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Comunicación, música y tecnologías - Revista Comunicar

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144y funciones que en ellos se despliegan, así como de lasmetodologías y las organizaciones, además de los materiales,los instrumentos... en definitiva de los recursosque vamos a utilizar y el cómo vamos a utilizarlos, tambiénpara quién y para qué, introduciríamos de esamanera los interrogantes básicos que Freire plantea ala hora de iniciar una acción.Los recursos (palabras, textos, materiales, cosas,instrumentos...) siempre han de formar parte de un sistemainformacional comunicativo (abierto y flexible,creativo e inventivo, local y global...) que implementeentre otras cuestiones la posibilidad de ser utilizadopor diversos a(u/c)tores y que el sistema, las entradas,tomas del mismo, los dispositivos, la estructura organizativa,etc. signifiquen o puedan significar, operen opuedan operar; en definitiva, impliquen o puedan implicarun volver corrientes, esas palabras, esas herramientas...que, en este caso, los profesores y profesoras,las educandas y los educandos, las organizaciones,los colectivos... hemos sido capaces de poner en marcha,es decir la potencia de nuestro trabajo inmerso enun hacer pleno de creatividad, social y singular, en unproceso de cooperación donde la práctica social intelectual,educativa y formativa, constituye el valor.No puede haber recursos si no hay un propósito,ni un camino donde no hay voluntad de que exista, asípues, es imprescindible que ese entretejido fruto de lacorrelación –alteridad y reciprocidad– de las personas,ese volver corriente las acciones, las pasiones... en definitiva,los textos y las cosas por ellas generadas –materialidady creatividad– ficticiamente se conviertan enreales y constituyan la posibilidad de retomar el actuar,la recuperación de la potencia del crear y el afloramientode la imaginación cotidiana, simultáneamente–respecto a cada una de las personas participantes–,así como el hacer emerger la posibilidad de reapropiarnosde nuestro trabajo, de los equipamientos... endefinitiva de los contextos y territorios donde desenvolvemosnuestras tareas. Y esto es así, porque de estamanera capta la transversalidad que nos sirve paraconstruir los procesos de aprendizaje y la producciónde los recursos necesarios como operativos de mutacióny continuación, de novación y tradición, de invencióny copia, etc. que se producen en su desarrollode manera conjuntiva así como en la materializaciónconceptiva: productiva y creativa, de ese propósito-voluntadque configura los recursos desde el posicionamientode que «Nuestra vida se pasa transformando»1 , y ese movimiento, a veces fugaz, otras casi perenne,nos impele a la creatividad, y viceversa, atravesandolos diferentes estadios, territorios y posicionescon nuestro trabajo vivo, ya de una textura muy compleja,y haciendo que la comunicación, como accióntransdisciplinar, acentué las valencias de la cooperaciónque supone siempre el acto comunicativo deproducción y uso de recursos.Esto nos llevaría a la consideración general, de lamano de Freire, de que «La educación es comunicación,es diálogo, en la medida en que no es la transferenciadel saber, sino un encuentro de sujetos interlocutores,que buscan la significación de los significados»2 y aplicado al tema que nos ocupa, los recursos,son elaboraciones-producciones-creaciones singularesrealizadas por hombres y mujeres que suponen, de entrada,un proceso-proyecto, interactivo y interrelacionado,así como un encuentro, donde vivir y aprender,que nos aleja de la conceptuación instrumentalizadade los recursos: aquella que señala que nos sirven sóloparcialmente sin dejarnos ver más allá a través de ellos;los recursos, si han de servirnos para la creatividad, loharán si somos capaces de transcenderlos, superarlos,productivamente, inventivamente, educativamente,socialmente, políticamente.Este posicionamiento supone, operativamente, establecerque «la comunicación verdadera no es latransferencia, o transmisión del conocimiento, de unsujeto a otro, sino su coparticipación en el acto decomprender la significación del significado. Es una comunicación,que se hace críticamente» 3 , y que implicaponer en común las singularidades y pluralidades delas personas, de los recursos,... y que supone una claraapuesta por una ruptura, correlativa, con el feroz individualismoque nos ocupa e inunda, ahora ya profundamenteneoliberal.Y es de esta manera que los recursos –textos ycosas– nos aportan las diferentes cargas, huellas... quelas personas y los contextos territoriales hemos ido depositandoen ellos, conformando una vasta red de carácterrizomático (mallas socio-técnicas, político-culturales...que son simultáneamente reales/naturales, singularesy colectivas/sociales y narradas/discursivas ypolíticas), mucho antes de la existencia de esa red casidominante que es Internet (sólo una diferencia queestablece un salto, no sé si cualitativo o cuantitativo, ladisposición temporal y el concepto de on-line), en unmovimiento de vaivén que va dejando mostrar aquelloque la creatividad de los seres humanos ha ido comunicandoal producto –singularidades de los sujetos y delos objetos– 4 en un proceso conversacional que simultáneamente–respecto a cada una de las personas participantes–es pedagógico, político y liberador y, además,establece las interrogaciones/cuestionamientos

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