El lado - Géminis Papeles de Salud
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industria alimenticia y <strong>de</strong>l juguete) <strong>de</strong>muestran perfectamente qué cabe esperar <strong>de</strong> las<br />
empresas internacionales y sus "inversiones" en el Tercer Mundo. Adidas, Chicco, Aldi y otras<br />
firmas obtienen buena parte <strong>de</strong> sus productos en países <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra barata. Visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
una perspectiva positiva, esto podría significar que las corporaciones generan millones <strong>de</strong><br />
puestos <strong>de</strong> trabajo, creando así las bases para el <strong>de</strong>sarrollo y el bienestar en esas regiones.<br />
Sin embargo, la realidad luce muy distinta: por lo general, la paga a los trabajadores <strong>de</strong> las<br />
fábricas y las plantaciones se asemeja al salario mínimo <strong>de</strong>l país en cuestión o incluso es<br />
menor. Y, a diferencia <strong>de</strong> lo que ocurre en la mayoría <strong>de</strong> los países occi<strong>de</strong>ntales, este salario<br />
mínimo no refleja lo que un hombre necesita para vivir, alimentar a su familia, educar a sus<br />
hijos y garantizar una jubilación. En numerosos países, el ingreso se <strong>de</strong>fine básicamente en<br />
función <strong>de</strong>l gasto público que autorizan el Fondo Monetario y el Banco Mundial.<br />
¿De dón<strong>de</strong> han sacado el Banco Mundial y el FMI tanto po<strong>de</strong>r como para <strong>de</strong>cidir por sobre<br />
Estados soberanos?<br />
Los países en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo están altamente en<strong>de</strong>udados. Esto obe<strong>de</strong>ce a diversas<br />
causas. Muchos <strong>de</strong> los países fueron colonias europeas hasta bien entrado el siglo XX y<br />
fueron <strong>de</strong>sangrados por sus respectivos dominadores. La infraestructura estatal era<br />
prácticamente inexistente, muchos nativos quedaban al margen <strong>de</strong> la instrucción escolar.<br />
Cuando la etapa colonial llegó a su fin, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1960, los nuevos gobiernos recibieron<br />
gran<strong>de</strong>s créditos para la reconstrucción concedidos por el Banco Mundial. En la década <strong>de</strong>l<br />
70, los organismos financieros internacionales otorgaron más créditos a tasas <strong>de</strong> interés<br />
inicialmente muy bajas: a raíz <strong>de</strong>l aumento en el precio <strong>de</strong>l petróleo, tenían una enorme<br />
cantidad <strong>de</strong> petrodólares a disposición. Gran parte <strong>de</strong> esos recursos fue <strong>de</strong>stinada a pro<br />
yectos que habían sido concebidos por asesores occi<strong>de</strong>ntales y que no tenían casi ninguna<br />
utilidad para los propios países. Y mucho dinero fue a parar al bolsillo <strong>de</strong> gobiernos corruptos.<br />
En la década <strong>de</strong>l 80 se reprogramaron las <strong>de</strong>udas: para po<strong>de</strong>r pagar los intereses, hubo<br />
nuevos créditos <strong>de</strong>l Banco Mundial. Pero en esta ocasión se impusieron condiciones<br />
diferentes, íntimamente ligadas a la visión política <strong>de</strong> Ronald Reagan y Margaret Thatcher.<br />
Surgieron entonces rigurosos programas <strong>de</strong> ajuste, cuyas principales víctimas resultaron ser<br />
las instituciones sociales y educativas.<br />
En la actualidad, la mayoría <strong>de</strong> los países en <strong>de</strong>sarrollo sigue <strong>de</strong>stinando una gran parte<br />
<strong>de</strong> su presupuesto a los servicios <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda, pagando intereses a organismos financieros<br />
internacionales y bancos occi<strong>de</strong>ntales. <strong>El</strong> Banco Mundial y el FMI vigilan atentamente el<br />
proceso y <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n si inyectan o no más capitales. <strong>El</strong> que paga los recibe. Recién en los<br />
últimos años se ha podido vislumbrar un cambio <strong>de</strong> perspectiva. Ahora, incluso en Wa<br />
shington, consi<strong>de</strong>ran que no es muy eficaz coartar <strong>de</strong> manera extrema las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sarrollo porque, ante tal situación, los países <strong>de</strong>udores <strong>de</strong>ben ven<strong>de</strong>r hasta lo que no<br />
tienen y se quedan sin recursos para financiar, por ejemplo, los sistemas <strong>de</strong> educación y <strong>de</strong><br />
salud. Pero seguramente pasará tiempo hasta que se produzca una verda<strong>de</strong>ra reorientación<br />
en la política internacional respecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda; para ello, todavía <strong>de</strong>beremos ver muchas<br />
imágenes <strong>de</strong> niños hambrientos y a muchos movimientos antiglobalización manifestando por<br />
las calles <strong>de</strong>l mundo.<br />
Explotación <strong>de</strong> recursos<br />
Las firmas occi<strong>de</strong>ntales no sólo explotan a millones <strong>de</strong> trabajadores, también ejercen un<br />
control absoluto sobre las riquezas naturales <strong>de</strong> numerosos países. <strong>El</strong> mundo al revés:<br />
Angola, Brasil, Indonesia y Nigeria, al igual que la mayoría <strong>de</strong> los países en vías <strong>de</strong><br />
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