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'La adolescencia y su interrelación con el entorno' (2945 Kb.) - Injuve

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Por todos estos niv<strong>el</strong>es en <strong>el</strong> ámbito de la agresión, es necesario analizar cada acto violento<br />

teniendo en cuenta <strong>su</strong> complejidad. Muchas veces no se ha prestado atención a las facetas que<br />

diferencian los actos de agresión. Esto podría <strong>con</strong>ducir a análisis erróneos.<br />

Raqu<strong>el</strong> Bartolomé Gutiérrez y Cristina Rechea Alberola, (Congreso Ser Adolescente Hoy,<br />

FAD y MTAS, Noviembre d<strong>el</strong> 2005) retomando <strong>el</strong> planteo de varios autores, exponen que la<br />

violencia que aparece en lugares de ocio o que sirve de <strong>el</strong>emento aglutinador e identitario en<br />

grupos de jóvenes, se ha dado siempre. En España, antes también se daba en las fiestas de<br />

pueblos y ciudades, podía aparecer como enfrentamiento entre “peñas” o entre grupos de<br />

jóvenes de distintos pueblos/ barrios y ahora aparece además en los lugares de “marcha” y, a<br />

veces, enfrenta a grupos <strong>su</strong>bculturales entre sí. Este tipo de violencia se entiende como parte<br />

de los ritos de paso. Las autoras plantean que en cualquier comunidad o cultura <strong>el</strong> paso de niño<br />

a adulto <strong>su</strong>pone un cambio de estatus social tan importante que se “c<strong>el</strong>ebra” o se representa a<br />

través de los llamados ritos de paso y <strong>el</strong> uso de la violencia en estos ritos es algo habitual en<br />

muchas culturas incluida la nuestra; pueden cambiar las formas que adoptan esos ritos, pero no<br />

<strong>su</strong> función ni <strong>su</strong>s objetivos. Las novatadas pueden interpretarse como un rito de paso; aunque<br />

siguen existiendo, parece que no están tan extendidas como antaño y no son tan terribles<br />

como solían ser. Este sería un ejemplo de un tipo de violencia juvenil que no se ha incrementado,<br />

sino al <strong>con</strong>trario.<br />

Carles Feixa Pámpols (Revista Estudios de Juventud, “De las tribus urbanas a las culturas<br />

juveniles”, marzo 2004), también recogiendo lo estudiado por varios autores, plantea que<br />

uno de los temas más recurrentes en la caracterización social de la juventud en las últimas<br />

décadas son las llamadas “culturas juveniles”, las “tribus urbanas”. En España la historia de<br />

los últimos 25 años puede leerse a partir de la emergencia, difusión, diversificación, masificación<br />

y decadencia de diversos estilos juveniles, en <strong>su</strong> mayoría de carácter transicional.<br />

Estos estilos han sido tomados a veces como metáfora d<strong>el</strong> cambio social, es decir, como<br />

imágenes <strong>con</strong>densadas de los cambios en las formas de vida y los valores que ha vivido la<br />

sociedad española en <strong>su</strong> <strong>con</strong>junto durante todo <strong>el</strong> periodo. De los primeros hippies a los últimos<br />

ravers, pasando por punks, mods, rockers, pijos, makineros, skinheads, ultras, heavies,<br />

nuevaoleros, grunges, okupas, hackers, fiesteros, fashion y otros muchos estilos más o<br />

menos etiquetados, la historia de la transición española puede verse, según lo plantea este<br />

autor, como la <strong>su</strong>cesión de diversas oleadas de presencia juvenil en la escena pública, vistas<br />

<strong>con</strong> preocupación, y otras veces <strong>con</strong> admiración, por parte de las instituciones sociales y de<br />

los medios de comunicación.<br />

José Antonio Gab<strong>el</strong>as Barroso (Congreso Ser Adolescente Hoy, FAD y MTAS, Noviembre<br />

d<strong>el</strong> 2005) plantea que los y las adolescentes son espectadores, espectadoras y jugadores,<br />

jugadoras. Con una experiencia social básica, caracterizada por la multiplicidad de <strong>con</strong>exiones<br />

<strong>con</strong> <strong>el</strong> entramado de la información. Una generación que puede simultanear dos, tres vías<br />

de información, <strong>con</strong> varios estímulos cada una de <strong>el</strong>las, una sobresaturación que también produce<br />

colapsos. Nacieron <strong>con</strong> la t<strong>el</strong>e en color, acunados en <strong>el</strong> lecho tecnológico, ignoran los<br />

grandes r<strong>el</strong>atos y culebrean en <strong>el</strong> zapping al ritmo de los videoclips. Viven a v<strong>el</strong>ocidades de<br />

vértigo, y <strong>con</strong> la inmediatez d<strong>el</strong> hiperpresente. La estimulación fragmentaria, impresiona y<br />

agarra la atención, pero sólo por un instante. Insiste <strong>el</strong> autor que es importante preguntarnos<br />

los adultos ¿cómo miran los y las adolescentes?, ¿qué significados se producen en esas mi -<br />

radas?<br />

4.4 Violencia y agresividad. Mod<strong>el</strong>os psicosociales explicativos<br />

En este apartado se explicitarán ampliamente distintos mod<strong>el</strong>os psicosociales que explican los<br />

comportamientos violentos. Esto se hace ya que se <strong>con</strong>sidera de gran interés debido a que ésta<br />

es la línea que atraviesa la presente investigación acerca de la <strong>adolescencia</strong> y <strong>su</strong> <strong>interr<strong>el</strong>ación</strong><br />

<strong>con</strong> <strong>el</strong> entorno.<br />

La <strong>adolescencia</strong> y <strong>su</strong> <strong>interr<strong>el</strong>ación</strong> <strong>con</strong> <strong>el</strong> entorno<br />

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