Adolfo Hitler - Mi Lucha
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Luego debemos considerar por orden de magnitud como naciones gigantescas: la Unión<br />
Norteamericana, Rusia y China; todas ellas, circunscripciones territoriales diez veces mayores al<br />
área del Reich actual. Francia mismo, debería contarse entre estos Estados. No sólo engrosa su<br />
ejército, en proporción cada vez más grande con elementos de las reservas de color que pueblan sus<br />
enormes colonias, sino que también la bastardización negroide de su raza, hace progresos tan<br />
rápidos, que ya casi se puede hablar de la génesis de un Estado africano sobre suelo Europeo. La<br />
política colonial de Francia no es susceptible de compararse con la de la antigua Alemania. Si esta<br />
revolución de Francia, continuase por espacio de tres siglos llegaría a desaparecer hasta el último<br />
resto de la sangre de los francos, absorbida por un Estado de mulatos europeo-africanos, en<br />
formación.<br />
La antigua política colonial alemana, ni aumentó la zona de población de raza alemana, ni<br />
menos hizo el criminal intento de reforzar el poderío del Reich con el aporte de sangre negra. La<br />
organización militar de los ascarios en el África Oriental Alemana, estaba en realidad destinada<br />
solamente a la defensa de la colonia misma. Jamás –aun prescindiendo de la circunstancia de que,<br />
durante la conflagración mundial, era cosa prácticamente imposible- abrigó Alemania la idea de<br />
traer tropas de color a un teatro de guerra europeo, y tampoco habría pensado hacerlo, bajo<br />
condiciones más favorables, en tanto que los franceses, consideraron siempre esta idea como uno de<br />
los motivos determinantes de su actividad colonial.<br />
En la actualidad, vemos una serie de potencias que superan notablemente el poderío de<br />
Alemania, no sólo en la cifra de su población sino, sobre todo haciendo residir su potencia política<br />
en el dominio territorial que poseen.<br />
Nos hallamos fuera de todo concurso en relación a los grandes Estados del mundo y esto es<br />
debido a la fatal orientación de la política exterior de nuestro pueblo.<br />
El movimiento nacionalsocialista tienen que imponerse la misión de subsanar la<br />
desproporción existente entre la densidad de nuestra población y la extensión de nuestra<br />
superficie territorial, -superficie territorial que debe ser considerada desde el doble punto de<br />
vista de fuente de subsistencia y de apoyo del poder político- y también, la de hacer que<br />
desaparezca la desproporción que reina entre nuestro gran pasado histórico y la triste<br />
perspectiva de nuestra impotencia, en el presente.<br />
*<br />
* *<br />
La potencialidad de una nación, no puede apreciarse en sí misma, sino, únicamente,<br />
valiéndose de la comparación con otros Estados. Pero es justamente esta comparación la que<br />
demuestra que el acrecentamiento del poderío de otras naciones, no sólo fue más regular, sino que,<br />
en su efecto final, alcanzó, también, resultados mucho más considerables que en Alemania.<br />
Considerando que, en cuanto a espíritu heroico, ningún pueblo ha superado al nuestro, que es,<br />
seguramente, el que, en conjunto, hizo mayores sacrificios de sangre en la lucha por su existencia,<br />
habrá que admitir que el fracaso de sus esfuerzos, puede sólo atribuirse a la forma errónea de su<br />
aplicación.<br />
Si en conexión con estos antecedentes, examinamos los acontecimientos políticos de nuestro<br />
pueblo durante los últimos mil años, rememoramos las numerosas guerras y luchas libertarias y, por<br />
último, analizamos el resultado de toda esta historia, tendremos que confesar que de este mar de<br />
sangre, emergieron, propiamente, sólo tres realidades culminantes que bien merecen considerarse<br />
como los frutos perdurables de sucesos perfectamente definidos de la política exterior y de la<br />
política alemana en general: