La taguara del humanismo o la cultura comunal
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el marco de una revolución. Por ejemplo pudiéramos pensar<br />
que una María Corina Machado, un Henrique Capriles, que<br />
lo que hacían era consumir drogas y vivir su vida loca en<br />
Europa o en Estados Unidos y así Leopoldo López y todos<br />
esos muchachos que de estar en nueva York en el estudio 84<br />
o viajando a Europa, esperando que los viejos se mueran o<br />
ellos esperar madurar para venir a ser dueños de <strong>la</strong>s empresas<br />
que le donaran los padres, de pronto se ven de <strong>la</strong> noche a <strong>la</strong><br />
mañana, a los veinte y pico de años, involucrados en el marco<br />
de una revolución, intentando hacer política, porque ya los<br />
mayordomos no pueden hacer política, es decir desconocen<br />
cómo se hace política en el marco revolucionario y por otro<br />
<strong>la</strong>do no tienen los mismos intereses de los dueños, aunque lo<br />
ambicionen, entonces no es el mismo Capriles ese Capriles,<br />
ni esa María Corina, ni ese Leopoldo, ni ninguno de esos<br />
carajos impolutos empresarios que escondidos en sus burbujas<br />
ideológicas se protegían de ser nombrados responsables,<br />
porque esas culpas <strong>la</strong>s recibían los políticos, ¿Quién podía<br />
nombrar a los jerarca de <strong>la</strong> iglesia como los <strong>la</strong>drones que son?<br />
¿Quién podía nombrar a los dueños de <strong>la</strong> Po<strong>la</strong>r como <strong>la</strong>drones<br />
o criminales que son?<br />
<strong>La</strong> revolución al irrumpir en <strong>la</strong> sociedad rompe <strong>la</strong>s vidrieras<br />
de <strong>la</strong> costumbre y los marcos que <strong>la</strong> sostienen, todo se pone<br />
en evidencia en una revolución. Entonces <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ses cambian<br />
su carácter; no es lo mismo ese proletario, ni ese burgués en<br />
el estado estable <strong>del</strong> sistema capitalista, que en el marco de<br />
una revolución, entonces esas c<strong>la</strong>ses ya no volverán a ser <strong>la</strong>s<br />
mismas mientras dure <strong>la</strong> revolución y circunstancialmente<br />
pierden su carácter de c<strong>la</strong>se poderosa, quedando en evidencia<br />
sus verdaderas motivaciones; o en el caso <strong>del</strong> proletariado<br />
descubrimos <strong>la</strong> condición de esc<strong>la</strong>vos y <strong>la</strong> imposibilidad<br />
de ser otros, ubicando inicialmente a los dueños y por otro<br />
<strong>la</strong>do <strong>la</strong> existencia de una <strong>cultura</strong> social que hace posible <strong>la</strong><br />
esc<strong>la</strong>vitud, aunque se disfrace de libre venta de <strong>la</strong> fuerza de<br />
trabajo por un sa<strong>la</strong>rio.<br />
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