Elementos de elocuencia forense / Pedro Sainz de Andino
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excitare dicendo volui, quin ipse in cornmovendis judicibus , iis ipsis sensibus<br />
, ad quos illos adcucere vellera., permoverer. Neque enim facile est<br />
perficere ut irascatur cui tu velis ju<strong>de</strong>x , si tu ipse id Tenté ferre vi<strong>de</strong>are,<br />
neque ut o<strong>de</strong>rit eum quem tu velis , nisi te ipsunt flagrantem odio anta<br />
vi<strong>de</strong>rit : neque ad misericordiam adducetur nisi el tu signa doloris tui<br />
verbis, sententiis , vote, vultu , collacrymatione <strong>de</strong>niqné osten<strong>de</strong>ris.»<br />
Cic, <strong>de</strong> Orat. 1. 2. El sentimiento es el que enar<strong>de</strong>ce el ánimo : el que<br />
como si obrase por un encanto mágico transporta á los pechos <strong>de</strong>l auditorio<br />
el mismo fuego que inflama al orador : el que da alma á las miradas,<br />
gestos y todos sus movimientos : el que da actividad al alma , vehemencia<br />
al corazon , elevacion al pensamiento , nervio á la espresion,<br />
energía y dignidad á la accion ; y es el que da al hombre el mayor triunfo<br />
que pue<strong>de</strong> alcanzar sobre otro hombre ; pues lo subyuga <strong>de</strong> tal manera,<br />
que haya <strong>de</strong> pensar , sentir y querer lo que el orador piensa , siente y<br />
quiere. ¿ Quién es el que no ha enc ,ontrado en sí mismo la prueba <strong>de</strong> estas<br />
verda<strong>de</strong>s al oir un orador elocuente? Harto pobre espíritu seria el <strong>de</strong><br />
aquel que conservára un ánimo frio , indiferente y apático , oyendo á un<br />
Bossuet , ó á un Massillon, á un Gallo ó á un Arabaca ; el que con . Demóstenes<br />
no se sintiera encendido en ódio contra Filipo; el que con Cicerón<br />
no se indignara contra Catilina, y el que oyendo el sublime discurso <strong>de</strong> Servan<br />
en la célebre causa <strong>de</strong> Maria Robeguin, no <strong>de</strong>spreciara al hipócrita, codicioso<br />
é inhumano Roux, cuanto compa<strong>de</strong>ciera á su <strong>de</strong>sgraciada consorte.<br />
El carácter propio y distintivo <strong>de</strong> la sensibilidad es la sencillez. La naturaleza<br />
lo hace todo en esta parte <strong>de</strong> los trabajos oratorios , porque poco<br />
se ha menester <strong>de</strong>l arte para espresar lo que bien . se siente; antes bien<br />
la afectacion y el escesivo aliño no manifiestan mas que elegancia y gusto,<br />
don<strong>de</strong> solo se ha <strong>de</strong> mostrar la <strong>elocuencia</strong> afectuosa; <strong>de</strong>scubren el ingenio<br />
, cuando la obra <strong>de</strong>bia ser toda hija <strong>de</strong>l sentimiento , y convierten la<br />
energía en langui<strong>de</strong>z , y la ternura en sutiliza.<br />
Para que la <strong>elocuencia</strong> obre sus efectos es menester que el orador hable<br />
con sinceridad, y traduzca facilmente lo que su alma sienta. « Verte voces<br />
ab imo pectore.» La naturalidad es la que convence; pues seria muy ridículo<br />
que pretendiese imprimir emociones el que estuviere frio é inmoble.<br />
Luctits et irce , indignationis aliquando ridicula fuerit imitatio , si verba<br />
valtunique tantum , non etictm animum accommodaveribus.» Quint. Esta<br />
es materia que tendré ocasion <strong>de</strong> tratar mas latamente cuando hable <strong>de</strong><br />
la <strong>elocuencia</strong> patética y <strong>de</strong> las reglas que convendrá observar en la aplicacion<br />
<strong>de</strong> sus medios ; pues por ahora solo me he propuesto esplicar mis