11.05.2013 Views

'La adolescencia y su interrelación con el entorno' (2945 Kb.) - Injuve

'La adolescencia y su interrelación con el entorno' (2945 Kb.) - Injuve

'La adolescencia y su interrelación con el entorno' (2945 Kb.) - Injuve

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El mod<strong>el</strong>o animal de cálculo emocional habla de la existencia de mecanismos innatos en la<br />

base de la agresión en <strong>con</strong>creto la existencia de la <strong>con</strong>exión cerebral cólera- miedo. En cierta<br />

medida, estas dos emociones son opuestas, aunque debido al valor de <strong>su</strong>pervivencia de éstas, se<br />

<strong>su</strong>giere que pueden ocurrir al mismo tiempo. Como decimos, ambas tienen un valor adaptativo<br />

para <strong>el</strong> organismo. La cólera va unida al ataque ofensivo. El miedo se asocia al ataque defensivo.<br />

El ataque ofensivo en animales lo provoca, generalmente, la invasión territorial de un <strong>con</strong>génere.<br />

Su<strong>el</strong>e ir precedido por la emoción de cólera. El ataque defensivo, por <strong>su</strong> parte, <strong>su</strong><strong>el</strong>e ser una respuesta<br />

a un ataque previo de otro animal. Va acompañado por <strong>el</strong> miedo.<br />

Pero si hay algo que se debe resaltar y siempre tener presente es que la experiencia d<strong>el</strong> organismo<br />

y <strong>su</strong> historia de aprendizaje modulan la actuación de este mecanismo innato según la<br />

situación. De ahí <strong>el</strong> nombre de cálculo emocional que se le da al mod<strong>el</strong>o y <strong>el</strong> análisis coste- beneficio<br />

en <strong>el</strong> que se basa. Como ejemplo: imagínese una situación en que <strong>el</strong> miedo predomina y la<br />

huida es posible. En ese caso, la respuesta más probable es la huida. Pero imaginando que esa<br />

huida no es posible, <strong>el</strong> re<strong>su</strong>ltado, probablemente, sería un ataque defensivo.<br />

En otra situación diferente, donde predominase la cólera, <strong>el</strong> organismo, <strong>el</strong> <strong>su</strong>jeto, se comportaría<br />

de forma muy diferente. En caso de que se anticipe <strong>el</strong> éxito de una acción violenta, se produciría<br />

un ataque ofensivo. Si éste se produce pero re<strong>su</strong>lta muy costoso, es posible que la cólera<br />

sea <strong>su</strong>stituida por <strong>el</strong> miedo y <strong>el</strong> ataque ofensivo pase a ser un ataque defensivo.<br />

Este mod<strong>el</strong>o no es reduccionista en <strong>el</strong> sentido de que no se para en <strong>el</strong> mecanismo innato que<br />

existe como base de la agresión, sino que deja lugar a variables d<strong>el</strong> ambiente y, sobre todo, de<br />

aprendizaje. Sobre todo en humanos, este mod<strong>el</strong>o de cálculo emocional y de análisis costebeneficio<br />

implica, por tanto, que en cada situación se dedique un “tiempo <strong>con</strong>siderable a la evaluación,<br />

<strong>con</strong>trol observacional y la reevaluación de la situación”. (B<strong>el</strong>l y Baron, 1990, citado por I.<br />

Silva 2003).<br />

Continuando en la línea de lo anteriormente expuesto, se ha puesto de manifiesto en diversos<br />

trabajos que <strong>el</strong> aprendizaje, <strong>el</strong> ambiente, juegan un pap<strong>el</strong> fundamental en la adopción de <strong>con</strong>ductas<br />

violentas.<br />

Los niños y niñas y adolescentes aprenden la agresión de los adultos o de otros niños y niñas<br />

mediante observación e imitación. No es necesario que <strong>el</strong> niño o niña imite o ponga en práctica<br />

la <strong>con</strong>ducta violenta observada para que se produzca <strong>su</strong> aprendizaje. La razón es que las imágenes<br />

de la <strong>con</strong>ducta d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o se archivarán en la memoria d<strong>el</strong> <strong>su</strong>jeto observador, para ser recuperadas<br />

posteriormente, cuando se presente la situación oportuna.<br />

Otro <strong>el</strong>emento de aprendizaje de la <strong>con</strong>ducta violenta es la <strong>con</strong>secuencia d<strong>el</strong> comportamiento<br />

d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o. La agresión aprendida a través de la observación sólo se pone en práctica si las<br />

<strong>con</strong>secuencias de la <strong>con</strong>ducta d<strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o y/o d<strong>el</strong> observador son las adecuadas. Si <strong>el</strong> mod<strong>el</strong>o es<br />

castigado por <strong>su</strong> <strong>con</strong>ducta agresiva, <strong>el</strong> observador sentirá temor a agredir, aunque la <strong>con</strong>ducta<br />

manifiesta haya sido aprendida correctamente. Incluso en algunos casos en los que no aparece<br />

<strong>el</strong> temor de forma evidente, la <strong>con</strong>tingencia negativa es <strong>su</strong>ficiente para que sea improbable que<br />

se imite la <strong>con</strong>ducta de agresión si no existe un incentivo adecuad y <strong>su</strong>ficiente.<br />

Las respuestas agresivas que se aprenden por imitación acaban por extinguirse y desaparecer<br />

si no tienen una recompensa adecuada, <strong>con</strong> un mecanismo puramente <strong>con</strong>ductista.<br />

Siguiendo en este aspecto d<strong>el</strong> refuerzo de la <strong>con</strong>ducta agresiva, en<strong>con</strong>tramos que en la vida<br />

diaria las <strong>con</strong>secuencias d<strong>el</strong> acto violento funcionan como reforzamiento. Una <strong>con</strong>ducta agresiva<br />

es reforzada repetidas veces porque tiene <strong>con</strong>secuencias positivas y deseables para <strong>el</strong> agresor,<br />

tenderá a generalizarse, tanto en <strong>el</strong> tiempo como en otros ámbitos de la vida cotidiana. Es<br />

decir, será probable que la persona acabe por emitir otras respuestas diferentes y que, a la larga,<br />

se <strong>con</strong>vierta en una persona agresiva y violenta.<br />

La posibilidad de que existan refuerzos <strong>con</strong>tingentes a la <strong>con</strong>ducta violenta nos lleva a<br />

<strong>con</strong>siderar la gran importancia de los valores culturales para la agresión. Muchas culturas <strong>con</strong>ceden<br />

un valor positivo a la violencia y a la agresión. Como datos significativo, se menciona<br />

que diversos estudios muestran un alto porcentaje de acuerdo <strong>con</strong> la frase “algunas persona<br />

no entienden más que la fuerza” , o «la letra <strong>con</strong> sangre entra» o <strong>con</strong> la frase “es importante<br />

50<br />

ESTUDIOS

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!