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Datos, algoritmos y políticas: la redefinición del mundo digital

La convergencia del mundo físico y el mundo digital configura un ecosistema cuya dinámica redefine el modelo de desarrollo económico y social. En este libro se analizan la Internet de las cosas, las cadenas de bloques y la inteligencia artificial, y su potencial transformador. Se estudian dos elementos habilitantes para su uso: las plataformas digitales globales y la formación de recursos humanos. Se analizan esas y otras tecnologías digitales en las actividades manufactureras y de servicios avanzados, y las empresas de tecnología financiera digital (fintech). Se concluye con una reflexión sobre las implicancias de la inteligencia artificial para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La convergencia del mundo físico y el mundo digital configura un ecosistema cuya dinámica redefine el modelo de desarrollo económico y social. En este libro se analizan la Internet de las cosas, las cadenas de bloques y la inteligencia artificial, y su potencial transformador. Se estudian dos elementos habilitantes para su uso: las plataformas digitales globales y la formación de recursos humanos. Se analizan esas y otras tecnologías digitales en las actividades manufactureras y de servicios avanzados, y las empresas de tecnología financiera digital (fintech). Se concluye con una reflexión sobre las implicancias de la inteligencia artificial para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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<strong>Datos</strong>, <strong>algoritmos</strong> y <strong>políticas</strong>: <strong>la</strong> <strong>redefinición</strong> <strong>del</strong> <strong>mundo</strong> <strong>digital</strong><br />

Introducción<br />

A. Un <strong>mundo</strong> en vertiginosa transformación<br />

Desde 2015 se han sucedido cambios económicos, tecnológicos y geopolíticos que están transformando<br />

el escenario mundial y que tienen implicancias para el mo<strong>del</strong>o de desarrollo. Luego de prácticamente<br />

una década de lento crecimiento económico desde <strong>la</strong> crisis financiera de 2008, por primera vez todas <strong>la</strong>s<br />

grandes regiones de <strong>la</strong> economía global están creciendo, lo que está impulsando un mayor dinamismo<br />

en los países de <strong>la</strong> región. Sin embargo, existe una creciente incertidumbre sobre si el nuevo dinamismo<br />

se mantendrá en el <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo. Cuestionamientos sobre <strong>la</strong> globalización y sus efectos, en particu<strong>la</strong>r una<br />

desigualdad de ingresos cada vez mayor, además de <strong>la</strong> duda sobre el futuro de los grandes acuerdos<br />

comerciales multi<strong>la</strong>terales, provocan tensiones a nivel macroeconómico que coexisten con <strong>la</strong> aceleración<br />

de <strong>la</strong> revolución <strong>digital</strong>.<br />

Esta trae consigo disrupciones que se materializan en innovaciones en los mo<strong>del</strong>os de negocios y sistemas<br />

productivos, <strong>la</strong> reconfiguración de sectores económicos, <strong>la</strong>s nuevas dinámicas en el <strong>mundo</strong> <strong>del</strong> trabajo, <strong>la</strong> oferta<br />

de bienes y servicios inteligentes y <strong>la</strong>s nuevas condiciones de competitividad. Los Estados Unidos, China y<br />

algunos países de Europa Occidental están implementando estrategias para liderar <strong>la</strong>s nuevas tecnologías<br />

y asegurar así su predominancia en <strong>la</strong> escena mundial. Cabe presumir que esta dinámica tendrá efectos en<br />

los flujos de inversiones y en <strong>la</strong> estructura productiva de los países, lo que repercutirá en el orden geopolítico<br />

prevaleciente en <strong>la</strong> nueva revolución industrial (CEPAL, 2018).<br />

En efecto, <strong>la</strong> economía y <strong>la</strong> sociedad mundiales están cada vez más inmersas en <strong>la</strong> era <strong>digital</strong>, que<br />

se define por <strong>la</strong> convergencia de un conjunto de tecnologías emergentes cuya dinámica configura nuevos<br />

ecosistemas construidos sobre <strong>la</strong> infraestructura y <strong>la</strong>s innovaciones de <strong>la</strong> revolución <strong>digital</strong>. La velocidad <strong>del</strong><br />

cambio, producto de <strong>la</strong> naturaleza exponencial de los avances tecnológicos, <strong>la</strong> gran permeabilidad de <strong>la</strong>s<br />

tecnologías <strong>digital</strong>es en todos los sectores e industrias, y su profunda capacidad de transformación de sistemas<br />

completos de producción, gestión y gobernanza, agregan oportunidades e incertidumbres a <strong>la</strong> dinámica <strong>del</strong><br />

desarrollo (Schwab, 2016).<br />

Una primera etapa <strong>del</strong> proceso de transformación <strong>digital</strong> es pasar de <strong>la</strong> Internet <strong>del</strong> consumo a <strong>la</strong> Internet<br />

de <strong>la</strong> producción. La <strong>digital</strong>ización reduce los costos marginales de producción y los de transacción, promueve<br />

innovaciones en bienes y servicios <strong>digital</strong>es, e impulsa el desarrollo de p<strong>la</strong>taformas de consumo y de<br />

producción. Por ello, agrega valor mediante <strong>la</strong> incorporación de lo <strong>digital</strong> en bienes y servicios que, en principio,<br />

no son <strong>digital</strong>es (CEPAL, 2016). Los determinantes de <strong>la</strong> economía <strong>digital</strong> actual no son los mismos que los<br />

prevalecientes hace menos de una década. En un período re<strong>la</strong>tivamente corto, el centro de <strong>la</strong> atención y <strong>la</strong><br />

innovación pasó de <strong>la</strong> conectividad móvil y <strong>la</strong> computación en <strong>la</strong> nube a los ecosistemas de <strong>la</strong> Internet de <strong>la</strong>s<br />

cosas, el manejo de datos mediante <strong>la</strong> inteligencia artificial, <strong>la</strong> robótica y <strong>la</strong>s cadenas de bloques (blockchain),<br />

cuyas aplicaciones mostrarán todo su potencial con <strong>la</strong>s redes 5G.<br />

Estos avances, que convergen rápidamente y se potencian unos a otros, profundizan el proceso de<br />

transformación. El actual contexto no es solo un <strong>mundo</strong> hiperinterconectado en sus esferas económicas y<br />

sociales, sino un <strong>mundo</strong> en el que se superponen o fusionan <strong>la</strong> economía tradicional —con sus sistemas<br />

organizativos, productivos y de gobernanza— y <strong>la</strong> economía <strong>digital</strong> —con sus particu<strong>la</strong>ridades innovadoras<br />

en cuanto a mo<strong>del</strong>os de negocios, producción, organización empresarial y gobernanza—. Esto da lugar a un<br />

nuevo sistema <strong>digital</strong>mente entre<strong>la</strong>zado en el que se integran mo<strong>del</strong>os de ambas esferas que interactúan entre<br />

sí, dando lugar a ecosistemas más complejos que se encuentran en proceso de transformación organizativa,<br />

institucional y normativa con <strong>la</strong> premura que impone <strong>la</strong> velocidad de <strong>la</strong> revolución <strong>digital</strong>. En el corto p<strong>la</strong>zo,<br />

es previsible que <strong>la</strong> convivencia de dos esquemas dé lugar a incertidumbres y fricciones en <strong>la</strong>s áreas con<br />

mayor simbiosis.<br />

La economía <strong>digital</strong> propiamente tal inició su desarrollo hace un par de décadas, con una dinámica caracterizada<br />

por <strong>la</strong> creación de bienes y servicios <strong>digital</strong>es y mo<strong>del</strong>os de negocios en línea basados en p<strong>la</strong>taformas de<br />

alcance global. Estos mo<strong>del</strong>os, intensivos en el uso de datos, han ido creciendo rápidamente al punto que<br />

sus actores emblemáticos se han posicionado más allá de <strong>la</strong> industria <strong>digital</strong>. En <strong>la</strong> actualidad, estos lideran<br />

los mercados en cuanto a valor de capitalización a nivel global. En febrero de 2018, Apple tenía un valor de<br />

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