El lado - Géminis Papeles de Salud
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También a él le expliqué que el precio tan bajo <strong>de</strong>l coltan se <strong>de</strong>bía a un trato especial con la<br />
firma Somigl. Y que para concretar la operación, yo precisaba una autorización especial <strong>de</strong><br />
los rebel<strong>de</strong>s, con quienes tenía muy buenos contactos. Asimismo le dije que necesitaría el<br />
nombre y la dirección <strong>de</strong>l potencial cliente final.<br />
"Nuestras fábricas contratistas constituyen dos <strong>de</strong> los mayores procesadores", fue la vaga<br />
respuesta <strong>de</strong> Born. A todo esto, <strong>de</strong>mostró ser un conocedor <strong>de</strong>l rubro. Sin que yo le<br />
mencionara el nombre <strong>de</strong> la directora <strong>de</strong> Somigl, Aziza GulamaliKulsum, él escribió:<br />
"Po<strong>de</strong>mos entregar una garantía <strong>de</strong> un banco alemán, lo cual <strong>de</strong>bería bastarle. Al menos a<br />
Aziza Kulsum le basta. Quiero que sepa que nosotros conocemos a fondo la bizarra situación<br />
que se vivió y se vive actualmente en el Congo, don<strong>de</strong> los enemigos <strong>de</strong> guerra son, al mismo<br />
tiempo, socios comerciales." No podría haberlo expresado mejor. ¿Acaso Born ya había<br />
comerciado con Madame Gulamali?<br />
Solicité una vez más los nombres <strong>de</strong> sus clientes. En lugar <strong>de</strong> eso, Born me envió un<br />
proyecto <strong>de</strong> contrato y me contraofertó un ventajoso negocio con maquinarias para minería,<br />
adjuntando una <strong>de</strong>tallada lista con los precios <strong>de</strong> los equipos que yo podría ofrecerle a<br />
Somigl. 27 Tras dos docenas <strong>de</strong> mensajes llenos <strong>de</strong> insinuaciones, pasé a la ofensiva y le<br />
pregunté a Born si estaba dispuesto a efectuar entregas directas a H. C. Starck, consi<strong>de</strong>rando<br />
que ése era justamente el socio i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> los jefes <strong>de</strong> las regiones bajo dominio rebel<strong>de</strong>. Born<br />
se mostró sorprendido y me hizo saber que "la política <strong>de</strong> compras empleada por firmas como<br />
Starck podría representar un problema, ya que para la prensa alemana la imagen <strong>de</strong> Somigl<br />
no es <strong>de</strong>masiado feliz". Advertía, sin embargo, que si me molestaba un poco y leía entre<br />
líneas, vería que él ya había mencionado como cliente a un emplazamiento <strong>de</strong> la empresa en<br />
Asia: "Estimado Señor Leman: Ése es Starck." Finalmente, el 8 <strong>de</strong> febrero, Ralf Born me<br />
informó que durante una charla telefónica el cliente le había manifestado su interés en<br />
comprar el material. "Como siempre", agregó.<br />
Dos meses <strong>de</strong>spués, Ralf Born se presentó frente al die tageszeitung como un inocente<br />
cor<strong>de</strong>rito. <strong>El</strong> periódico reproduce <strong>de</strong>claraciones en las que el traficante <strong>de</strong> materias primas<br />
afirma no haber comprado coltan en el Congo. "Me da dolor <strong>de</strong> estómago. Es sencillamente<br />
un gobierno <strong>de</strong> rebel<strong>de</strong>s. Es un horror, el país se está <strong>de</strong>sangrando." 28 Hasta el momento, <strong>de</strong><br />
mi "relación a largo plazo" con Born el taz no sabía nada.<br />
<strong>El</strong> 9 <strong>de</strong> febrero suspendí todos los contactos con los clientes: "A raíz <strong>de</strong> unos problemas<br />
que se han presentado, <strong>de</strong>bo partir urgentemente hacia Arusha. Robert Mbaye Leman." En<br />
realidad, no volé hacia Arusha sino hacia Kigali, la capital <strong>de</strong> Ruanda. Apretujado en un<br />
minibús junto a doce nativos y algunos racimos <strong>de</strong> bananas, me abrí paso por el montañoso<br />
paisaje ruandés hasta atravesar la frontera con el Congo. Allí, justo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la frontera,<br />
está Goma, la capital <strong>de</strong> los rebel<strong>de</strong>s.<br />
Coltan, Kalashnikovs y niños soldados<br />
<strong>El</strong> doctor Ngabo va <strong>de</strong> aquí para allá y abre las puertas <strong>de</strong> los armarios y <strong>de</strong> las<br />
habitaciones, como si quisiera hacer un recuento <strong>de</strong> las carencias en el patio interno. En el<br />
botiquín, un par <strong>de</strong> cajas semivacías. En la sala <strong>de</strong> operaciones, una suerte <strong>de</strong> sillón plegable<br />
con un par <strong>de</strong> lámparas encima, nada más. Dos baños, dos duchas en un cubículo. Ni un<br />
27 Dos meses <strong>de</strong>spués (el 4.4.2001), Born le contaría al "tageszeitung" lo siguiente: "A mí no me consta<br />
que Somigl invierta en las minas. <strong>El</strong>los ganan una cantidad infernal <strong>de</strong> dinero, y el dinero no retorna."<br />
En su opinión –segun el taz–, los importadores <strong>de</strong> tántalo <strong>de</strong>berían contribuir a mejorar las condiciones<br />
<strong>de</strong> vida en las regiones <strong>de</strong> extracción, por ejemplo en el Congo<br />
28 "Deutsches Geld für Kongos Krieg", die tageszeitung, 4.4.2001<br />
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