre la fe cristiana<strong>de</strong>be ser dicho <strong>de</strong> un modo más amplio aún <strong>de</strong> la fe religiosa en general, y lo quedigamos <strong>de</strong> la teología o <strong>de</strong> la reflexión teológica, ha <strong>de</strong> ser dicho <strong>de</strong> toda reflexiónreligiosa o teológica; mientras no hagamos referencia explícita a la fe cristianaen algún aspecto concreto, nos <strong>es</strong>tamos refiriendo a toda religión y a todateología, no solamente a la cristiana).Sin preten<strong>de</strong>r hacer aquí una exposición sistemática sobre la religiosidad ensu <strong>es</strong>tatuto antropológico 4 , vamos simplemente a pr<strong>es</strong>entar en apretada sínt<strong>es</strong>isen qué consiste en <strong>es</strong>encia la religiosidad humana 5 , para ver la inevitable dimensióncognitiva que conlleva.La religiosidad, en efecto, se inscribe en lo más profundo <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong>lser humano. Este <strong>es</strong> un ser inteligente, abierto, que pregunta. Pregunta por loinmediato y por lo que <strong>es</strong>tá más allá, y llega a preguntar por el sentido último. Alabrirse al misterio <strong>de</strong> la vida, y en el <strong>de</strong>curso diario <strong>de</strong> su existencia, el ser humanocapta muchos interrogant<strong>es</strong> que gravitan sobre su vida: ¿por qué el dolor?, ¿porqué la injusticia?, ¿qué sentido tiene cada cosa?, ¿cuál <strong>es</strong> el sentido <strong>de</strong> la vida?De una manera u otra, el ser humano capta el misterio <strong>de</strong> la existencia ytiene nec<strong>es</strong>idad <strong>de</strong> pronunciarse ante él. Lo más profundo <strong>de</strong>l ser humano <strong>es</strong> <strong>es</strong>a<strong>de</strong>cisión por la que trata <strong>de</strong> dar una r<strong>es</strong>pu<strong>es</strong>ta a los interrogant<strong>es</strong> que le ro<strong>de</strong>an yasí consigue «or<strong>de</strong>nar» su mundo y construir un sentido para su vida. El ser humanonec<strong>es</strong>ita un sentido para su vida, y si no lo encuentra lo inventará, porque sinsentido no pue<strong>de</strong> vivir (se le haría la vida insoportable).04 Para <strong>es</strong>te punto remitimos a ¿Qué <strong>es</strong> la religiosidad?, en J.M. VIGIL, Plan pastoral prematrimonial,Sal Terrae, Santan<strong>de</strong>r 1988, págs. 179-195. Más ampliamente, en F. SEBASTIÁN,Antropología y teología <strong>de</strong> la fe cristiana, Sígueme, Salamanca 1972, págs. 61ss.05 Aquí también, no nos referimos a la religiosidad cristiana, sino a cualquier religiosidadhumana, o a la religiosidad humana en sí misma, ant<strong>es</strong> <strong>de</strong> cualquier <strong>de</strong>terminación <strong>es</strong>pecífica.77
- Page 4 and 5:
ACCIÓN CULTURAL CRISTIANANúm. 36
- Page 6 and 7:
ÍndicePRÓLOGO DE PEDRO CASALDÁLI
- Page 8:
PrólogoDe noche y de día a la vez
- Page 11 and 12:
IntroducciónLos cambios que ha suf
- Page 13 and 14:
I Parte: VER1. LA HORA ESPIRITUAL D
- Page 15 and 16:
victoria electoral. Nadie salió a
- Page 17 and 18:
alimento ideológico y utópico, co
- Page 20 and 21: corazón y de la cabeza, en la «ho
- Page 22 and 23: mera novela: Tu fantasma, Julián 1
- Page 24 and 25: ar que, a pesar de todos los desast
- Page 26 and 27: eneficio social sin disfrute de nin
- Page 28 and 29: En México se esperaba que —tambi
- Page 30 and 31: populares autóctonos en Tailandia
- Page 32 and 33: quia o congregación deben respetar
- Page 34 and 35: conocido, fue emblemático en este
- Page 36 and 37: una especie de «esquizofrenia» en
- Page 38 and 39: En otros casos el proceso es al rev
- Page 40 and 41: y el sentido para vivir es fundamen
- Page 42 and 43: Una primera interpretación puede i
- Page 44 and 45: ñas, que me parecían no estar en
- Page 46 and 47: II Parte: Juzgar2. Para un diagnós
- Page 48 and 49: Basados en estos elementos queremos
- Page 50 and 51: La raza negra parece poco afectada
- Page 52 and 53: migraciones de los campesinos a la
- Page 54 and 55: Este elenco de síntomas de la depr
- Page 56 and 57: antes en un lapso de varias década
- Page 58 and 59: en la etiología ni en la terapia.
- Page 60 and 61: gar a la ansiedad, por ejemplo, dic
- Page 62 and 63: Esta «etiquetación» o catalogaci
- Page 64 and 65: Los dos autores que más han contri
- Page 66 and 67: — en el plano del «pensamiento a
- Page 69: 3. Papel psicoterapéutico de la fe
- Page 73 and 74: Estamos hechos de tal manera que no
- Page 75 and 76: se hace para ser compartida con otr
- Page 77 and 78: La religión —y la teología, con
- Page 79 and 80: caída de las ideologías,crisis de
- Page 81 and 82: da de lo que ocurrió: lo que pasó
- Page 83 and 84: y una madre de entrañas de miseric
- Page 85 and 86: to de su identidad como pueblo y la
- Page 87 and 88: tan la realidad. Muchos cristianos
- Page 89 and 90: determinado tipo de discurso, o una
- Page 91 and 92: dizaje. Son emociones dolorosas apr
- Page 93 and 94: creto de la teología. ¿Quién, pu
- Page 95 and 96: Dentro de esta proyección terapéu
- Page 97 and 98: utopía, sin saber en absoluto qué
- Page 99 and 100: entrañan, una mayor belleza y un a
- Page 101 and 102: la mente con otras perspectivas. Po
- Page 103 and 104: Vibraban con el de Jesús, al unís
- Page 105 and 106: Jesús crucificado y expulsado de e
- Page 107 and 108: pueblo de Jesús, vive en ansiosa e
- Page 109 and 110: Epílogo abiertoEl corriente que na
- Page 111 and 112: Ahora bien, las depresiones políti
- Page 113 and 114: d) Alteraciones de la autopercepci
- Page 115 and 116: ¿Pronóstico? La conciencia revolu
- Page 117 and 118: mento abundante. Su contenido parec
- Page 119 and 120: ta», cansada, deseosa de no volver
- Page 121 and 122:
BibliografíaAspectos psicológico-
- Page 123:
Del autorEl Kairós en Centroaméri