Estratègies per al desenvolupament sostenible - Generalitat de ...

participativa con el uso de medios electrónicos, apuntan muy lejos de un modelodominado por el Estado. Una estrategia debe poder adaptarse a estosinstrumentos.De esta manera, es evidente que las estrategias no tendrían que ser simplementeun proceso de planificación tecnocrática: las dimensiones políticas de lasestrategias también son fundamentales. Como demuestra la experiencia deestrategias anteriores, parece que las que han tenido más éxito han sido lasmás participativas y, al contrario, las estrategias que parecen no llevar a ningúnsitio, aunque la documentación parezca correcta, a menudo se han caracterizadopor una falta de participación y, por lo tanto, de flexibilidad, “apropiamiento” ycompromiso.La experiencia ha hecho patente que los enfoques interdisciplinarios y basadosen la ciencia son útiles para identificar los problemas y las opciones sociales,ambientales y económicas, a pesar de que no son suficientes. No pueden tratartodas las cuestiones ni dar acceso a toda la información necesaria y útil, ya quela mayoría está en manos de los individuos y las comunidades. Además, lasdecisiones que son necesarias son juicios de valor. Tienen que tomarse con laparticipación tanto de los “ganadores” como de los “perdedores”, de maneraque se llegue a algún tipo de acuerdo o compromiso sobre el resultado. Esnecesario un enfoque centrado en las personas para complementar lo que sebasa en la ciencia. Así, hay margen tanto para las aportaciones técnicas deexpertos individuales como para una participación más amplia de muchaspersonas en los ejercicios participativos –aunque no hay que sobrecargar aestas personas porque esto causaría una “fatiga participativa”–. Es muy importantemantener el equilibrio entre estos dos enfoques. La necesidad de la “participaciónmás amplia posible” en el camino hacia el desarrollo sostenible aparece endiversos capítulos de la Agenda 21, aunque no se precisa claramente cómopuede garantizarse.98La selección de participantes adecuada es quizás el paso más crítico a la horade establecer un proceso estratégico. La composición de los participantesdeterminará tanto la legitimidad de la estrategia como su capacidad para generarnuevas ideas, perspectivas y consensos para pasar a la acción. Cuestionescomo la representatividad, el muestreo y el grado apropiado de participaciónson importantes. Hay que encontrar un equilibrio entre incluir toda la variedadposible de participantes para crear un consenso a largo plazo con una baseamplia y evitar sobrecargar las capacidades propiciadoras y de gestión deaquéllos que organizan el proceso de la estrategia.