10.07.2015 Views

Comunicación, música y tecnologías - Revista Comunicar

Comunicación, música y tecnologías - Revista Comunicar

Comunicación, música y tecnologías - Revista Comunicar

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

141hasta entonces prácticamenteúnico escenario de la película.Con respecto a la predisposiciónpara experimentar estados depresivoshay que decir que sonvarias las secuencias en las quese presenta a un Marlim alicaídamentederrotado. En ocasionesconsigue superar esos estados gracias a los positivosmensajes y a la actitud no premeditada de su compañerade viaje.Aunque con menos efectos inmediatos, tambiénes digno de ser destacado el cambio que se produceen su autoconcepto cuando escucha en boca de tercerosla valerosa intervención realizada para evitar serdevorado por un horrible monstruo procedente de lasprofundidades del mar o por una panda de «arrepentidosferoces tiburones».Señalar que en el mundo animal también estánpresentes los prejuicios sociales. A los peces payaso seles presupone y solicita un agudo sentido del humor.El realismo con el que Marlim se enfrenta al mundo leimpide contar chistes, habilidad que varía exitosamentecuando mejora sensiblemente su situación vital. Pe r ono sólo éste presenta algunos trastornos de personalidad,muchos de los seres que habitan el acuario tambiénlo hacen: uno está obsesionado por capturar burbujas;otro muestra un comportamiento compulsivopor mantener todo pulcramente limpio y descontamina d o; un tercero no controla la hinchazón de su cuerpocuando algo no sale como esperaba… Gill consideraque todos estos problemas son debidos a ir contranatura, manteniendo en cautividad a unos seres quehan nacido para vivir en libertad. ¿Acaso la sociedadurbana actual no favorece la aparición de fobias desemejante índole? (Rojas, 1992; Arenillas, 2003).7. La amistadCuando Nemo es capturado, Marlim, desesperadopor conocer el rumbo que ha tomado la embarcación,se encuentra con Dory, quien le ofrece ciertas indic a-ciones. Tras un primer momento esperanzador, uno seda cuenta de que la samaritana sufre algún tipo detrastorno de la memoria. ¿Quizás un homenaje a losafectados por el mal de Alzheimer, esa pavorosa enfermedadde nuestro tiempo?Pese a la dificultad del ser azul para recordar, éstecuenta con una serie de aprendizajes que beneficianal pez payaso en su misión: conoce métodos de lecturarápida, habla diferentes dialectos del idioma ballenoy sobre todo, muestra una actitud desmesuradamentepositiva ante la vida:«Cuando huye la suerte, ¿sabeslo que hay que hacer? Siguen a d a n d o». La inconsciencia queimpera en todas sus actuacionescontrasta con la excesiva reflexiónde Marlim ante cualq u i e rhecho. Ninguno de los dos extremoses positivo. Dory consigue que éste salga demuchos de los estados depresivos que experimenta.En contraposición, aquél confiere a la pez una ciertaestabilidad y sobre todo, la necesidad de tener querealizar un esfuerzo para olvidarse menos de las cosasy poder aplicar los conocimientos con los que cuenta.Son varias las escenas en las que podemos apreciarcómo las diferencias de base entre ambos hacen queMarlim desee romper la relación con Dory y continuarel viaje sin el lastre que considera que ella le supone.Es paradójico ver cómo un ser acostumbrado a protegerexcesivamente a su único descendiente por ser diferentea sus congéneres, es poco tolerante con laspeculiaridades de otros.8. La sociedadSin duda, el éxito de recaudación y de crítica convierten,aun más si cabe, a esta película en un fundamentalreferente en la cinematografía infantil. Además,los guiños a la realidad más actual –expresionesde la calle; doblajes por parte de reconocidos actores/actricespatrios; alusiones satíricas a la omnipresencianorteamericana en el mundo, etc.–, ayudan a captarla atención de un público adulto entregado.Algunos hábitos muy extendidos en nuestra sociedadurbana globalizada también son motivo tanto deirónicas alusiones como de afirmación en el filme. Latendencia a poseer seres acuáticos como mascotas oelementos decorativos en nuestros hogares es uno deellos. Darla, la maléfica sobrina del galeno de la historia,al margen de su traviesa imagen acrecentada porel protector metálico de su dentadura –el terror demuchos quinceañeros/as–, recurre a la «taza de lamuerte» para deshacerse cada año de su animal decompañía. Un viaje sin retorno.Es importante mencionar más cuestiones que nodeberían pasar desapercibidas al espectador/a. Unade ellas la protagonizan las gaviotas, retratadas casicomo buitres carroñeros. Su insistente y unísono graznidode «¡mío, mío, mío...!», eslogan más propio de ungrupo de consumidores/as ante las rebajas que de unabandada de aves, aleja cualquier atisbo de afectividadpor parte del público. El individualismo, la preponde-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!