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<strong>POETIKA1</strong><br />
Sin embargo, los versos citados resuenan en mi memoria desde que<br />
los leí. Están, si cabe la afirmación, más allá de la coyuntura política y social;<br />
dicen algo más que aquel entonces, y permiten enunciar la poesía cósmica,<br />
hecha para los sentidos. Encierran en las palabras profundas imágenes, que<br />
arrebatan el sentido del lector, y que tornan infinita la interpretación, este<br />
es uno de los valores de la escritura poética, pues no estamos frente a un<br />
cuadro, que capta inmediatamente la atención, por el imperio de la imagen,<br />
al contrario, la imagen no es la misma, como la que un cuadro muestra.<br />
Estamos, más bien, ante palabras e imágenes particulares, que cada uno<br />
dibuja, y reinventa de acuerdo a la sonoridad que recibe 6 .<br />
El acto de escuchar o leer un poema inevitablemente conduce a un<br />
ritual de sonidos, en la voz presente o en la voz ausente, que acontece en<br />
nuestro interior. Por tanto, según como ha sugerido el crítico Walter J. Ong,<br />
en su libro Oralidad y escritura Tecnologías de la palabra, para el caso de la<br />
oralidad considera que el habla, el contar, el despojarse del lenguaje, es el<br />
momento de la presencia sonora, mientas que la escritura es la tecnología que<br />
empleamos para transmitir pensamientos, sensaciones.<br />
A partir de lo dicho, pienso que uno podría volver a cada instante<br />
y en varias épocas sobre un texto, mejor dicho un poema, y reinventar<br />
esa memoria (que ya fue parte de otro tiempo) en su tiempo, y a la vez<br />
reinventar e imaginar el tiempo del autor, el tiempo del poema, y también su<br />
mismo tiempo. Así, un poema representa la escritura que se conecta con los<br />
sentidos en un juego de temporalidades, que pone en escena las percepciones<br />
de un lector: las memorias personales en las memorias que recogemos del<br />
mundo. Como, acertadamente, W. J. Ong, apunta: “La escritura da vigor a<br />
la conciencia […] Para vivir y comprender totalmente, no necesitamos sólo<br />
la proximidad, sino también la distancia. Y esto es lo que la escritura aporta<br />
a la conciencia como nada más puede hacerlo” (Ong, 2011: 85).<br />
La escritura, asimismo, es un método para interconectar con<br />
dimensiones que resignifican el tiempo del pasado, y que ponen a trabajar a<br />
la memoria en las palabras. Ives Bonnefoy en sus meditaciones Sobre el origen<br />
y el sentido con aire bastante poético decía: “Y la voz de ausencia que sube<br />
6 Ferdinand de Saussure, el semiólogo y lingüista francés, decía, por ejemplo, que<br />
el signo vincula un concepto con una imagen acústica. Con esto, dejaba sentado<br />
la importancia que articulan las palabras y los sonidos al momento de producir<br />
signos, significados, en las cosas, como parte de los códigos sociales [N del A].<br />
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