Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>POETIKA1</strong><br />
O´Higgiens, a unas dos cuadras de la plaza del distrito). No tuve el valor de<br />
tocar su puerta y preguntar si vivía o no en dicho inmueble. Al final, para<br />
que no fuera inútil mi viaje averigüé en una tienda cercana a la vivienda del<br />
alquimista si en esa casa de arquitectura antigua, pintada de un amarillo<br />
campestre, vivía el poeta. La señora de la tienda (a quien mostré el retrato a<br />
toda página del poeta que salió en el diario) me dijo que sí, que allí vivía él y<br />
toda su familia.<br />
Unos años después, cuando ya era estudiante de literatura de la<br />
mítica Universidad Nacional Mayor de San Marcos, conocí personalmente<br />
al poeta. Un grupo de jóvenes sanmarquinos que lideraban un movimiento<br />
cultural había organizado un recital poético en la Ciudad Universitaria de San<br />
Marcos. En el cartel de invitados sobresalía el nombre de Enrique Verástegui.<br />
Entonces, asistí al mágico recital. El auditorio refulgía de asistentes, pero<br />
más, la figura del poeta de cabellos ensortijados y revueltos, quien se hallaba<br />
sentado frente a todos nosotros. Después de que leyeran unos cinco poetas, le<br />
llegó el turno al autor de Angelus novus, quien era, por supuesto, el encargado<br />
de cerrar el festival poético. El alquimista comenzó con su declamación: el<br />
auditorio silencioso seguía cada ritmo de sus luminosas palabras. Recuerdo<br />
claramente, cuando leyó “Giordano Bruno”, un hermoso y monumental<br />
poema: “… y entró sereno en la brasa/ lúcido entre las ávidas llamas. / Toda<br />
época está/ en retroceso y todo presente es pasado devorado/ en el futuro<br />
y aquel 9 febrero 1600/ Giordano Bruno, poeta, / loco y filósofo que en<br />
la duda encontró la verdad/ nació para todos/ y yo nací con él, / yo soy<br />
Giordano Bruno”. Un tiempo después, con unos amigos de mi promoción<br />
viajamos a San Vicente de Cañete y lo visitamos en su casa. Nos amanecimos<br />
conversando sobre la poesía y la vida. Obviamente, la entrevista la grabamos<br />
en unos cuatro o cinco casetes para una posible publicación que hasta el día<br />
no ha salido. Como sospecharán, al final escribí una tesis sobre el primer<br />
poemario del poeta, del alquimista, del filósofo. Y con esta investigación<br />
me gradué de Literato. Así, pues, se inició mi interés por la obra de Enrique<br />
Verástegui, il miglior fabbro.<br />
LAS FLORES DEL ALQUIMISTA<br />
El poeta-alquimista Enrique Verástegui ha publicado los siguientes<br />
poemarios-flores: En los extramuros del mundo. Lima: Carlos Milla Batres<br />
78