Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>POETIKA1</strong><br />
versos enumerativos (al mejor modo surrealista); en tanto que en la quinta<br />
y última las estrofas inician con sonidos onomatopéyicos intercalados con<br />
invocaciones a la divinidad. De este modo se intensifica la cadencia de la<br />
letanía: “Señor Señor gran Ojo que mira atento a Todos y se mueve en una<br />
nube oscura // Crar crar extraños gritos de Seres arrojados hacia el cielo sobre<br />
oleadas de árboles […] Señor Señor Señor crar crar crar Señor Señor Señor<br />
crar crar crar”. Ello obedece a la asociación de sonidos emotivos e imágenes<br />
que alternan con los salvajes recuerdos familiares y la fantasía fúnebre que<br />
carcome la mente de la voz poética.<br />
Parte de la fuerza del poema radica en que está construido a partir<br />
de arquetipos y ya sabemos cómo estos se adhieren en el inconsciente al verse<br />
reconocidos. El de la madre es, por supuesto, el arquetipo base sobre el que<br />
está edificado “Kaddish”. Sin embargo, la muerte, el nacimiento, la divinidad,<br />
así como los sueños y los recuerdos coloreados por el tiempo configuran<br />
una potente amalgama urdida con versos narrativos que deslumbra por su<br />
crudeza y lucidez. A día de hoy este poema nos resulta tan contemporáneo<br />
porque si hay algo que es inherente y universal en todos nosotros es el miedo<br />
a perder al ser amado. Pocas cosas nos aterran tanto. En la mitología griega<br />
fue Orfeo quien descendió al Hades para rescatar de la muerte a Eurídice;<br />
en nuestra época, en cambio, Ginsberg se sumergió en su infierno interior<br />
para evitar que el olvido se llevara a Naomi para siempre. El resultado es este<br />
caudaloso llanto que ha sobrevivido incólume a sus primeros cincuenta años.<br />
Los “otros poemas”<br />
Las temáticas recurrentes de la poesía de Allen Ginsberg están presentes en<br />
los restantes poemas que conforman el libro. El sexo y la homosexualidad<br />
—o su represión— aparece en determinados momentos y de modo disperso.<br />
No hay ningún poema eminentemente sexual, pero este tema tampoco pasa<br />
desapercibido. A “Kaddish” le sigue “Poema cohete” cuyo título es más bien<br />
un caligrama 8 en forma de pene, acompañado de un oportuno epígrafe<br />
de Gregory Corso: “¡Sé un follador de estrellas!”, y en sus versos finales<br />
encontramos: “les envío mi cohete de químico asombroso / más que mi pelo<br />
mi esperma o las células de mi cuerpo”. Pese a lo dicho, el núcleo sobre el<br />
8 Su deuda con el francés no solo se deja ver en este poema, sino también en otro<br />
que le dedica al visitarlo en Père Lachaise titulado “En la tumba de Apollinaire”.<br />
70