Una oportunidad para cada niño
estado_mundial_de_la_infancia_2016
estado_mundial_de_la_infancia_2016
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
En todo el mundo, la innovación está marcando la diferencia. Construir flujos de información<br />
en tiempo real y multidireccionales, establecer comunidades de agentes de cambio de código<br />
abierto y financiarlos <strong>para</strong> ampliar la escala de las innovaciones: estos y otros enfoques tienen<br />
el potencial de reducir las desigualdades al acelerar los resultados en favor de los <strong>niño</strong>s más<br />
pobres y más desfavorecidos.<br />
Inversión<br />
Calcular presupuestos centrados en la equidad y realizar<br />
una financiación innovadora <strong>para</strong> atender a los <strong>niño</strong>s y<br />
las familias más excluidas<br />
Tal y como se ha afirmado en este informe, invertir en los <strong>niño</strong>s y las comunidades más<br />
desfavorecidas es más que un imperativo moral. Se trata de una inversión inteligente y<br />
estratégica que favorece la consecución de resultados más efectivos y rentables y, al mismo<br />
tiempo, ayuda a romper los ciclos intergeneracionales de privaciones y a fortalecer a las<br />
sociedades. Lo contrario también es cierto: cuando no logramos invertir en los <strong>niño</strong>s y las<br />
familias más marginadas, les fallamos a ellos y a sus sociedades. Las disparidades en el<br />
acceso a ayuda y servicios esenciales cuestan cientos de miles de millones de dólares <strong>cada</strong><br />
año en todo el mundo 280 .<br />
A la hora de calcular los presupuestos y la inversión pública, la prioridad debería ser la creación<br />
de más <strong>oportunidad</strong>es <strong>para</strong> los <strong>niño</strong>s más desfavorecidos. El presupuesto de un país refleja el<br />
grado en que las promesas de los políticos se traducen en acciones directas <strong>para</strong> beneficiar a<br />
los <strong>niño</strong>s más excluidos. Ese gasto desempeña un papel fundamental al financiar los sistemas<br />
que conectan a los <strong>niño</strong>s y las familias desfavorecidas con la ayuda y los servicios esenciales,<br />
lo que incluye redes de seguridad social que protegen a las familias durante crisis y otras<br />
perturbaciones emocionales.<br />
Sin embargo, no es suficiente con que los <strong>niño</strong>s sean la prioridad en los presupuestos<br />
nacionales. Todos los gobiernos, ya sean los de países de ingresos bajos, medianos o<br />
altos, deben analizar el impacto que sus decisiones presupuestarias producen en los <strong>niño</strong>s<br />
más vulnerables. En algunos casos, la inversión pública está sesgada y favorece a los más<br />
aventajados, en lugar de a los menos. El ejemplo que mejor ilustra esta injusticia podría ser<br />
la laguna existente en el gasto per cápita en educación. En algunos países de bajos ingresos,<br />
son los estudiantes mejor formados quienes se benefician de casi la mitad de la inversión<br />
pública destinada a la educación, lo que representa solo un 10% de la población estudiantil<br />
total. Del mismo modo, hay muchos países donde los estudiantes que crecen en las familias<br />
más ricas tienen un acceso hasta 18 veces mayor que los de las familias más pobres a<br />
recursos educativos públicos, entre los que se incluyen libros de texto y otros materiales 281 .<br />
No obstante, una mejor coordinación y planificación entre los ministerios de finanzas<br />
y desarrollo puede contribuir a que los presupuestos nacionales respondan mejor a las<br />
necesidades de los más desfavorecidos. Asimismo, un seguimiento más detallado de los<br />
gastos ayudaría a saber si los programas que financian están atendiendo a quienes es más<br />
difícil acceder.<br />
Es sumamente importante controlar el impacto de la inversión pública con el fin de cumplir<br />
con todas las prioridades posibles propuestas por el gobierno, y lograr la equidad <strong>para</strong> los<br />
<strong>niño</strong>s no debe ser una excepción. Algunos países cuentan con mecanismos <strong>para</strong> proporcionar<br />
una base sobre la que controlar el impacto de la inversión pública en la pobreza infantil. En<br />
Bangladesh, por ejemplo, se ha desarrollado un marco presupuestario centrado en los <strong>niño</strong>s,<br />
empleado en el Ministerio de Finanzas, <strong>para</strong> prever el impacto que podría causar en ellos. En<br />
Sudáfrica, el Instituto del Niño controla las dotaciones presupuestarias destinadas a ejecutar<br />
las disposiciones de la Ley del Niño de 2005 de ese país.<br />
Al mismo tiempo, los gobiernos pueden incrementar el rendimiento de sus inversiones<br />
adoptando mecanismos más integrados <strong>para</strong> la elaboración de planes y presupuestos, y<br />
ESTADO MUNDIAL DE LA INFANCIA 2016<br />
97